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Trastornos congénitos y hereditarios del aparato digestivo de los perros

PorStanley I. Rubin, DVM, MS, DACVIM
Última revisión/modificación may 2018

Las anomalías congénitas son afecciones con las que nace un animal; a menudo se denominan "defectos de nacimiento". Algunas de estas afecciones son hereditarias y tienden a producirse dentro de familias o razas particulares, mientras que otras están causadas por sustancias químicas o lesiones durante la gestación. Para otras se desconoce la causa. Algunas de las anomalías congénitas más comunes del tracto digestivo en perros se describen a continuación.

Boca

El paladar hendido o labio leporino está causado por un defecto en la formación de la mandíbula y la cara durante el desarrollo embrionario. Causa un espacio o fisura en el centro del labio, el techo de la boca (paladar duro) o ambos. A menudo, esta afección deja un espacio abierto a través del techo de la boca hacia las vías respiratorias. La gravedad de estos defectos es muy variable. Suelen estar afectados el labio superior y el paladar; una fisura en el labio inferior es rara.

Algunas especies son más propensas que otras al paladar hendido. El defecto es más frecuente en Beagles, Cocker Spaniels, Teckels, Pastores Alemanes, Labradores Retriever, Schnauzers y Pastores de Shetland. Las razas de perros con cabezas cortas (braquicéfalas) pueden tener hasta un 30 % de riesgo para este trastorno. La mayoría de los casos son hereditarios, aunque también se han sugerido como causas las deficiencias nutricionales durante la gestación, la exposición a fármacos o sustancias químicas, las lesiones del feto y algunas infecciones víricas durante la gestación.

El paladar hendido o el labio leporino se suele detectar poco después del nacimiento, cuando el cachorro puede tener problemas para mamar. Por ejemplo, se puede ver leche goteando de las fosas nasales o el cachorro puede tener dificultad para mamar y tragar. El veterinario puede identificar fácilmente el problema examinando la boca del cachorro. Los cachorros afectados necesitan cuidados intensivos de enfermería, incluyendo la alimentación manual o por sonda y posiblemente antibióticos para tratar las infecciones respiratorias. La corrección quirúrgica es necesaria y tiene más éxito cuando los cachorros tienen al menos 12 semanas de edad. Se utilizan diversas técnicas quirúrgicas y la tasa de éxito en perros está mejorando. La decisión de realizar la cirugía debe tomarse con cuidado y el animal afectado se debe esterilizar o castrar para evitar transmitir el defecto a su descendencia.

¿Qué es una raza de perro braquicéfala?

"Braquicéfalo" proviene de las palabras griegas que significan "corto" y "cabeza". El término se refiere a las razas que pueden describirse como de cara corta o "aplastada". Debido a su estructura única de la cabeza, estas razas pueden ser propensas a ciertas anomalías respiratorias, dentales y oculares.

Algunos ejemplos de razas de perros braquicéfalas incluyen las siguientes:

  • Boston Terrier.

  • Boxer.

  • Bulldog.

  • Pequinés.

  • Carlino.

  • Shih Tzu.

El braquignatismo (también llamado sobremordida) se produce cuando la mandíbula inferior es más corta que la superior. Puede ser un problema menor o un defecto grave según el grado de anomalía. Los casos leves pueden no causar problemas. Los casos más graves pueden causar daño en el paladar duro (techo de la boca) o restricción del crecimiento normal de la mandíbula. Los colmillos inferiores a menudo se extraen o acortan para evitar este daño. Para tener mejores posibilidades de éxito, este tratamiento debe realizarse a una edad temprana.

El prognatismo (también llamado submordida) se produce cuando la mandíbula inferior es más larga que la superior. Esta característica es normal en algunas razas (p. ej., Boxers, Bulldogs, Carlinos y otras razas con cabezas acortadas) y no suele necesitar tratamiento.

La anquiloglosia (también llamada "lengua atada") se produce en los perros Pastores de Anatolia. Estos perros tienen una lengua con muescas o en forma de W que causa dificultad para comer, beber, mamar o lamer. Se puede realizar una cirugía correctiva. Los perros afectados se deben esterilizar o castrar para no transmitir la afección a la descendencia.

La microglosia hace referencia al desarrollo incompleto o anómalo de la lengua. La afección en los perros a menudo se conoce como "lengua de pájaro". Los cachorros afectados tienen dificultad para mamar y no crecen adecuadamente. El examen de la boca revela que faltan partes de la lengua o que están poco desarrolladas. El trastorno suele ser mortal.

La macroglosia, o lengua grande, puede darse con otros defectos de nacimiento en los Teckel.

Algunos Shar Peis tienen una afección llamada síndrome del labio apretado en la que el labio inferior cubre los dientes frontales inferiores y se pliega sobre los dientes hacia la lengua. El contacto entre los dientes frontales superiores y el labio inferior empeora la posición del labio y puede hacer que los dientes frontales inferiores se desplacen. Morder repetidamente el labio inferior también es doloroso para los perros. Esta afección se puede corregir mediante cirugía. Los perros afectados se deben esterilizar o castrar para que no transmitan la afección a sus cachorros.

Braquignatismo y prognatismo, perro

Dientes

En la mayoría de los animales es raro tener muy pocos dientes, aunque en los perros, los molares y premolares pueden no desarrollarse o no erupcionar. En los perros, los dientes de más se ven con más frecuencia en el maxilar superior. Aunque es raro, a veces una sola yema dental se partirá para formar dos dientes. El resultado puede ser el apiñamiento y la rotación de los dientes; este trastorno requiere la extracción del diente para prevenir o corregir las anomalías de la mordida que pueden dar lugar a más problemas dentales.

La pérdida tardía de los dientes deciduos ("de leche") en los perros es común, especialmente en perros de razas pequeñas. Los dientes que no se caen se interponen en el camino de los dientes permanentes que están comenzando a erupcionar debajo de ellos, alterando la posición de los dientes permanentes en tan solo 2 o 3 semanas. Esto da lugar a problemas de mordedura o atrapamiento de alimentos, lo que produce enfermedades de los dientes y las encías. Por estas razones, su veterinario debe extraer los dientes deciduos retenidos tan pronto como sea posible.

Las anomalías en la colocación o la forma de los dientes se describen en varias razas de perros. El efecto sobre la salud de un animal es variable y se basa en la gravedad. En ciertas razas de perros con cabezas cortas y aplanadas (razas braquicéfalas), el tercer premolar superior, el primer molar inferior y ocasionalmente otros dientes pueden rotar. Por lo general, esto carece de importancia clínica, pero puede requerir la extracción de algunos dientes implicados si se produce apiñamiento o alteraciones en la oclusión.

El desarrollo anormal del esmalte dental (la superficie externa dura del diente) puede estar causado por fiebre, traumatismo, malnutrición, envenenamiento, defectos congénitos o infecciones, como el virus del moquillo. Los daños del esmalte dependen de la gravedad y la duración de la causa y pueden ir desde las picaduras hasta la ausencia de esmalte con un desarrollo dental incompleto. Los dientes afectados son propensos a la acumulación de placa y sarro, que dan lugar a la caries dental. A veces se utiliza la restauración con resina para cubrir los defectos, aunque la higiene dental cuidadosa y los cuidados en casa son fundamentales para reducir la incidencia de complicaciones. También puede producirse decoloración del esmalte. La administración de antibióticos de tetraciclina a hembras gestantes o a cachorros menores de 6 meses de edad puede producir una coloración permanente pardo amarillenta de los dientes.

Quistes de la cabeza y el cuello

Los quistes (bultos) en la cabeza y el cuello pueden estar causados por defectos durante el desarrollo fetal. Estos quistes son poco frecuentes. Su veterinario necesita distinguirlos de los abscesos o bultos causados por una infección u otra enfermedad. Estos quistes tienden a producirse en localizaciones específicas y pueden tener un tacto característico, lo cual puede ayudar al veterinario a diagnosticar su causa. Las pruebas, como radiografías, ecografía, videoendoscopia y TC, también pueden ser necesarias para el diagnóstico. El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica del quiste o quistes.

Esófago

El tubo muscular que va desde la parte posterior de la boca hasta el estómago se conoce como esófago. Algunas anomalías congénitas del esófago observadas en perros incluyen el megaesófago, anomalías del anillo vascular y acalasia cricofaríngea ( ver la Tabla: Trastornos esofágicos congénitos de los perros). Los signos de defectos en el esófago suelen incluir regurgitación y problemas para tragar. Estos signos son especialmente notables cuando su perro comienza a comer alimentos sólidos. Los alimentos regurgitados pueden entrar en los pulmones y causar neumonía grave. Estas afecciones se suelen diagnosticar con radiografías, por lo general realizadas después de que el perro ingiera un contraste líquido que aparece en la radiografía. También pueden ser necesarias otras pruebas especializadas. La corrección quirúrgica de algunas anomalías esofágicas (p. ej., las anomalías del anillo vascular, en las que los vasos sanguíneos anómalos rodean y constriñen el esófago) es eficaz si se realiza de forma precoz. Si no es así, el esófago puede resultar dañado permanentemente por el estiramiento causado por la comida atrapada. La alimentación de pequeñas cantidades de alimentos blandos en un recipiente elevado puede ayudar a los perros afectados. Aunque los perros levemente afectados pueden mejorar con el tiempo, el pronóstico suele ser malo.

A veces se forman pequeñas bolsas en el revestimiento del esófago, llamadas divertículos esofágicos. Los signos dependen de la gravedad y se observan solo en el 10-15 % de los casos. Cuando se producen, pueden causar acumulación de comida o inflamarse. En casos raros se rompen. El tratamiento (si es necesario) consiste en la extirpación quirúrgica de la bolsa. Este trastorno puede ser más frecuente en Bulldogs Ingleses.

Tabla
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Hernias

Una hernia es la protrusión de una porción de un órgano o tejido a través de una abertura anormal. Un tipo congénito común implica una abertura anormal en la pared del diafragma (la lámina de músculo que separa el tórax del abdomen) o el abdomen. El defecto puede permitir que los órganos abdominales pasen al tórax o formen bultos debajo de la piel. Las hernias pueden ser congénitas (presentes al nacimiento) o ser el resultado de una lesión. Los signos de una hernia varían de ninguno a graves y dependen de la cantidad de tejido herniado y de su efecto en el órgano afectado. Las hernias de hiato implican la extensión de parte del estómago a través del diafragma. Las hernias de hiato pueden ser "deslizantes" y producir signos (como pérdida de apetito, babeo o vómitos) que van y vienen. Las hernias se diagnostican mediante radiografía; a menudo se necesitan estudios de contraste (radiografías que incluyen colorantes especiales para delinear los órganos). La endoscopia puede utilizarse para diagnosticar las hernias de hiato deslizantes. En muchos casos, la corrección de una hernia que afecta al diafragma requiere cirugía. Sin embargo, el uso de preparados antiácidos y la modificación de la dieta pueden controlar los signos de una hernia de hiato, si son leves.

Tabla
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Las hernias que afectan a la pared abdominal se llaman umbilicales, inguinales o escrotales, según su localización ( ver la Tabla: Tipos de hernias en los caballos). El diagnóstico de las hernias umbilicales suele ser simple, especialmente si el veterinario puede empujar la hernia hacia atrás a través de la pared abdominal (lo que se denomina "reducción de la hernia"). Estas hernias se corrigen mediante cirugía. Las hernias pequeñas a menudo se corrigen al mismo tiempo que el perro se esteriliza o castra. La tendencia a desarrollar hernias puede ser hereditaria.

Estómago

Además de la hernia de hiato (véase anteriormente), la alteración más común del estómago que se sospecha que tiene una etiología hereditaria es la estenosis pilórica. Es probable que la estenosis pilórica sea hereditaria. Esta afección es el resultado del engrosamiento muscular del esfínter pilórico (la "salida" del estómago). El engrosamiento de esta abertura retrasa o bloquea el flujo de alimentos digeridos desde el estómago hacia el intestino delgado. Las razas afectadas incluyen las razas más pequeñas y aquellas con cabezas aplanadas y acortadas, especialmente Boxers, Bulldogs y Boston Terriers. Debido a que el flujo de comida fuera del estómago está restringido, los perros con esta afección a menudo vomitan comida durante varias horas después de comer. Aunque la modificación de la dieta y la medicación pueden ayudar, se suele recomendar la cirugía.

Intestino delgado y grueso

La mala digestión es una afección en la que ciertos alimentos no se digieren correctamente. La malabsorción se produce cuando los nutrientes no se absorben adecuadamente en el torrente sanguíneo. Estas afecciones a menudo causan problemas persistentes del aparato digestivo, que incluyen vómitos, pérdida de peso, diarrea o una combinación de estos signos. Hay muchas causas potenciales de mala digestión y malabsorción. Algunas son hereditarias; otras son adquiridas. La mayoría están asociadas con la inflamación de los intestinos (denominada enfermedad inflamatoria intestinal). Las afecciones hereditarias pueden producirse con mayor frecuencia en razas específicas. Por ejemplo, los Setter Irlandeses tienen una tendencia familiar a la sensibilidad a la proteína del trigo (gluten), con signos que aparecen ya a los 6 meses de edad. La sensibilidad al trigo se confirma y trata mediante la administración de dietas libres de gluten. La malabsorción y la mala digestión a menudo se tratan con una combinación de cambios en la dieta y medicación; el tratamiento exacto dependerá de la afección que se esté tratando. En ciertas afecciones en las que la pérdida de proteínas es grave (p. ej., en los Soft Coated Wheaten Terriers con enteropatía y nefropatía perdedoras de proteínas), ni los cambios en la dieta ni el tratamiento han demostrado ser eficaces, y el pronóstico es malo.

La enteropatía del Basenji causa inflamación grave de los intestinos y, a veces, en el estómago en Basenjis. Los signos incluyen diarrea y pérdida de peso. El diagnóstico de la enfermedad se basa en biopsias de tejido. El tratamiento incluye fármacos para suprimir el sistema inmunitario y dietas especiales, pero a menudo son ineficaces a menos que se inicien al principio de la enfermedad.

La linfangiectasia se produce debido a una anomalía en los vasos linfáticos del tracto digestivo. El trastorno causa pérdida de proteínas en el tracto digestivo de los Lundehund Noruegos, Yorkshire Terriers, Bichones Malteses, Rottweilers y Shar Peis. Puede estar presente al nacimiento o adquirirse más tarde en la vida. Se diagnostica mediante biopsias tisulares y descartando otras enfermedades intestinales que causan pérdida de proteínas. El tratamiento incluye medicamentos y el uso de dietas especializadas. Aunque es posible mejorar los signos de la enfermedad, el pronóstico a largo plazo es malo.

La insuficiencia pancreática exocrina (IPE) es un síndrome causado por la insuficiente síntesis y secreción de enzimas digestivas por el páncreas. Se produce en muchas razas, pero en especial en Pastores Alemanes y Collies de pelo largo. Para más información sobre la IPE, ver Insuficiencia pancreática exocrina.

La colitis granulomatosa (anteriormente llamada colitis ulcerosa histiocítica) se ha observado en Boxers, Bulldog Franceses y algunas otras razas. Se sospecha que un defecto hereditario en el sistema inmunitario de un perro da lugar a la inflamación del intestino grueso y a una infección bacteriana. Los signos incluyen diarrea sanguinolenta, esfuerzo para defecar y pérdida de peso. Estos signos se suelen producir en perros menores de 4 años. Las biopsias de tejido son necesarias para diagnosticar la afección. Los antibióticos suelen tener éxito para tratar la afección.

Varias malformaciones de los intestinos pueden producirse como defectos congénitos, incluyendo la duplicación de secciones del intestino o del recto, la incapacidad del recto para conectarse con el ano y las aberturas entre el recto y otras estructuras como la uretra o la vagina. Suele ser necesaria la corrección quirúrgica. La tasa de éxito depende de la extensión de la malformación.

Hígado

La anomalía hepática congénita más frecuente es la derivación portosistémica. En un animal sano, la sangre procedente de los intestinos es procesada por el hígado, que elimina las toxinas del torrente sanguíneo antes de que lleguen al cerebro u otros órganos. Sin embargo, en un animal con una derivación portosistémica, la sangre pasa por alto el hígado a través de uno o más "atajos" (derivaciones) y entra directamente en el sistema circulatorio general. Las razas con un riesgo aumentado de padecer este defecto incluyen el Yorkshire Terrier, el Schnauzer miniatura, el Cairn Terrier, el Bichon Maltés, el Bichon Habanero, el Scottish Terrier, el Carlino, el Lobero Irlandés, el Golden Retriever, el Labrador Retriever, el Pastor Alemán, el Pastor Ganadero Australiano, el Bobtail y el Caniche. Los signos de una derivación portosistémica incluyen trastornos del sistema nervioso y un retraso en el crecimiento y el desarrollo. En las últimas fases, el líquido que contiene proteínas puede acumularse en el abdomen, una afección llamada ascitis. Su veterinario también puede notar agrandamiento de los riñones y cálculos renales. El diagnóstico definitivo se establece mediante el uso de un colorante opaco para resaltar los vasos sanguíneos, seguido de radiografías. Este procedimiento puede identificar la localización de la derivación y determinar si es única o múltiple. También permite al veterinario evaluar si es posible la corrección quirúrgica. Los animales con múltiples derivaciones tienden a evolucionar mal.

La displasia microvascular hepatoportal es otro trastorno que provoca que la sangre entre en el sistema circulatorio sin ser desintoxicada por el hígado. En esta enfermedad, la derivación se produce dentro del propio hígado. El síndrome se produce con cierta frecuencia en los Cairn Terriers y los Yorkshire Terriers, y también se ha descrito en Bichones Malteses, Teckels, Caniches toy y miniatura, Bichones Frise, Pequineses, Shih Tzus, Norfolk y Norwich Terriers, Spaniels Tibetanos, Bichones Habaneros y Lhasa Apsos. Por lo general no causa signos, pero cuando se observan, son similares a los de los perros con una derivación portosistémica. Los perros que muestran signos pueden tratarse con medicación. La cirugía no es una opción porque la derivación está causada por muchos vasos sanguíneos pequeños, no uno solo prominente que pueda corregirse fácilmente.

La hepatopatía asociada al cobre es un defecto que causa acumulación de cobre en el hígado. Esto da lugar al desarrollo de hepatitis crónica y cirrosis hepática. Este trastorno se encuentra en Bedlington Terriers y produce insuficiencia hepática crónica en los perros mayores. También se observan perros portadores, que no presentan signos de la enfermedad pero que pueden transmitirla a sus cachorros. Los niveles elevados de cobre también se han observado como parte de la enfermedad hepática hereditaria de West Highland White Terriers, Skye Terriers, Dálmatas y Doberman Pinschers. Hay variaciones aparentes incluso dentro de las razas; por ejemplo, los niveles de cobre en el hígado son peores en los Bedlington y West Highland White Terriers de ascendencia norteamericana que en las mismas razas de Europa u otras regiones. El tratamiento consiste en el uso de fármacos que fijan el cobre (quelantes) o impiden su absorción, dietas bajas en cobre y otras medidas de apoyo dirigidas a ayudar a los animales con enfermedades hepáticas. Si su perro tiene una hepatopatía asociada al cobre, siga las instrucciones de su veterinario sobre la medicación, la dieta y otros tratamientos cuidadosa y completamente.

Otras anomalías del desarrollo hepático incluyen quistes hepáticos (hígado), que no suelen causar signos de enfermedad. Son importantes sobre todo porque deben diferenciarse de los abscesos en el hígado. Un veterinario que encuentre un quiste hepático a menudo querrá examinar los riñones, porque los quistes hepáticos suelen producirse junto con la enfermedad renal poliquística.

La hiperlipidemia es un nivel elevado de ciertos tipos de grasas en la sangre. Estas elevaciones pueden producirse por sí solas o como resultado de otra enfermedad. Los niveles elevados de triglicéridos (hipertrigliceridemia) se dan con frecuencia en los Schnauzers miniatura, especialmente a medida que envejecen. Los niveles elevados de colesterol (hipercolesterolemia) se han observado en Pastores de Brie, Collies de pelo largo, Pastores de Shetland, Doberman Pinschers y Rottweilers. Los signos de hiperlipidemia no siempre están presentes, pero cuando se observan incluyen vómitos, diarrea, pancreatitis, convulsiones, trastornos neurológicos y dolor abdominal. El tratamiento incluye cambios en la dieta y el manejo de la afección subyacente, si está presente.

Para más información

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