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Tuberculosis en los perros

PorDana G. Allen, DVM, MSc, DACVIM, Ontario Veterinary College;Bert E. Stromberg, PhD, Veterinary and Biomedical Sciences, College of Veterinary Medicine, University of Minnesota;J. P. Dubey, MVSc, PhD, Animal Parasitic Diseases Laboratory, Beltsville Agricultural Research Center, USDA;Paul Ettestad, DVM, MS, Epidemiology and Response Division, New Mexico Department of Health;Jodie Low Choy, BVSc, BVMS, IVAS Cert, Menzies School of Health Research; University Avenue Veterinary Hospital, Northern Territory, Australia;Joseph Taboada, DVM, DACVIM, Office of Student and Academic Affairs, School of Veterinary Medicine, Louisiana State University;Charles O. Thoen, DVM, PhD, Veterinary Microbiology and Preventive Medicine, College of Veterinary Medicine, Iowa State University;John F. Timoney, MVB, PhD, Department of Veterinary Science, College of Agriculture, Food and Environment, University of Kentucky;Ian Rodney Tizard, BVMS, BSc, PhD, DSc (Hons), DACVM, Department of Veterinary Pathobiology, College of Veterinary and Biomedical Sciences, Texas A&M University;Geoffrey W. Smith, DVM, PhD, DACVIM-LAIM, Zoetis;Martin E. Hugh-Jones, VetMB, MPH, PhD, MRCVS, School of Veterinary Medicine, Louisiana State University;Henry R. Stämpfli, DMV, Dr Med Vet, DACVIM-LAIM, Department of Clinical Studies, Ontario Veterinary College, University of Guelph;Kate E. Creevy, DVM, MS, DACVIM-SAIM, College of Veterinary Medicine & Biomedical Sciences, Texas A & M University;Gad Baneth, DVM, PhD, DECVCP, Koret School of Veterinary Medicine, Hebrew University, Rehovot;Katharine F. Lunn, BVMS, PhD, DACVIM-SAIM, Department of Clinical Sciences, College of Veterinary Medicine, North Carolina State University;Reinhard K. Straubinger, DrMedVetHabil, PhD, Institute for Infectious Diseases and Zoonoses, Department of Veterinary Sciences, Faculty of Veterinary Medicine, LMU;Jodie Low Choy, BVSc, BVMS, IVAS Cert, Menzies School of Health Research; University Avenue Veterinary Hospital, Northern Territory, Australia;Manuals Staff;Márcio Garcia Ribeiro, DVM, PhD, Department of Animal Production and Preventive Veterinary Medicine, Faculty of Veterinary Medicine and Animal Science, São Paulo State University (UNESP), Botucatu, SP, Brazil;Thomas Wittek, Dr Med Vet, DECBHM, University Clinic for Ruminants, Department of Farm Animals and Veterinary Public Health, University of Veterinary Medicine, Vienna;Yasuko Rikihisa, PhD, Department of Veterinary Biosciences, College of Veterinary Medicine, The Ohio State University;Janet E. Foley, DVM, PhD, Department of Medicine and Epidemiology, School of Veterinary Medicine, University of California, Davis
Revisado/Modificado jun 2018

    La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por bacterias del género Mycobacterium. La enfermedad afecta a prácticamente todas las especies de vertebrados y, antes de que se adoptaran medidas de control, era una enfermedad importante para las personas y los animales domésticos. Los signos y las lesiones suelen ser similares en todas las especies. Aunque suele definirse como una enfermedad debilitante a largo plazo, la tuberculosis tiene en ocasiones un curso repentino y rápidamente progresivo.

    Hay varias especies de bacterias que causan tuberculosis. Cada tipo se encuentra principalmente en una especie hospedadora, pero puede producir infección en otras especies hospedadoras. Los tipos que afectan a los perros incluyen Mycobacterium tuberculosis, Mycobacterium bovis y, ocasionalmente, el complejo Mycobacterium avium y Mycobacterium fortuitum.

    La inhalación de gotitas infectadas expulsadas de los pulmones de una persona o animal infectado es la vía habitual (aunque no la única) de infección. La ingestión, especialmente a través de alimentos o leche contaminados, también puede ser una fuente frecuente de infección.

    La mayoría de los perros infectados no presentan ningún signo, ya que el sistema inmunitario canino suprime activamente la bacteria. Cuando se produce la enfermedad, los signos suelen incluir tos crónica con dificultad para respirar o respiraciones rápidas y superficiales. Otros signos generalizados son emaciación progresiva, letargo, debilidad, falta de apetito y una fiebre baja y fluctuante.

    La enfermedad se transmite fácilmente a los humanos y a otros animales y representa un riesgo para la salud pública. Por lo tanto, el tratamiento de la tuberculosis en los perros se debe discutir con su veterinario. Si se sospecha que un perro tiene lesiones tuberculosas avanzadas, se debe declarar a las autoridades sanitarias apropiadas y el perro se debe eutanasiar.

    Consulte también el contenido para veterinarios sobre la tuberculosis en los perros.