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Trastornos congénitos y hereditarios que afectan a múltiples sistemas orgánicos de los perros

PorDana G. Allen, DVM, MSc, DACVIM;Bert E. Stromberg, PhD;J. P. Dubey, MVSc, PhD;Paul Ettestad, DVM, MS;Jodie Low Choy, BVSc, BVMS, IVAS Cert;Joseph Taboada, DVM, DACVIM;Charles O. Thoen, DVM, PhD;John F. Timoney, MVB, PhD;Ian Rodney Tizard, BVMS, BSc, PhD, DSc (Hons), DACVM;Geoffrey W. Smith, DVM, PhD, DACVIM-LAIM;Martin E. Hugh-Jones, VetMB, MPH, PhD, MRCVS;Henry R. Stämpfli, DMV, Dr Med Vet, DACVIM-LAIM;Kate E. Creevy, DVM, MS, DACVIM-SAIM;Gad Baneth, DVM, PhD, DECVCP;Katharine F. Lunn, BVMS, PhD, DACVIM-SAIM;Reinhard K. Straubinger, DrMedVetHabil, PhD;Jodie Low Choy, BVSc, BVMS, IVAS Cert;Manuals Staff;Márcio Garcia Ribeiro, DVM, PhD;Thomas Wittek, Dr Med Vet, DECBHM;Yasuko Rikihisa, PhD;Janet E. Foley, DVM, PhD
Revisado/Modificado jun 2018

Se han descrito diversos defectos estructurales y funcionales en animales. Estos defectos congénitos suelen clasificarse según el sistema orgánico principalmente afectado, y muchos de ellos se tratan en este libro en la sección del sistema orgánico correspondiente. Los recién nacidos con defectos han sobrevivido a un acontecimiento perturbador durante el desarrollo embrionario o fetal. Un desarrollo defectuoso también puede causar la pérdida del embrión, la muerte del feto, momificación, aborto, muerte fetal, un recién nacido sin capacidad de vivir o defectos de nacimiento. Cuando una anomalía está presente al nacimiento, se llama trastorno congénito.

Defectos congénitos y hereditarios frecuentemente descritos en los perros

También se han descrito muchas otras afecciones congénitas y hereditarias en los perros, aunque son menos frecuentes. Para obtener más información, consulte los capítulos sobre sistemas orgánicos individuales.

La sensibilidad a los agentes ambientales o a las anomalías genéticas varía según la etapa de desarrollo y la especie, y disminuye con la edad del feto. El ovocito fertilizado es resistente a agentes o factores que causan o aumentan las posibilidades de un defecto congénito (teratógenos), pero es sensible a mutaciones genéticas y cambios en los cromosomas. El embrión es muy sensible a los teratógenos, pero esta sensibilidad disminuye con la edad a medida que se superan los periodos críticos del desarrollo de los diversos órganos o sistemas y aparatos. El feto se vuelve cada vez más resistente a los teratógenos, excepto las estructuras que se desarrollan más tarde, como el cerebelo, el paladar, el aparato urinario y los genitales.

La frecuencia de los defectos individuales varía con la especie, la raza, la localización geográfica, la estación del año y otros factores ambientales. Se estima que se produce a una tasa del 0,2 al 3,5 % de todos los nacimientos caninos. Los defectos congénitos y hereditarios comúnmente descritos en los perros incluyen defectos neurológicos, defectos oculares, defectos cardiacos, defectos del músculo esquelético, fallo de uno o ambos testículos para descender al escroto (conocido como criptorquidia) y anomalías en la cadera y el codo. La mayoría de los defectos congénitos no tienen una causa claramente establecida; otros están causados por factores genéticos o ambientales o por la interacción entre estos factores.

Factores genéticos

Los defectos hereditarios resultantes de genes mutantes o de anomalías cromosómicas tienden a presentarse en patrones de herencia. Dichos patrones incluyen los dominantes (en los que el defecto se producirá si cualquiera de los padres proporciona un gen anormal a su descendencia), los recesivos (en los que ambos padres deben proporcionar un gen anormal) u otros, como los ligados al sexo (en los que el gen está asociado al cromosoma X y no al cromosoma Y).

Algunas enfermedades o trastornos comunes causados por defectos genéticos incluyen deficiencias de determinadas enzimas que dan lugar a la incapacidad del organismo para realizar funciones metabólicas normales y anomalías cromosómicas que pueden producir esterilidad, crecimiento anormal, aumento de la mortalidad embrionaria o reducción del tamaño de la camada. Los virus, ciertos fármacos y la radiación son causas frecuentes de daño cromosómico.

La compleja interacción entre los factores genéticos y ambientales se está estudiando y poco a poco se va comprendiendo mejor.

Factores ambientales

Los factores que tienden a producir anomalías en la formación incluyen plantas tóxicas, infecciones víricas que se producen durante la gestación, fármacos, oligoelementos, deficiencias nutricionales y agentes físicos como la radiación, la temperatura corporal anormalmente elevada y la posición uterina. Estos factores pueden ser difíciles de identificar, suelen seguir patrones estacionales y de estrés, y pueden estar relacionados con una enfermedad materna. No siguen el patrón de herencia familiar que muestran los cambios genéticos.

Consulte también el contenido para veterinarios sobre trastornos congénitos y hereditarios.