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Osteocondrosis de la babilla en caballos

PorStephen B. Adams, DVM, DACVS, Department of Veterinary Clinical Sciences, College of Veterinary Medicine, Purdue University;James K. Belknap, DVM, PhD, DACVS, Department of Veterinary Clinical Sciences, College of Veterinary Medicine, Ohio State University;Tracy A. Turner, DVM, DACVS, DACVSMR, Turner Equine Sports Medicine and Surgery;Jane C. Boswell, MA, VetMB, CertVA, CertES (Orth), DECVS, MRCVS;Peter Clegg, MA, Vet MB, DipECVS, PhD, MRCVS, Veterinary Teaching Hospital, School of Veterinary Sciences, University of Liverpool;Matthew T. Brokken, DVM, DACVS, DACVSMR, Department of Veterinary Clinical Sciences, College of Veterinary Medicine, The Ohio State University;Marcus J. Head, BVetMed;James Schumacher, DVM, DACVS, Department of Large Animal Clinical Sciences, College of Veterinary Medicine, University of Tennessee;John Schumacher, DVM, DACVIM-LAIM, Department of Clinical Sciences, College of Veterinary Medicine, Auburn University;Chris Whitton, BVSc, FANZCVS, PhD, Equine Centre, University of Melbourne
Revisado/Modificado sept 2015

    La osteocondrosis ( ver Osteocondrosis en caballos) es una causa frecuente de cojera de la babilla en caballos jóvenes. Las lesiones en la babilla se producen con mayor frecuencia en la cresta troclear lateral del fémur, pero también pueden aparecer en la cresta troclear medial, en el surco intertroclear o en la rótula. Las lesiones son a menudo bilaterales y probablemente se desarrollan en los primeros 6 meses de vida. En casos graves, el derrame articular y la cojera pueden ser evidentes en potros o potros de un año. En los casos menos graves, los signos clínicos pueden no ser evidentes hasta que el caballo comienza el trabajo deportivo. En casos leves, los signos clínicos pueden estar ausentes. La gravedad de la cojera varía desde inexistente a grave y suele ser de inicio agudo. Es frecuente el derrame de la articulación femororrotuliana. El diagnóstico puede confirmarse mediante la demostración de cambios radiográficos o ecográficos o mediante artroscopia.

    Se ha demostrado que las lesiones leves en potros se curan con un tratamiento conservador. Las lesiones más graves en los potros pueden requerir un desbridamiento artroscópico, pero se debe tener cuidado de no extirpar demasiado hueso subcondral. En los caballos con defectos más grandes o fragmentación, la cirugía artroscópica es el tratamiento de elección para eliminar los fragmentos osteocondrales y el cartílago mal adherido o suelto y para desbridar el hueso subcondral anormal.

    En caballos adultos el pronóstico después de la cirugía para volver a la salud deportiva es de regular a bueno, pero depende de la gravedad de las lesiones y del tamaño del defecto en el hueso subcondral.