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Trastornos de la conjuntiva en los perros

PorKirk N. Gelatt, VMD, DACVO
Última revisión/modificación jun 2018

La conjuntiva es una membrana fina que recubre el interior de los párpados y se extiende sobre el blanco del ojo en la porción frontal del globo ocular. Desempeña un papel en la creación de lágrimas, proporcionando protección al ojo frente a invasores extraños, movimiento ocular y curación de la córnea después de una lesión. Es importante identificar y tratar los problemas de la conjuntiva, porque algunos pueden indicar una enfermedad generalizada o producir ceguera si no se tratan.

Rotura de vasos sanguíneos (hemorragia subconjuntival)

Los vasos sanguíneos rotos debajo de la conjuntiva pueden ser el resultado de un traumatismo, un trastorno sanguíneo o ciertas enfermedades infecciosas. Esta afección, por sí sola, no requiere tratamiento, pero es necesario realizar una inspección minuciosa para determinar si se han producido cambios más graves en el ojo. Si no existe evidencia definitiva ni antecedentes de traumatismos, entonces su veterinario realizará un examen completo para determinar la causa de la hemorragia espontánea.

Inflamación del tejido conjuntival (quemosis)

La inflamación del tejido conjuntival alrededor de la córnea se produce en algún grado en todos los casos de conjuntivitis, pero los ejemplos más llamativos se observan con los traumatismos, la deficiencia de proteínas en la sangre (hipoproteinemia), las reacciones alérgicas y las picaduras de insectos. Las picaduras de insectos se tratan con corticoesteroides tópicos y suelen curarse rápidamente. En otros casos se necesita un tratamiento específico para tratar la causa original.

Conjuntivitis (ojo rosa)

La conjuntivitis, también conocida como ojo rosa, es una inflamación de la conjuntiva y es común en perros. Las causas varían desde infecciones hasta irritantes ambientales. Los signos son enrojecimiento del ojo, inflamación del tejido alrededor de la córnea, secreción del ojo y molestias oculares leves. El aspecto de la conjuntiva no suele ser suficiente por sí sola para permitir que su veterinario diagnostique la causa con solo una exploración física. Un diagnóstico específico a menudo requiere una historia clínica, un examen físico, pruebas de raspados conjuntivales, prueba de la lágrima de Schirmer y, en ocasiones, una biopsia.

La conjuntivitis en un solo ojo puede ser el resultado de un cuerpo extraño, la inflamación del saco lagrimal o el ojo seco. La conjuntivitis que se produce en ambos ojos suele estar causada por una infección con un virus o una bacteria. Los irritantes y alérgenos ambientales son otras causas comunes de conjuntivitis. Si hay una secreción llena de moco y pus, su veterinario puede recetar un antibiótico tópico. Sin embargo, el antibiótico por sí solo puede no producir la curación si están implicados otros factores. Su veterinario también comprobará la presencia de cuerpos extraños en el ojo, irritantes ambientales, parásitos y defectos en la forma o el contorno del párpado, ya que estos factores también contribuyen a la conjuntivitis. Dado que la conjuntivitis puede tener múltiples causas, su veterinario puede prescribir una combinación de tratamientos.

Administración de gotas oftálmicas, perro

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