logoVERSIÓN PARA PROFESIONALES

Retención de membranas fetales en yeguas

PorJennifer N. Roberts, DVM, DACT
Última revisión/modificación ago 2022

    Las membranas fetales equinas se suelen expulsar en las 3 h posteriores al parto; sin embargo, la expulsión se puede retrasar de 8-12 h o incluso durante más tiempo sin que se observen signos clínicos de enfermedad. La causa de la retención de las membranas fetales a menudo se desconoce.

    La incidencia de retención de membranas fetales en yeguas es baja, con tasas de incidencia que oscilan entre el 2 % y el 10,6 %. Los factores de riesgo incluyen placentitis, aborto, gestación corta o prolongada, atonía uterina, distocia y edad avanzada de la yegua. Las yeguas que han sufrido retención de membranas fetales parecen tener un mayor riesgo de recidiva. Las yeguas Frisonas están particularmente predispuestas.

    La retención de solo una porción de las membranas fetales dentro del útero (por lo general la punta del cuerno uterino no gestante) es menos evidente; sin embargo, igualmente probable que dé lugar a complicaciones. Por esta razón, se debe explorar cuidadosamente la superficie coriónica de las membranas expulsadas para asegurar que se han expulsado completamente.

    Las consecuencias de la retención de placenta en la yegua pueden ser graves y potencialmente mortales y pueden incluir endometritis, metritis, peritonitis, laminitis y endotoxemia. Por estas razones, debe considerarse la extirpación reactiva de las membranas fetales que han permanecido retenidas durante 3 horas o más.

    La posología más frecuente para yeguas con riesgo de desarrollar retención de placenta es la administración de oxitocina. La oxitocina puede administrarse como inyecciones en bolo (5-20 U, IV o IM, cada 30 minutos a 2 horas durante 6 horas después del parto o hasta que la placenta se expulse) o como una infusión IV lenta (60 a 100 U mezcladas en 1 L solución de lactato de Ringer o solución salina [NaCl al 0,9 %] administrada durante 30 a 60 minutos). La técnica de Burns, en la que el corioalantoides se distiende con povidona yodada diluida o solución salina (NaCl al 0,9 %) durante 15 a 30 minutos, puede facilitar la liberación de microcotiledones del endometrio y ayudar a eliminar las membranas fetales retenidas. Alternativamente, para la retención de membranas fetales <8 horas, el cateterismo de un vaso umbilical expuesto permite la distensión de la vasculatura de la membrana fetal, lo que hace que el corioalantoides se separe del endometrio.

    La extirpación proactiva manual de las membranas fetales es controvertida y conlleva el riesgo de daño uterino, hemorragia endometrial, desgarro de las membranas que causan retención de membranas fetales o prolapso uterino. La extracción manual no se recomienda más allá de tirar suavemente para extraer las membranas que ya no están adheridas. Después de extraerlas, se debe examinar a fondo a la yegua para asegurar la eliminación completa de las membranas y la ausencia de daño uterino. Se debe considerar un tratamiento adicional, incluido el lavado uterino y la administración de oxitocina, antimicrobianos o antiinflamatorios, según esté indicado. Dado que la baja concentración sérica de calcio se ha asociado con la retención de placenta, especialmente en las yeguas Frisonas, la suplementación con calcio puede ser beneficiosa.

    En los casos de retención prolongada de las membranas fetales, se deben administrar antimicrobianos de forma profiláctica junto con otras estrategias terapéuticas dirigidas a prevenir la laminitis. Las yeguas que se han recuperado de una retención de membranas fetales no suelen tener menor fertilidad.