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Pulgas de los gatos

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Última revisión/modificación ago 2018

Las pulgas son insectos pequeños sin alas que se alimentan de sangre animal. Además de ser una molestia, también pueden transmitir enfermedades y causar alergias o anemia. Hay más de 2200 especies de pulgas reconocidas por todo el mundo. En América del Norte, solo unas pocas especies infestan habitualmente a los animales domésticos. Dos especies comunes de pulgas son la pulga del gato (Ctenocephalides felis) y la pulga del perro (Ctenocephalides canis). Sin embargo, la mayoría de las pulgas que se encuentran tanto en perros como en gatos son pulgas de gato. Las pulgas causan graves irritaciones en los animales y los humanos. También pueden causar anemia (niveles bajos de glóbulos rojos) y transmiten una amplia variedad de enfermedades, incluyendo infestaciones por cestodos, infecciones bacterianas y por rickettsias similares al tifus.

Pulga del gato (Ctenocephalides felis)

Transmisión y ciclo biológico

Las pulgas del gato comienzan a reproducirse alrededor de 1-2 días después de la ingestión de sangre de un hospedador. Las hembras de pulgas ponen huevos mientras se alimentan y se mueven sobre la superficie de la piel. Una sola hembra de pulga puede producir hasta 50 huevos al día y unos 2000 en toda su vida. Los huevos son de color blanco nacarado, ovalados y diminutos. Se desprenden fácilmente del pelo y caen sobre la cama, las alfombras o el suelo, donde eclosionan en 1-6 días. Las larvas de pulga recién eclosionadas son móviles y de vida libre, y se alimentan de los desechos orgánicos que se encuentran en su entorno y de los excrementos de las pulgas adultas. Las larvas de las pulgas evitan la luz directa y se mueven activamente en el interior de las fibras de las alfombras o bajo los restos orgánicos (hierba, ramas, hojas o tierra).

Las larvas pueden secarse fácilmente, y la exposición a una humedad relativa inferior al 50 % las mata. Sin embargo, son capaces de moverse hasta 1 metro para encontrar lugares adecuados para su supervivencia. En interiores, las larvas de las pulgas sobreviven mejor en el entorno protegido de las fibras de las alfombras, en las grietas entre las tablas del suelo de madera y en los suelos de hormigón sin terminar en los sótanos húmedos. El desarrollo de las pulgas se produce al aire libre solo donde el suelo está sombreado y húmedo. La fase larvaria suele durar 5-11 días, pero se puede prolongar durante 2-3 semanas, según la disponibilidad de alimento y las condiciones ambientales.

Tras completar su desarrollo, la larva madura produce una crisálida similar a la de la seda, en la que se empupa. La pupa se desarrolla completamente en 1-2 semanas, pero la pulga adulta puede permanecer en el capullo durante varias semanas (e incluso hasta un año) hasta que llegue un hospedador adecuado. Cuando sale del capullo, puede sobrevivir 1-2 semanas antes de encontrar un hospedador del que alimentarse. Son las pulgas recién salidas y sin alimentar las que infestan a las mascotas y pican a las personas. Las pulgas no suelen abandonar a su hospedador a menos que se les obligue a salir con cepillado o insecticidas. Las pulgas del gato en cualquier etapa del ciclo biológico no pueden sobrevivir a las bajas temperaturas. Morirán si la temperatura ambiental cae por debajo de 3 °C durante varios días.

Según la temperatura y humedad, el ciclo biológico total de la pulga se puede completar en el corto tiempo de 12-14 días o durar hasta 350 días. Sin embargo, bajo la mayoría de condiciones, las pulgas completan su ciclo biológico en 3-8 semanas. Las pulgas se aparean después de alimentarse, y las hembras ponen huevos 1-2 días después de su primera ingesta de sangre.

Un gato o un perro infestado de pulgas puede introducir fácilmente las pulgas en un hogar donde depositan huevos que se convierten en pulgas emergentes. Luego infestan a otras mascotas y pican a las personas.

Dermatitis alérgica por pulgas

Cuando se alimentan, las pulgas inyectan saliva en el hospedador sobre el que viven. Muchos gatos son alérgicos a la saliva de las pulgas. Incluso los animales no alérgicos se rascan ocasionalmente debido a la molestia de las picaduras de pulgas. Los gatos con dermatitis alérgica a las pulgas presentan un picor que puede variar de mínimo a grave, según la sensibilidad del gato a la saliva de la pulga. Cuando se separa el pelo para inspeccionar la piel en busca de irritación, se verán pequeñas protuberancias sólidas. Este patrón de irritación se conoce como dermatitis miliar felina porque se asemeja a semillas de mijo pequeñas y redondas. Los bultos suelen extenderse por el dorso, el cuello y la cara. Pueden formar costras después de que el gato se dañe la piel al rascarse. Estos bultos no son picaduras de pulgas, sino una reacción alérgica generalizada a la picadura de las pulgas. La reacción alérgica hace que se desarrolle una erupción irregular y que todo el cuerpo del gato pique. El picor puede ser intenso, lo que hace que el gato se lama, se rasque y se muerda repetidamente la piel. Los gatos con dermatitis alérgica a las pulgas también pueden presentar una pérdida de pelo generalizada o una "franja de carrera" de inflamación de la piel a lo largo del lomo.

La mayoría de los casos de dermatitis alérgica por pulgas se producen a finales del verano, que corresponde al pico de las poblaciones de pulgas, aunque puede darse durante todo el año en climas más cálidos o en mascotas de interior. Los animales menores de 1 año no suelen tener dermatitis alérgica por pulgas. El diagnóstico se suele realizar mediante observación visual. Si se separa el pelo lentamente, a menudo se descubren los excrementos de las pulgas o las pulgas que se mueven rápidamente. Los excrementos de las pulgas son de color negro rojizo, cilíndricos y con forma de gránulos o de coma. Si se colocan en agua o sobre una servilleta de papel húmeda, los excrementos se disuelven y producen un color marrón rojizo. Las pulgas pueden no ser visibles en los gatos extremadamente alérgicos debido al aseo. En estos casos es útil peinar las pulgas y examinar la cama de la mascota en busca de huevos, larvas y excrementos. Los análisis de sangre que miden los anticuerpos contra los componentes de la saliva de la pulga también pueden ser útiles. La presencia de pulgas no excluye que otra enfermedad sea al menos parcialmente responsable del picor y el estado de la piel del gato.

Su veterinario puede realizar pruebas cutáneas para eliminar otras causas de picor y confirmar un diagnóstico de dermatitis alérgica por pulgas. Sin embargo, las pruebas cutáneas no siempre identifican de forma fiable la dermatitis alérgica por pulgas en los gatos. Otras enfermedades y afecciones que pueden causar signos similares incluyen la infestación por otros parásitos de la piel, la infección por tiña, la sensibilidad a la medicación, la alergia alimentaria, las alergias ambientales (dermatitis atópica) y las infecciones de los folículos pilosos.

Las medidas de control de pulgas han cambiado drásticamente en los últimos años. El control de pulgas antes requería la aplicación repetida de insecticidas en el gato y en las instalaciones. Recientemente se han desarrollado nuevos insecticidas y reguladores del crecimiento de insectos que proporcionan control residual y requieren menos aplicaciones. Los productos más eficaces son los que venden los veterinarios. Muchos se administran una vez al mes y controlan eficazmente las pulgas y otros parásitos. Mediante el uso de estos productos es posible eliminar una infestación por pulgas en un hogar; sin embargo, la cantidad de tiempo necesaria para lograr el control de las pulgas variará debido al ciclo biológico de la pulga y a las condiciones en el medio ambiente. Por lo general, el control de una infestación puede llevar de 2 a 3 meses. Es importante darse cuenta de que muchos de estos productos no repelen ni matan a las pulgas inmediatamente. Las pulgas pueden vivir y alimentarse de una mascota de 6 a 24 horas antes de que se las mate. Por lo tanto, todavía puede ver algunas pulgas en su gato hasta que se elimine la infestación ambiental.

La eliminación de las pulgas en el jardín puede ser un aspecto importante del control de pulgas. Los animales silvestres y los gatos y perros callejeros pueden traer pulgas a su jardín. Incluso las mascotas que solo salen al exterior durante periodos breves pueden infestarse. Además, las personas pueden traer pulgas involuntariamente a sus hogares. Los tratamientos de exteriores deben concentrarse en las principales zonas de desarrollo de las pulgas, incluidas las áreas sombreadas o húmedas como las casetas de los perros, dentro de los garajes, bajo los porches y en las zonas de descanso de los animales bajo los arbustos. La pulverización de productos de control de pulgas en una gran extensión de césped sin sombra suele tener un efecto limitado sobre las pulgas y es una mala práctica ambiental.

En los casos de infestaciones masivas por pulgas o de alergias graves a las pulgas de las mascotas o de los humanos, también puede ser necesario el tratamiento de la casa. Es útil lavar las mantas, las alfombras y los transportines de las mascotas. Aspire a fondo cualquier área donde sus mascotas duerman o descansen, prestando especial atención a las grietas en los sofás y sillas y a las áreas debajo de los sofás o camas. Los insecticidas para el hogar están disponibles en forma de aerosoles y nebulizadores; su veterinario puede recomendar un producto apropiado que sea seguro para su uso alrededor de los gatos. Se deben tratar las zonas donde se acumulan los huevos y las larvas de las pulgas, como la cama, los muebles, las alfombras, los pequeños espacios de los suelos de madera, detrás de los zócalos y dentro de los armarios. En las infestaciones graves puede ser necesario un segundo tratamiento 7-10 días después.

A pesar de estos esfuerzos, puede ser imposible eliminar completa o rápidamente las pulgas en algunas situaciones. En estos casos, los gatos con dermatitis alérgica por pulgas pueden necesitar tratamiento con medicamentos, como corticoesteroides. Puede ser necesario usar antibióticos para tratar infecciones cutáneas secundarias. Sin embargo, el tratamiento médico no es un sustituto apropiado de los métodos de control de pulgas.

Debe discutir los productos de control de pulgas con su veterinario y seleccionar uno que funcione bien para su gato y el entorno en el que vive.

Para más información

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