La cavidad pleural es el espacio dentro del tórax que rodea los pulmones. Los trastornos en esta área afectan los pulmones desde el exterior, lo que a menudo dificulta la inhalación de aire del gato.
El hemotórax, la acumulación de sangre en la cavidad pleural, es consecuencia frecuente de un traumatismo torácico, trastornos de la coagulación o tumores en el tórax. El hidrotórax, la acumulación de líquido claro en la cavidad pleural, suele deberse a la interferencia en el flujo sanguíneo o el drenaje linfático. El derrame pleural es un tipo de hidrotórax común en gatos que desarrollan insuficiencia cardiaca congestiva. El quilotórax, la acumulación de un líquido linfático con alto contenido de triglicéridos en la cavidad pleural, es relativamente rara. Puede estar causado por la rotura del conducto torácico, pero con frecuencia se desconoce la causa. Los signos de las tres afecciones incluyen la dificultad respiratoria, como la respiración rápida y superficial con dificultad para inhalar, y debilidad. El drenaje del líquido puede ser necesario para aliviar estos signos y puede ser útil para diagnosticar el problema subyacente. Sin embargo, el pronóstico para muchos trastornos que causan acumulación de líquido en el tórax es de reservado a malo.
Las infecciones bacterianas y fúngicas también pueden producirse en la cavidad pleural. A menudo se diseminan a la cavidad pleural desde los pulmones o la sangre o pueden introducirse debido a una lesión. La pleuritis (pleuresía) es la inflamación de la cavidad pleural, y el empiema es la acumulación de pus en la cavidad pleural. Los gatos afectados pueden tener fiebre, tos, dolor y dificultad respiratoria.
El aire en la cavidad pleural, llamado neumotórax, puede estar causado por un traumatismo o producirse espontáneamente. El pulmón se colapsa si un gran volumen de aire entra en la cavidad pleural, causando dificultad para inhalar o una respiración rápida y superficial. Esta afección debe considerarse una urgencia que requiere atención veterinaria inmediata.
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