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Patógenos y especies portadoras en las zoonosis

PorAnna Rovid Spickler, DVM, PhD
Última revisión/modificación feb 2023

Las enfermedades zoonóticas se deben a agentes patógenos que se mantienen en los animales pero que pueden transmitirse a humanos, causando enfermedades esporádicas y brotes. En raras ocasiones, un agente puede incluso adaptarse para circular en poblaciones humanas, como lo demuestra la pandemia de influenza H1N1 de 2009 en humanos, debida a un virus porcino. Los veterinarios deben ser conscientes de las enfermedades zoonóticas comunes para aconsejar a sus clientes y proteger a su personal.

Los agentes causales pueden incluir bacterias, virus, hongos, parásitos o priones. Dado que los microorganismos se transmiten más fácilmente entre hospedadores estrechamente relacionados, la mayoría de estos agentes son patógenos de los mamíferos. Los humanos y los primates comparten un número particularmente elevado de enfermedades. Las aves, reptiles, anfibios, peces e invertebrados también pueden ser fuentes de infección. Muchos de los agentes zoonóticos de los poiquilotermos son parásitos; sin embargo, estas especies también pueden ser portadoras de bacterias y virus zoonóticos, como la Salmonella, el Virus del Nilo Occidental y las Mycobacterium spp oportunistas.

Las personas son hospedadores fortuitos de muchas zoonosis; sin embargo, algunos agentes tienen reservorios tanto humanos como animales. En algunos casos, se detectan reservorios animales después de controlar una enfermedad en humanos. Se sabe, por ejemplo, que la fiebre amarilla tiene un ciclo selvático zoonótico en los primates no humanos, así como un ciclo urbano mantenido en las personas. El virus Zika, igualmente, parece tener un ciclo selvático zoonótico en África además del ciclo urbano de sus cepas asiáticas. Los animales silvestres se reconocen cada vez más como reservorios de zoonosis, incluidas algunas zoonosis que alguna vez se pensó que eran estrictamente patógenas de los animales de producción.

El término zoonosis inversa se refiere a la enfermedad causada por agentes patógenos en las que los humanos son reservorios y que pueden transmitirse a los animales. En algunos casos, estos agentes pueden infectar posteriormente a las personas. Por ejemplo, Mycobacterium tuberculosis, el agente de la tuberculosis humana, puede colonizar la ubre bovina y excretarse en la leche.

La aparición de un patógeno tanto en personas como en animales no siempre significa que se trate de una zoonosis significativa. Algunas enfermedades se adquieren del medio ambiente, y la transmisión entre animales o humanos hospedadores está ausente o se produce muy raramente y bajo unas condiciones poco usuales. Estas se consideran infecciones comunes en las personas y en los animales, más que verdaderas zoonosis. La histoplasmosis, la blastomicosis y la coccidioidomicosis, por ejemplo, se adquieren por inhalación de los microconidios de los hongos del suelo; sin embargo, los organismos existen como levaduras en los tejidos. Algunos agentes, como Candida spp, son comensales generalizados en personas y animales sanos y pueden causar enfermedad cuando el hospedador se debilita. Aunque estos microorganismos pueden transmitirse de los animales a las personas, esta transferencia tiene poca importancia epidemiológica. No obstante, los escasos informes de transmisión zoonótica de algunos de estos microorganismos indican que no deben descuidarse las precauciones habituales para el control de la infección, especialmente durante la exposición a altas concentraciones del patógeno en los tejidos.

La comprensión de qué agentes infecciosos son zoonóticos está en constante evolución. En algunos casos, la percepción de que ciertos organismos eran zoonóticos ha cambiado, particularmente mediante el uso de técnicas genéticas. Por ejemplo, hace tiempo se pensó que Streptococcus agalactiae se adquiría de los animales, pero ahora se sabe que la mayoría de las infecciones en humanos se deben a S agalactiae distintas de las cepas animales. Sin embargo, este microorganismo resurgió recientemente como un problema zoonótico cuando causó un gran brote de enfermedad relacionada con el consumo de pescado crudo. El microorganismo causal parece ser un genotipo particular de S agalactiae (ST283) que puede estar asociado con peces de agua dulce. Algunos agricultores también se han visto colonizados por cepas de S agalactiae que parecen idénticas a las de su ganado.

Puntos clave

  • Las enfermedades zoonóticas se comparten entre los humanos y los animales y pueden deberse a bacterias, virus, hongos, parásitos y priones.

  • Los agentes zoonóticos se producen en mamíferos, marsupiales, aves, reptiles, anfibios, peces e invertebrados.

  • Los microorganismos transportados por humanos pueden transmitirse a los animales (zoonosis inversas) y pueden volverse a adquirir de esa fuente.

  • Ciertos microorganismos tienen algunos genotipos que se mantienen principalmente en humanos y otros genotipos que se mantienen en los animales, pero que ocasionalmente pueden ser zoonóticos.

Para más información

  • Consulte también la información para propietarios sobre las zoonosis.