La urticaria o las erupciones cutáneas son manchas localizadas de piel roja e hinchada, que suelen picar. A menudo se desarrollan y desaparecen repentinamente. La urticaria es relativamente poco frecuente en perros. Las causas más frecuentes son las picaduras de insectos, los champús y los medicamentos. Otras causas incluyen el contacto con plantas o productos químicos tóxicos. La fricción, la luz solar, el calor, el ejercicio, el estrés y las anomalías genéticas pueden causar o intensificar la erupción. La urticaria se puede desarrollar después de inhalar o consumir alérgenos. La urticaria se puede observar mientras una perra está en estro ("en celo") o en cachorros con parásitos intestinales ("gusanos").
Las ronchas (erupciones) aparecen a los pocos minutos u horas de la exposición al agente causante. En los casos graves, las erupciones cutáneas van precedidas de fiebre, falta de apetito o apatía. Pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero se producen principalmente en el lomo, los flancos, el cuello, los párpados y las patas. En los casos avanzados pueden encontrarse en las membranas mucosas de la boca, nariz, el revestimiento de los ojos, recto y vagina.
A menudo, la urticaria desaparece tan rápidamente como surge, por lo general en unas pocas horas. Puede que no se necesite tratamiento. Sin embargo, pueden volver rápidamente si no se elimina la exposición a la causa. Además, si su perro desarrolla urticaria después de recibir una vacuna o medicación, comuníquese con su veterinario inmediatamente para ver si necesita tratamiento. El tratamiento puede incluir corticoesteroides de acción rápida. Si la urticaria es crónica, los alérgenos ambientales o alimentarios deben considerarse como causas potenciales. No se suele producir la muerte a menos que se produzca una anafilaxia (un episodio alérgico grave) o inflamación de las vías respiratorias.
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la urticaria.