Cortesía del Dr. Autumn Davidson.
La parafimosis, es decir, la incapacidad de retraer completamente el pene dentro de la cavidad prepucial, se da con mayor frecuencia en perros después de la recolección manual de semen, y con menos frecuencia después de la monta natural. La piel del orificio prepucial se invierte, atrapando al pene exteriorizado y dificultando el drenaje venoso. Otras causas de parafimosis comprenden una apertura prepucial pequeña, priaprismo, cuerpos extraños alrededor del pene, una banda de pelo que constriñe el orificio prepucial (felino) o traumatismos. Con el examen físico, la parafimosis se diferencia fácilmente del priapismo (erección persistente sin estimulación sexual), del prepucio congénitamente corto con exposición secundaria del pene, neoplasia peniana o hematoma peniano.
La parafimosis justifica la intervención veterinaria si no se resuelve rápidamente. El pene expuesto se vuelve rápidamente edematoso dado que el retorno venoso está comprometido. Si continúa la exposición, la mucosa se vuelve seca y dolorosa. El autotraumatismo exacerba la afección. Si se reconoce a tiempo, antes de que se desarrolle edema grave y dolor, la parafimosis se trata fácilmente. El tratamiento comienza con limpieza cuidadosa y lubrificación del pene expuesto. Posteriormente, el pene se reposiciona dentro del prepucio deslizando primero el prepucio en dirección posterior, extruyendo aún más el pene. Esto evierte la piel en el orificio prepucial; posteriormente el prepucio se suele deslizar con facilidad sobre el pene. El edema se resuelve rápidamente una vez que se ha restaurado la circulación. Las soluciones hipertónicas (azúcar) pueden ser útiles en casos difíciles. Si el prepucio evertido no puede deslizarse sobre el pene edematoso y expuesto, puede aplicarse una compresa fría con una ligera presión de la mano para actuar como un vendaje compresivo. Se puede colocar una sutura temporal en bolsa de tabaco para mantener el pene dentro del prepucio.
Cortesía del Dr. Autumn Davidson.
Cuando la parafimosis se debe a otras causas o es de mayor duración, puede que se necesite sedación o anestesia general. Puede ser necesario realizar una incisión en la piel del prepucio para explorar la cavidad prepucial, extirpar los materiales restrictivos y aliviar la obstrucción venosa. Tras esto el pene se reposiciona en la cavidad prepucial y la incisión se cierra. Si se ha dañado la uretra, puede ser necesario insertar una sonda urinaria temporal de sistema cerrado para evitar la formación de estenosis. Los casos crónicos pueden requerir revisión o avance del orificio prepucional.
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