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Dermatitis alérgica por pulgas en perros y gatos

PorMichael W. Dryden, DVM, PhD, DACVM
Revisado/Modificado abr 2021

La dermatitis alérgica por pulgas es una enfermedad inmunitaria causada por la inyección de antígenos de las glándulas salivales de las pulgas mientras se alimentan del animal hospedador. Los signos clínicos primarios son prurito y lesiones papulocostrosas distribuidas en la parte inferior del lomo, la cola y la parte caudal e interna de los muslos en los perros, o prurito y dermatitis papular en la cara, el cuello y el lomo en los gatos. El diagnóstico puede basarse en los signos clínicos, el hallazgo de pulgas y los resultados de las pruebas cutáneas intradérmicas. El control se basa en el tratamiento y la prevención de las infestaciones por pulgas, junto con el tratamiento de apoyo para la dermatitis.

La dermatitis alérgica por pulgas (DAPP) o la hipersensibilidad por picadura de pulga es la enfermedad dermatológica más común en los perros domésticos de EE. UU. Los gatos también desarrollan DAPP, que es una de las principales causas de dermatitis miliar felina. La DAPP tiene mayor prevalencia en verano, aunque en los climas cálidos las infestaciones por pulgas pueden persistir durante todo el año. En regiones del norte de climas templados, la estrecha asociación entre las mascotas y sus pulgas con las viviendas humanas crean las condiciones que permiten que el problema dure todo el año. Las temperaturas extremas y la humedad baja tienden a inhibir el desarrollo de las pulgas.

Cuando se alimentan, las pulgas inyectan saliva que contiene diversos compuestos histamínicos, enzimas, polipéptidos y aminoácidos que poseen una amplia gama de tamaños (40-60 kD) e inducen reacciones de hipersensibilidad basófila, de tipo I y tipo IV. Los perros que no hayan tenido nunca pulgas y sean expuestos de manera intermitente a sus picaduras desarrollan reacciones inmediatas (15 min), retardadas (24-48 h), o ambas, y niveles detectables de anticuerpos circulantes de IgE e IgG frente a las pulgas. Los perros expuestos continuamente a la picadura de las pulgas tienen niveles bajos de estos anticuerpos circulantes o bien no desarrollan reacciones cutáneas o las desarrollan más tarde y en un grado considerablemente reducido. Esto podría indicar que la tolerancia inmunológica puede desarrollarse naturalmente en perros expuestos continuamente a picaduras de pulga. Aunque la fisiopatología de la DAPP en los gatos es poco conocida, pueden existir mecanismos similares.

Hallazgos clínicos de la dermatitis alérgica por pulgas en perros y gatos

Los signos clínicos asociados a la DAPP son variables y dependen de la frecuencia de la exposición a las pulgas, la duración de la enfermedad, la presencia de enfermedades secundarias u otras enfermedades cutáneas concomitantes, el grado de hipersensibilidad y los efectos de tratamientos previos o en curso. Los animales no alérgicos pueden no presentar más signos clínicos que el rascado ocasional debido a las molestias causadas por las picaduras de las pulgas. Los pacientes que son alérgicos suelen presentar una dermatitis caracterizada por prurito.

En los perros, el prurito asociado a la DAPP puede ser intenso y puede manifestarse en todo el cuerpo. Los signos clínicos clásicos son lesiones papulocostrosas distribuidas por la región dorsocaudal del tronco, la base de la cola y la parte caudal e interna de los muslos. En los perros pueden ser especialmente sensibles los flancos, la parte caudal y medial de los muslos, el abdomen ventral, la región dorsocaudal del tronco, el cuello y las orejas. Los perros afectados pueden mostrarse nerviosos e incómodos, pasan mucho tiempo rascándose, frotándose, mordiéndose y lamiéndose la piel. El pelo puede estar teñido de marrón por el lamido y con frecuencia está roto. Entre las lesiones secundarias comunes se observan áreas de alopecia, eritema, hiperpigmentación, descamación, pápulas y papulocostras cubiertas por una costra marrón rojiza. El lomo y la región de la base de la cola suelen ser las primeras zonas afectadas donde se evidencian más las lesiones. A medida que la DAPP progresa y se vuelve crónica, las áreas afectadas se vuelven alopécicas, liquenificadas e hiperpigmentadas, y se producen infecciones secundarias bacterianas y por hongos.

Los perros sumamente sensibles presentan extensas áreas de alopecia, eritema y autotraumatismos. También puede producirse una dermatitis húmeda traumática (puntos calientes). A medida que la enfermedad se torna crónica, el perro puede desarrollar alopecia generalizada, seborrea grave, hiperqueratosis e hiperpigmentación.

En los gatos, los signos clínicos varían de mínimos a graves, según el grado de sensibilidad. La lesión primaria es una pápula, que con frecuencia evoluciona a costra. Esta dermatitis miliar se suele encontrar en el lomo, el cuello y la cara. Las lesiones miliares no son picaduras de pulga, sino una manifestación de una reacción alérgica sistémica que conduce a un prurito generalizado y a una erupción eccematosa. El prurito puede ser grave, y se manifiesta por lamido repetido, rascado y mordisqueo. Los gatos con DAPP pueden presentar alopecia, dermatitis facial, dermatitis exfoliativa y dermatitis dorsal.

Diagnóstico de la dermatitis alérgica por pulgas en perros y gatos

  • Evaluación clínica de la pérdida de pelo y la presencia de pulgas

  • Prueba cutánea intradérmica

Se deben considerar varios factores en el diagnóstico de DAPP, incluidos los antecedentes, los signos clínicos, la presencia de pulgas o sus excrementos, los resultados de las pruebas intradérmicas y la exclusión de otras causas de enfermedad dermatológica.

Los signos clínicos asociados a la DAPP son variables y dependen de la frecuencia de la exposición a las pulgas, la duración de la enfermedad, la presencia de enfermedades secundarias u otras enfermedades cutáneas concomitantes, el grado de hipersensibilidad y los efectos de tratamientos previos o en curso. Los animales no alérgicos pueden no presentar más signos clínicos que el rascado ocasional debido a la molestia de las picaduras de las pulgas. Los animales que son alérgicos suelen presentar una dermatitis caracterizada por prurito. En los perros, el prurito asociado a la DAPP puede ser intenso y puede manifestarse en todo el cuerpo. En los perros afectados pueden ser especialmente sensibles los flancos, la parte caudal y medial de los muslos, el abdomen ventral, la región dorsocaudal del tronco, el cuello y las orejas. La masticación, lamido y el rascado de estas áreas suelen ser evidentes. El pelo puede presentar tinción marrón por el lamido y a menudo se rompe. Los perros sumamente sensibles presentan extensas áreas de alopecia, eritema y autotraumatismos.

La mayoría de los casos se dan al final del verano, lo que corresponde al pico de población de pulgas. En estos casos, la historia puede ser altamente sugerente. La edad de comienzo también es importante, ya que la DAPP normalmente no se produce antes del año de edad. La observación visual de las pulgas en la mascota infestada es útil para el diagnóstico. Resulta útil demostrar al propietario la presencia de pulgas o de excrementos de pulgas. Si se abre el manto a contrapelo, suelen aparecer excrementos de pulgas o pulgas que se desplazan rápidamente. Los excrementos de las pulgas son de color negro rojizo, cilíndricos y con forma de gránulos o de coma. Si se coloca en agua o sobre papel húmedo, el excremento se disuelve y produce un color marrón rojizo.

Es probable que los animales extremadamente hipersensibles estén prácticamente libres de pulgas debido al excesivo acicalamiento. En estos pacientes, normalmente es difícil encontrar indicios de pulgas, lo que dificulta convencer a los propietarios del problema. El uso de un peine antipulgas de dientes finos (32 dientes/2,5 cm) facilita el hallazgo de pulgas y sus excrementos. Examinar las camas de las mascotas para encontrar huevos, larvas y excrementos también es útil.

Las pruebas cutáneas intradérmicas pueden realizarse para respaldar un diagnóstico presuntivo de DAPP. Las reacciones positivas inmediatas se caracterizan por un habón de un diámetro de 3-5 mm mayor que el control negativo. Opcionalmente, una medición positiva de ronchas puede definirse como una respuesta que tiene un diámetro al menos igual al punto medio entre el tamaño de una reacción de control positiva y una negativa. Se recomienda observar si se produce una reacción inmediata (15-20 min) y, si es negativa, una reacción retardada a las 24 h. La reacción retardada puede no verse como un habón discreto, sino más bien como una reacción eritematosa difusa. Una reacción positiva no indica de manera concluyente que la enfermedad clínica sea una DAPP; solo indica que el animal es alérgico al antígeno de la pulga, ya sea por exposición presente o pasada. La fiabilidad de las pruebas intradérmicas cutáneas para diagnosticar la DAPP en gatos es variable.

Las pruebas serológicas de IgE dirigidas contra antígenos salivales específicos de pulgas pueden usarse para ayudar en el diagnóstico de la DAPP.

La DAPP debe diferenciarse de otras enfermedades dermatológicas. La presencia de pulgas o una reacción positiva a una prueba intradérmica no excluye la presencia de otra enfermedad dermatológica responsable de los signos clínicos. En los perros, los diagnósticos diferenciales incluyen dermatitis atópica, dermatitis por alergia alimentaria, sarna sarcóptica o demodécica, otros ectoparásitos y foliculitis bacteriana En los gatos, otras afecciones que pueden provocar dermatitis miliar incluyen parásitos externos (cheyletielosis, trombiculosis, sarna notoédrica y pediculosis), dermatofitosis, hipersensibilidad a fármacos, alergia alimentaria, dermatitis atópica, foliculitis bacteriana y dermatitis miliar idiopática.

Tratamiento y control de la dermatitis alérgica por pulgas en perros y gatos

  • El control se basa en la eliminación de las pulgas presentes en el paciente, la eliminación de la biomasa en las instalaciones del hogar y la prevención de futuras infestaciones.

  • Los cuidados de apoyo también pueden ser necesarios en los casos de DAPP, incluso cuando hay anemia posterior.

ver Ectoparasiticidas utilizados en pequeños animales.

Las medidas de control contra las pulgas han cambiado drásticamente a lo largo de los años. El desarrollo de insecticidas y reguladores del crecimiento de insectos (IGR, por sus siglas en inglés) con fórmulas de dosificación convenientes y actividad residual prolongada ha mejorado drásticamente el cumplimiento del propietario y ha ayudado a eliminar las infestaciones recidivantes. Los objetivos del control son la eliminación de las pulgas en el animal, la eliminación de la infestación ambiental y la prevención de la reinfestación posterior. El primer paso sigue siendo la eliminación de la infestación existente en el animal de compañía. La eliminación de las pulgas que se encuentran en el perro o el gato es necesaria para eliminar las molestias.

Una consideración común es la denominada tasa o velocidad de muerte de las pulgas en una mascota. No obstante, es importante diferenciar entre la velocidad de eliminación de infestaciones ya establecidas y la velocidad de eliminación de pulgas recién adquiridas después de que el producto haya sido aplicado. Cuando se trata a un perro o a un gato con una formulación aplicada por vía tópica, podría llevar varias horas (12-36 h) hasta que el compuesto se difunda lo suficiente o alcance una concentración sistémica adecuada para eliminar todas las pulgas existentes. Si se necesita una tasa de destrucción más rápida, puede ser deseable un aerosol antipulgas o un producto sistémico oral o tópico como el afoxolaner, el fluralaner, el lotilaner, el sarolaner o el espinosad.

Varios insecticidas disponibles proporcionan una excelente eliminación de las infestaciones por pulgas tanto en perros como en gatos, como el afoxolaner (solo perros), el dinotefurano, el fipronil, el fluralaner (solo perros), el imidacloprid, el indoxacarb, el lotinaler, el nitenpiram, el sarolaner, la selamectina y el espinosad.

El segundo paso es eliminar la infestación existente en el entorno de la mascota. Esto se puede lograr de varias formas: 1) la aplicación tópica de insecticidas residuales que eliminan las pulgas recién adquiridas (en las últimas 24 h) antes de que inicien la reproducción, 2) la administración tópica, inyectable u oral de IGR para detener la reproducción de la pulga, 3) la aplicación repetida de insecticidas y/o IGR sobre la explotación, o 4) combinaciones de todos ellos.

La administración de insecticidas residuales tópicos o sistémicos se han convertido en los métodos preferidos para eliminar las infestaciones por pulgas. Algunos de estos insecticidas han demostrado su capacidad para controlar muy eficazmente las pulgas en animales de compañía que viven en instalaciones infestadas. Los estudios de campo recientes han demostrado que el afoxolaner, el fluralaner, el lotilaner, el sarolaner, la selamectina y el espinosad, que son compuestos sistémicamente activos, pueden controlar eficazmente las infestaciones por pulgas, sin necesidad de un tratamiento local. Las infestaciones por pulgas se pueden eliminar mediante el uso regular mensual de abordajes transdérmicos y orales-sistémicos, porque la mayoría de las pulgas mueren antes de que puedan producir la siguiente generación. Sin embargo, incluso si el insecticida sistémico o transdérmico utilizado es eficaz al 100 %, el control de una infestación existente por lo general requerirá 2-3 meses debido a las etapas de vida de las pulgas que hay en el medio ambiente.

Los productos antipulgas tópicos no sistémicos más antiguos, aunque a menudo son eficaces, a veces pueden no eliminar una infestación. Cuando esto ocurre, puede haber varias razones para el fallo:

  1. Actividad residual <100 % dentro del período de tiempo indicado

  2. La tasa de muerte de pulgas disminuye durante la tercera o cuarta semana

  3. Reaplicación del producto tardía o poco frecuente.

  4. Infradosificación simple

  5. Eliminación mecánica de insecticidas hidrosolubles durante el baño o la natación

  6. Desarrollo de resistencia a insecticidas

Algunos de los productos de pulgas residuales actualmente disponibles pueden no ser 100 % efectivos contra todas las cepas de pulgas de gato entre los periodos de reaplicación debido a la variabilidad genética de las diferentes poblaciones de pulgas. Muchos de los factores que permiten que las infestaciones de pulgas persistan podrían conducir a la selección genética de poblaciones de pulgas resistentes. Las pulgas que sobreviven pueden ser capaces de producir huevos viables. La reproducción continuada debe frenarse para prevenir infestaciones permanentes de pulgas y la selección de pulgas resistentes.

La reproducción se puede prevenir mediante la administración de IGR tópicos o sistémicos, que proporcionan una actividad ovicida residual prolongada, lo que interrumpe el desarrollo futuro de pulgas incluso después de que la actividad residual de un insecticida haya disminuido. La aplicación de metopreno o piriproxifeno al pelaje de perros y gatos mata rápidamente los huevos de pulgas en desarrollo, además de la actividad ovicida residual. La combinación de fipronil/(S)-metopreno u otros productos adulticidas/ovicidas ha demostrado actividad contra pulgas adultas y proporciona una actividad ovicida residual prolongada, lo que reduce el potencial de selección genética selección de resistencia. No solo se ha demostrado que los IGR aplicados tópicamente son ovicidas, sino que el lufenurón administrado PO o inyectable (solo en gatos) también proporciona actividad ovicida. Aunque no es un IGR, la selamectina también demuestra actividad ovicida en gatos.

Muchos propietarios piensan erróneamente que los productos antipulgas matan a todas las pulgas recién adquiridas en cuestión de segundos o minutos o las repelen por completo. Pero la repelencia a veces puede ser inexistente y los productos residuales no matan a la mayoría de las pulgas en minutos. A menudo, las pulgas pueden vivir 6-24 h y consumir sangre antes de morir. Por lo tanto, un examen minucioso de los animales de compañía tratados en un entorno infestado da lugar ocasionalmente a algunos avistamientos de pulgas en animales de compañía durante un periodo de hasta 8 semanas y, en ocasiones, más tiempo hasta que se elimine la infestación. Una complicación adicional para los propietarios de mascotas es la infestación del jardín por animales silvestres, gatos y perros asilvestrados u otras mascotas infestadas. A menudo, los propietarios tratan a sus animales, pero no se dan cuenta de que el entorno que frecuentan sus mascotas puede estar constantemente infestado de pulgas por animales silvestres (especialmente gatos). Incluso cuando las mascotas salen al aire libre por periodos breves, son susceptibles de infestarse. Además, las personas pueden actuar como portadores, trayendo pulgas al hogar e infestando a las mascotas desprotegidas.

En los casos de infestaciones masivas o alergias graves en animales de compañía y humanos, puede ser necesario el tratamiento de las instalaciones. Los propietarios de mascotas deben comenzar llevando a cabo un programa de control mecánico. Los procedimientos útiles incluyen lavar mantas, tapetes y jaulas para mascotas; además, las áreas donde duermen y descansan las mascotas deben aspirarse completamente para ayudar a eliminar los huevos y las larvas de pulgas. Los cojines de los asientos y las fundas de los sofás y sillas se deben quitar y aspirar, y se ha de prestar especial atención a las grietas y a las áreas debajo de los sofás o camas donde los huevos de pulgas y las heces pueden caer de la mascota y acumularse. Las trampas para pulgas de luz intermitente también pueden ser beneficiosas. El objetivo general de la intervención mecánica es reducir la biomasa preexistente de las etapas de vida inmadura y adulta en las instalaciones.

Además, el tratamiento de las instalaciones con adulticidas y RCI puede ser aun así necesario en algunas infestaciones. El control puede lograrse usando insecticidas con actividad residual (o aplicaciones repetidas de insecticidas de acción corta) en combinación con un RCI para prevenir el desarrollo de huevos y larvas de pulga. El metopreno y el piriproxifeno son los IGR disponibles actualmente para la aplicación en instalaciones. Los insecticidas y los IGR se pueden aplicar mediante tratamientos pulverizadores de bomba manual o aerosoles presurizados o bien con aerosoles de liberación total o "nebulizadores". Durante la aplicación, la superficie de todas las alfombras debe tratarse adecuadamente. Los esfuerzos se han de dirigir a las zonas en las que se concentran los huevos y las larvas de pulga, como alfombras, rendijas, grietas en los suelos de parqué, detrás de los zócalos, debajo de los bordes de las alfombrillas, detrás de los muebles (camas, mesas y sofás) y dentro de los baños. En infestaciones intensas puede ser necesario un segundo tratamiento a los 7-10 días, debido a la eclosión continuada de las pulgas adultas que emergen de las crisálidas ocultas profundamente en las alfombras.

La eliminación de pulgas en el jardín puede ser un aspecto importante sobre el control de pulgas. Los tratamientos exteriores (p. ej., imidacloprid, ciflutrina, fenvalerato) deben concentrarse en las zonas de desarrollo de pulgas, incluso los microhábitats protegidos, como las casetas de perros, los garajes, los porches y en zonas de descanso de los animales bajo arbustos u otras zonas sombreadas. El rociado de productos de control de pulgas sobre el césped sin sombra por lo general no es efectivo y es una mala práctica ambiental.

A pesar de los esfuerzos de los propietarios de mascotas, la eliminación total de las pulgas puede no ser factible en algunas situaciones o puede que no se produzca lo suficientemente rápido como para controlar los signos clínicos de la DAPP. Se debe instaurar un tratamiento médico de apoyo para controlar el prurito y la enfermedad cutánea secundaria en animales hipersensibles. Con frecuencia son necesarios los glucocorticoides sistémicos para controlar la inflamación y el prurito asociados. Puede administrarse prednisona de corta duración o prednisolona a una dosis inicial de 0,5-1 mg/kg/día, reduciéndose posteriormente y utilizando dosis en días alternos hasta alcanzar la más baja posible que controle el prurito. Tan pronto como se consiga el control de las pulgas, puede interrumpirse el uso de glucocorticoides. La terapia antiinflamatoria nunca debe utilizarse como un sustituto del control de las pulgas.

La infección cutánea bacteriana secundaria puede estar asociada con la DAPP. Los antimicrobianos sistémicos se utilizan comúnmente para controlar la piodermia y así reducir la inflamación y el prurito asociados. La selección del antimicrobiano adecuado debe basarse en los resultados del cultivo y del antibiograma. La hiposensibilización consiste en administrar alérgenos a un animal hipersensible de forma regular en un intento de obtener un estado de no reactividad clínica a las picaduras de pulgas. La efectividad de los extractos de pulga entera disponibles hoy en día es controvertida.

Puntos clave

  • Muchos dueños de perros y gatos esperan que el tratamiento elimine inmediatamente la infestación por pulgas. Sin embargo, eso no es posible debido a la biomasa existente que se encuentra en las instalaciones, y la eliminación completa suele tardar 1-3 meses.

  • El control eficaz a largo plazo de las pulgas requiere evitar su reproducción.

  • Una vez erradicada la infestación, la mayoría de los dueños de mascotas dejan de administrar productos antipulgas. El control de las pulgas de por vida es muy recomendable para prevenir la reinfestación.

Para más información

  • Companion Animal Parasite Council: Flea guidelines

  • Consulte también la información para propietarios sobre la dermatitis alérgica por pulgas en perros y gatos.