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Disautonomía equina

(Enfermedad de los pastos)

PorCaroline N. Hahn, DVM, PhD, DECEIM, DECVN
Revisado/Modificado ene 2020

La disautonomía equina (enfermedad de los pastos) es una enfermedad caracterizada por la degeneración de las neuronas autónomas del encéfalo, ganglios y sistema nervioso entérico. Los signos clínicos incluyen hipomotilidad GI, ptosis, rinitis seca, anorexia y caquexia. La etiología no está clara, pero se asocia al acceso a hierba verde. El diagnóstico se facilita con la prueba del colirio de fenilefrina y se confirma con una biopsia rectal o de intestino delgado. No existe otro tratamiento que las medidas de apoyo. Algunos casos levemente afectados pueden sobrevivir.

Una disautonomía mortal de etiología desconocida, la enfermedad de los pastos equina, provoca una reducción notable de la motilidad GI debida a una degeneración generalizada del sistema nervioso autónomo. Se observa en todo el norte de Europa, y unos pocos casos se han diagnosticado en EE. UU. en la misma área geográfica (medio oeste) que tiene una elevada prevalencia de disautonomía canina.

La enfermedad de los pastos se observa a cualquier edad tras el destete y en cualquier época del año, pero la incidencia es más alta en primavera y en caballos de 2-7 años de edad. La mayoría de los casos son caballos jóvenes criados únicamente en pastos. Todos los équidos parecen ser sensibles. Las formas aguda, subaguda y crónica se clasifican según si la muerte se produce en 24 h, 7 días y >1 semana, respectivamente. Los casos crónicos pueden sobrevivir durante semanas o meses. Se desconoce la etiología exacta, pero se cree que el agente causal está asociado al pasto. Pueden estar implicadas toxinas de Clostridium botulinum.

Etiología de la disautonomía equina

Existe alguna evidencia que apoya una asociación con Clostridium botulinum de tipo C/D, y un antiguo estudio sugirió que la vacunación ayudaba a disminuir el número de casos.

Hallazgos clínicos de la disautonomía equina

Los caballos están afebriles y muestran taquicardia, íleo y cólico. Se suele observar sudor en zonas aisladas y fasciculaciones musculares finas sobre hombros y flancos, y puede producirse prolapso del pene. A los pocos días del inicio, los caballos adoptan una postura "hacia arriba", similar a la observada en la enfermedad de la neurona motora equina. En la enfermedad de los pastos, el caballo puede descansar sobre una extremidad; eso no se vería en casos de enfermedad de la neurona motora equina. A diferencia de la disautonomía felina, los reflejos pupilares y la producción de lágrima son normales.

La ptosis, con "pestañas caídas", tiende a ser pronunciada por la paresia de la musculatura lisa La rinitis seca (nariz seca) se desarrolla con frecuencia en casos crónicos y se considera indicadora de un mal pronóstico. Los caballos afectados suelen tener disfagia y disfunción esofágica, que causan babeo, dificultad para pasar un tubo gástrico, reflujo nasal del contenido gástrico y acumulación de contraste de bario en el esófago torácico.

Durante la palpación, el recto presenta una mucosa seca, pegajosa y con heces escasas y duras. En los casos más agudos se pueden observar las asas del intestino delgado distendidas y el colon agrandado e impactado. La dilatación/impactación ileal secundaria y el desplazamiento del colon mayor pueden ser rasgos confusos. La caquexia puede ser grave en casos crónicos; un adelgazamiento rápido se asocia a un mal pronóstico

Lesiones

En casos agudos, el estómago y el intestino delgado están marcadamente distendidos con líquido (lo que puede provocar rotura gástrica) y el intestino grueso está impactado. En casos crónicos, el tracto GI suele estar vacío. Todas las formas pueden presentar ulceración lineal del esófago y bolas fecales negruzcas y duras. Es característica una degeneración neuronal de las neuronas pre- y posganglionares, simpáticas y parasimpáticas. Se observa una distribución específica de neuronas motoras inferiores autónomas y somáticas cromatolíticas en el tronco encefálico y la médula espinal.

Diagnóstico de la disautonomía equina

  • Signos clínicos e historia, confirmados por biopsia de tejido rectal o ileal.

No se dispone de ninguna prueba diagnóstica fiable in vivo, pero la disfagia, taquicardia a pesar de los pocos signos de dolor, disminución de la motilidad del tracto GI, una postura recogida (casos crónicos) y ptosis son muy características.

Prueba de la gota ocular

La administración de fenilefrina diluida al 0,5 % en el ojo debe, en 20 minutos, dar lugar a una notable disminución de la ptosis (fácilmente evidenciable como una disminución en el ángulo de las pestañas con la cabeza cuando se observa desde la parte frontal).

Biopsias

Las biopsias de tejido del íleo y recto (de 1 cm de largo, preferiblemente biopsias fijadas en formol) pueden confirmar el diagnóstico si las examina un patólogo experto en lesiones de la enfermedad de los pastos.

La confirmación post mortem del diagnóstico depende del análisis histopatológico de los ganglios autónomos. Los ganglios cervicales craneales son los ganglios más accesibles en la exploración post mortem y se pueden encontrar en un pliegue de tejido mucoso en la pared caudal del compartimento medial de la bolsa gutural. Los cambios en el SNC son caracerísticos, pero hace falta un patólogo experto en neuropatología.

Tratamiento de la disautonomía equina

  • Cuidados de soporte.

Una parte de los casos levemente afectados (crónicos) puede sobrevivir con los cuidados adecuados. Se debe ofrecer una amplia variedad de alimentos para fomentar su ingesta.

Los casos agudos y subagudos no sobreviven y se deben eutanasiar por razones humanitarias. Se recomienda llevar a la cuadra a los animales en riesgo durante parte del día.

Puntos clave

  • La disautonomía equina es una enfermedad en la que se degeneran las neuronas simpáticas y parasimpáticas centrales y periféricas.

  • Los signos clínicos incluyen hipomotilidad GI, ptosis, rinitis seca, anorexia y caquexia. La etiología no está clara, pero se asocia al acceso a la hierba verde.

  • El diagnóstico se facilita con la administración de fenilefrina diluida al 0,5 % en un ojo

  • El diagnóstico definitivo requiere biopsia rectal o de intestino delgado.

  • No existe más tratamiento que las medidas de apoyo. Algunos casos levemente afectados pueden sobrevivir.

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