La dermatitis es un término inespecífico que suele usarse hasta que la anamnesis dermatológica, los signos clínicos y la exploración física permiten definir el problema con mayor precisión. Los problemas dermatológicos son una categoría importante de hallazgos clínicos que pueden estar causados por diversas enfermedades de la piel; muchas enfermedades cutáneas parecen similares y se diferencian trabajando con tablas de diagnóstico y un proceso de eliminación.
Los problemas dermatológicos más frecuentes son:
Prurito.
Alopecia.
Descamación y costras.
Nódulos o tumores.
Olor.
Otitis.
Erosiones y ulceraciones.
Heridas que no cicatrizan.
En algunas especies, como los gatos, puede haber patrones de reacción bien reconocidos que la literatura antigua llamaba "problemas", pero que ahora se reconocen como signos clínicos. Estos incluyen:
Alopecia felina simétrica.
Prurito de cabeza y cuello.
Lesiones eosinofílicas exudativas ulcerativas.
Dermatitis miliar.
Granulomas verdaderos.
Definir el principal problema dermatológico ayudará a crear una lista diagnóstica diferenciada específica y a la selección de pruebas diagnósticas apropiadas. El problema dermatológico del animal puede ser o no la principal queja del propietario. Es importante ser sensible a la percepción de los propietarios sobre los problema o a sus quejas, especialmente si afectan al olor o la estética, y abordarlos (p. ej., el baño para minimizar el olor mientras la clave del problema se está evaluando).