logoVERSIÓN PARA PROPIETARIOS DE MASCOTAS

Trastornos que implican reacciones anafilácticas (reacciones de tipo I, atopia) en los perros

PorIan Rodney Tizard, BVMS, BSc, PhD, DSc (Hons), DACVM
Última revisión/modificación jun 2018

En una reacción de tipo I, el animal se ha expuesto previamente a un antígeno y produce un exceso de anticuerpos. Si este antígeno aparece en la sangre, la reacción puede ser generalizada (como un shock anafiláctico) o localizada (como zonas con picor en la piel). Si el antígeno entra a través de la piel, es más común una reacción localizada.

Shock anafiláctico

El shock anafiláctico es una reacción alérgica inmediata, poco frecuente y potencialmente mortal, a un alimento, una inyección o una picadura de insecto. Los signos más comunes se producen entre segundos y minutos después de la exposición al antígeno. Los perros difieren del resto de los animales domésticos en que el principal órgano afectado por el shock anafiláctico es el hígado, en vez de los pulmones. Por lo tanto, los signos gastrointestinales son los signos principales del shock anafiláctico más que los signos respiratorios. Estos signos incluyen la aparición repentina de diarrea, babeo excesivo, vómitos, shock, convulsiones, coma y muerte. Las encías del perro pueden estar pálidas y las extremidades pueden estar frías. La frecuencia cardiaca suele ser muy rápida, pero el pulso es débil.

La anafilaxia es una urgencia extrema. Si cree que su perro está teniendo una reacción anafiláctica, busque asistencia veterinaria de urgencia inmediatamente. Un veterinario puede administrar inyecciones intravenosas de epinefrina (adrenalina) para contrarrestar la reacción. También puede ser necesario el tratamiento de otros problemas asociados, como la dificultad para respirar.

Urticaria e hinchazón

La urticaria y las áreas de hinchazón están causadas por reacciones alérgicas a fármacos, productos químicos, algo ingerido, picaduras de insectos o incluso a la luz solar. Se suelen desarrollar a los 20 min de la exposición al alérgeno (antígeno). La urticaria es el tipo menos grave de reacción anafiláctica y causa pequeños bultos en la piel. A menudo, el pelo se eriza sobre estos bultos y a veces pican. La mayoría de las hinchazones se observan en la cara, especialmente en los labios, el hocico o alrededor de los ojos. La hinchazón puede ser tan grave que el perro no puede abrir los ojos.

La urticaria y la hinchazón no suelen ser mortales y suelen desaparecer por sí solas si la fuente de la reacción alérgica se elimina o pasa a través del cuerpo. Los veterinarios tratan estas reacciones administrando los antihistamínicos apropiados.

Urticaria, perro

Rinitis alérgica (alergias nasales)

Como los humanos, los perros también pueden tener alergias estacionales (por lo general causadas por la exposición al polen). Pueden causar una secreción nasal acuosa y estornudos llamados rinitis alérgica. La rinitis no estacional puede deberse a la exposición a alérgenos como el moho, la caspa, la cama o los piensos. La afección se diagnostica por la presencia de eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco) en la secreción nasal, una respuesta favorable tras el tratamiento con antihistamínicos, la desaparición de los signos cuando se elimina el antígeno agresor y su carácter estacional. Aunque las pruebas cutáneas pueden diagnosticar la reacción alérgica en las personas, actualmente las pruebas cutáneas no son un medio preciso para diagnosticar las alergias nasales en los animales.

Bronquitis alérgica crónica

La bronquitis alérgica crónica se caracteriza por una tos seca, áspera y cortante que se activa fácilmente con la actividad física. La enfermedad puede ser estacional o puede manifestarse todo el año. La afección se trata con broncodilatadores y expectorantes, que ayudan a eliminar la mucosidad espesa y pegajosa. Su veterinario puede recetarle medicamentos adicionales (como esteroides) para ayudar a controlar este tipo de bronquitis inmunomediada. Por lo general no es posible evitar el antígeno que causa la reacción.

Bronconeumopatía eosinofílica (anteriormente conocida como síndrome PIE [infiltración pulmonar con eosinofilia])

La infiltración de los pulmones con un líquido espeso y glóbulos blancos, llamada bronconeumopatía eosinofílica, está causada por alérgenos, virus y parásitos en perros. Las mascotas con el trastorno se suelen volver letárgicas y tienen dificultad para respirar con el ejercicio normal. Por lo general no es posible determinar el antígeno que causa la reacción. Los veterinarios pueden prescribir esteroides para ayudar a controlar los signos.

Alergias alimentarias

Las alergias alimentarias se producen tanto en mascotas como en personas. Pueden causar inflamación del intestino delgado. Los perros presentan vómitos entre 1 y 2 horas después de comer y pueden presentar heces blandas intermitentes. El perro suele estar sano, aunque puede haber pérdida de peso y un mal estado del pelo en los casos graves. Las alergias alimentarias suelen desarrollarse tras una infección intestinal.

Tanto el diagnóstico como el tratamiento de las alergias alimentarias se hacen controlando estrictamente la dieta bajo la dirección de un veterinario. Se debe alimentar a los perros con una dieta de eliminación que no contenga ningún ingrediente que se haya administrado previamente. Los veterinarios pueden recomendar una comida casera completa y equilibrada o una dieta de prescripción comercial. En caso de que los signos no desaparezcan después de los cambios en la dieta, los medicamentos recetados pueden proporcionar alivio a los perros afectados.

Alergias cutáneas (atopia)

La alergia cutánea, también llamada atopia, se produce cuando la piel de un perro reacciona de forma exagerada a ciertos alérgenos del entorno. Se ha estimado que el 10 % de todos los perros tienen estas alergias, que se suelen deber a sustancias inhaladas, como ácaros del polvo, polen, moho o caspa. Ciertas razas de perros, incluidos los Terriers, los Dálmatas y los Retrievers, están predispuestas a desarrollar alergias cutáneas. Las zonas afectadas con mayor frecuencia son los pies, la cara, las orejas, los codos, las axilas y el abdomen. Las áreas afectadas están muy rojas, pican y pueden tener pequeños bultos.

La enfermedad se diagnostica mediante la anamnesis y la exploración física. Aunque las pruebas de alergia no pueden diagnosticar las alergias cutáneas, pueden ayudar a determinar la fuente de la alergia y ayudar a dirigir el tratamiento. En una de estas pruebas, al perro se le inyectan pequeñas cantidades de posibles alérgenos en la piel. Si el perro es alérgico a la sustancia inyectada, inmediatamente se producirá una hinchazón en el lugar de la inyección.

Las alergias cutáneas no pueden curarse y requieren un tratamiento de por vida y evaluaciones veterinarias rutinarias. Evitar los alérgenos que desencadenan la alergia es lo ideal, pero es difícil de hacer. El alivio del picor puede lograrse mediante el uso de medicamentos recetados, champús terapéuticos, evitando los desencadenantes que inducen brotes (como pulgas, alérgenos o infecciones) e "inyecciones de alergia". Este último tratamiento, denominado inmunoterapia alergénica específica, consiste en una serie prolongada de inyecciones del alérgeno causante debajo de la piel hasta que se observe mejoría. Este tipo de tratamiento es eficaz en el 60 % de los perros. Si su veterinario le receta un medicamento para controlar las reacciones alérgicas de su mascota, asegúrese de seguir las instrucciones cuidadosamente y completamente, incluyendo cualquier restricción con respecto a la exposición a alfombras, productos químicos u otros peligros potenciales. ( See also page Alergias transmitidas por el aire (atopia o dermatitis atópica canina).)

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre las reacciones de tipo I.