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Toxoplasmosis en los gatos

PorDana G. Allen, DVM, MSc, DACVIM
Última revisión/modificación ago 2018

    La toxoplasmosis está causada por Toxoplasma gondii, un parásito protozoario que infecta a los humanos y a otros animales de sangre caliente. Se ha encontrado por todo el mundo. Los felinos silvestres y domésticos (miembros de la familia de los gatos) son los únicos hospedadores definitivos del parásito. Los gatos infectados pueden transmitir la enfermedad a los humanos y a otros animales.

    Hay tres fases infestantes de Toxoplasma gondii: taquizoítos (forma que se multiplica rápidamente), bradizoítos (forma de quiste tisular) y esporoítos (en ooquistes, su forma inmadura). El parásito se transmite por la ingestión de ooquistes infestantes en las heces de los gatos, por la ingestión de quistes de tejido en la carne infestada y por la transferencia de taquizoítos de la madre al feto a través de la placenta. Los gatos suelen desarrollar inmunidad después de la infestación inicial; por lo tanto, eliminan los ooquistes solo una vez en su vida (desde aproximadamente 3 días después de la infestación y durante aproximadamente 20 días después).

    Transmisión de la toxoplasmosis a las personas

    La exposición a las heces de los gatos infestados puede causar toxoplasmosis en las personas, aunque las fuentes más probables de infestación son comer carne poco cocida y manipular carne cruda. Aun así, se recomienda que las mujeres embarazadas y las personas inmunodeprimidas eviten la exposición a las heces de los gatos; por ejemplo, no deben limpiar las cajas de arena o las bandejas y deben usar guantes cuando trabajen en el jardín. Se debe evitar cualquier área que se sepa que está contaminada con heces de gato.

    El taquizoíto es la fase responsable del daño tisular. Por lo tanto, los signos dependen del número de taquizoítos liberados, de la capacidad del sistema inmunitario del gato infestado para limitar la diseminación del taquizoíto y de los órganos dañados por los taquizoítos. Dado que los animales adultos con sistemas inmunitarios que funcionan normalmente controlan la diseminación del taquizoíto de forma eficaz, los gatos con toxoplasmosis no suelen presentar signos de enfermedad. Sin embargo, en los gatitos o en los adultos con el sistema inmunitario debilitado (como los infectados por los virus de la leucemia felina o la inmunodeficiencia felina), los taquizoítos se diseminan por todo el organismo. Los signos incluyen fiebre, diarrea, tos, dificultad respiratoria, ictericia, convulsiones y muerte.

    Las pruebas de laboratorio se usan para diagnosticar la toxoplasmosis. En muchos casos, el tratamiento no es necesario en los gatos infectados. Si está justificado, su veterinario le recetará antibióticos para tratar la toxoplasmosis. Se pueden usar medicamentos anticonvulsivos para controlar las convulsiones. Los animales que están deshidratados o muy debilitados debido a la infección pueden necesitar fluidos o alimentación intravenosa.

    La toxoplasmosis es una preocupación importante para las personas con disfunción del sistema inmunitario (como las personas infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana o VIH). En estos individuos, la toxoplasmosis suele provocar inflamación del cerebro. La toxoplasmosis es también un serio problema para las mujeres embarazadas, ya que los taquizoitos pueden migrar y atravesar la placenta y causar alteraciones congénitas en los fetos humanos. La infección puede producirse por comer carne poco cocinada o por el consumo accidental de quistes procedentes de heces de gatos. Para evitar infecciones, las personas que manipulan carne se deberán lavar las manos a fondo con agua y jabón después del contacto, así como todas las tablas de corte, superficies de fregaderos, cuchillos y otros materiales. El microorganismo presente en la carne se elimina por contacto con agua y jabón. También se puede matar por la exposición al frío o al calor extremos. Los quistes tisulares en la carne se eliminan al calentarla a 67 °C o por congelación a −13 °C. Los quistes de Toxoplasma en los tejidos también se matan por exposición a la radiación gamma. La carne de cualquier animal debe cocinarse hasta los 67 °C antes de su consumo, y se debe evitar probarla mientras se cocina o condimenta. Las mujeres embarazadas deben evitar el contacto con la arena de los gatos, la tierra y la carne cruda. Solo se debe alimentar a los gatos domésticos con alimentos secos, enlatados o cocinados. La caja de arena del gato debe vaciarse diariamente, preferiblemente no por una mujer embarazada. Deberían usarse guantes mientras se hacen trabajos de jardinería. Se deben lavar cuidadosamente las verduras antes de comerlas porque pueden estar contaminadas con heces de gato.

    Consulte también el contenido para veterinarios sobre la toxoplasmosis.