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Coágulos sanguíneos y aneurismas en los perros

PorSuzanne M. Cunningham, DVM, DACVIM-Cardiology;Kursten V. Roderick, DVM
Revisado/Modificado jun 2018

Un trombo es un coágulo de sangre que puede formarse cuando el flujo sanguíneo de una arteria o vena está restringido, cuando el revestimiento de un vaso sanguíneo está dañado o cuando otra afección hace que un perro produzca coágulos excesivamente. Pueden formarse en el corazón o dentro de los vasos sanguíneos. Suele causar obstrucción vascular en su lugar de origen. Todo o parte de un trombo puede separarse y ser arrastrado por el torrente sanguíneo como un émbolo, que se aloja en otra parte en un punto de estrechamiento. La obstrucción de un vaso sanguíneo también puede producirse cuando un material extraño (p. ej., bacterias, aire o grasa) es transportado al torrente sanguíneo. Algunos coágulos están infectados. Los coágulos sanguíneos potencialmente mortales se encuentran con mayor frecuencia en animales con enfermedades subyacentes que afectan a la capacidad de coagulación de la sangre. Si no se tratan o no se controlan, estas afecciones pueden dar lugar a una tendencia a sangrar y/o a una afección potencialmente mortal en la que se desarrollan pequeños coágulos de sangre en todo el torrente sanguíneo, bloqueando los pequeños vasos sanguíneos y agotando las plaquetas y los factores de coagulación necesarios para controlar las hemorragias.

Coágulo de sangre

La formación de trombos puede darse tanto en grandes como en pequeñas arterias y venas. Los coágulos de sangre suelen dar lugar a un suministro inadecuado de sangre que llega a los tejidos cercanos. Además, los coágulos llenos de pus pueden diseminar las bacterias y las infecciones localizadas. Los coágulos de sangre pueden afectar al corazón o al sistema nervioso central.

Un aneurisma es una dilatación de un vaso sanguíneo causada por el debilitamiento de la capa media del vaso sanguíneo. La rotura de la capa interna de un vaso sanguíneo asociada a un aneurisma puede provocar la formación de un coágulo de sangre, con la posterior obstrucción del vaso sanguíneo por el coágulo. Los aneurismas son raros en perros y no causan signos a menos que se produzca una hemorragia anormal o una coagulación.

Signos y diagnóstico

La aparición repentina de dificultad respiratoria puede ser un signo de un coágulo de sangre en los pulmones, y algunos perros pueden toser sangre o mucosidad con sangre. Los coágulos infecciosos en el corazón están asociados con endocarditis, una inflamación de las membranas que recubren la cavidad cardiaca. Los coágulos en el corazón que no son infecciosos están asociados con la enfermedad del músculo cardiaco. La sangre en la orina o el dolor abdominal pueden indicar la obstrucción de determinados vasos sanguíneos (p. ej., en el aparato genital o urinario) o la pérdida de riego sanguíneo causada por coágulos. La obstrucción de los vasos sanguíneos a los órganos abdominales puede causar signos similares, aunque los perros pueden vomitar o ser incapaces de controlar la vejiga y los intestinos.

La enfermedad del gusano del corazón puede provocar coágulos de sangre en las arterias de los pulmones. Los coágulos de sangre en la arteria pulmonar suelen producir dificultad para respirar y un aumento de la frecuencia respiratoria. Los perros afectados suelen parecer normales hasta que tienen un inicio repentino de dificultad respiratoria. Los cambios pueden observarse en las radiografías de tórax. Las pruebas adicionales son esenciales para el diagnóstico de las enfermedades subyacentes.

La infección bacteriana del revestimiento de la cavidad cardiaca puede producir coágulos de sangre en los pulmones y neumonía. Otras enfermedades asociadas con coágulos sanguíneos en los pulmones incluyen diabetes mellitus, enfermedad renal, aumento de las hormonas de las glándulas adrenales (hiperadrenocorticismo), anemia hemolítica inmunomediada (un trastorno en el que el sistema inmunitario del perro destruye sus propios glóbulos rojos), enfermedades con pérdida de proteínas de los intestinos o riñones y cáncer. Los dispositivos médicos colocados dentro de los vasos sanguíneos, como los marcapasos o los catéteres, también pueden conducir a la formación de coágulos sanguíneos.

Tratamiento

El tratamiento de la neumonía causada por un coágulo sanguíneo debido a una endocarditis incluye antibióticos a largo plazo, un programa de tratamiento que dura varias semanas o meses. Algunos casos necesitan antiinflamatorios para reducir la fiebre o anticoagulantes. El pronóstico de recuperación es, en el mejor de los casos, reservado.

Su veterinario usará medicamentos para tratar los coágulos de sangre en las arterias del cuerpo o las embolias en los vasos de los pulmones. Además, a los perros con anemia hemolítica inmunomediada a menudo se les prescribe medicación para prevenir la formación de coágulos.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre los coágulos de sangre y aneurismas.