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Intoxicaciones por medicamentos recetados en seres humanos

PorSteve M. Ensley, DVM, PhD
Revisado/Modificado oct 2020

Las mascotas ingieren frecuentemente fármacos de prescripción a partir de encimeras, pastilleros, paquetes postales u otras fuentes. Los datos de seguridad de los que se dispone en seres humanos no están disponibles para ciertas especies animales porque muchos no están aprobados para uso veterinario. Debe existir una relación válida veterinario-propietario-paciente para que el veterinario recomiende a sus propietarios el uso de fármacos de prescripción humana como uso no contemplado o fuera de prospecto.

Medicamentos cardiovasculares

Los medicamentos cardiovasculares (fármacos utilizados para tratar las enfermedades cardiacas) se dividen en varias categorías, que incluyen los inhibidores de la ECA, los bloqueantes de los canales de calcio, los betabloqueantes y los diuréticos. Algunos de estos medicamentos se usan para tratar enfermedades cardiacas en animales, pero todos pueden ser tóxicos si una mascota ingiere accidentalmente una gran cantidad de pastillas.

Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA)

Varios inhibidores de la ECA (p. ej., enalapril, captopril, lisinopril) se usan para tratar la insuficiencia cardiaca congestiva en perros y gatos. La principal preocupación en los casos de sobredosis es una presión arterial anormalmente baja con daño renal secundario. El inicio se produce a las pocas horas de la exposición, o más para las formulaciones de liberación prolongada. Los signos de sobredosis pueden incluir vómitos, membranas mucosas pálidas, debilidad y latidos cardiacos rápidos o lentos. El carbón activado puede unirse al fármaco desde el tracto gastrointestinal si se administra 1-2 horas después de la ingestión. Se debe controlar la presión arterial y la función renal y administrar líquidos según sea necesario.

Bloqueantes de los canales de calcio

Los bloqueantes de los canales de calcio (p. ej., diltiazem, amlodipino, verapamilo) afectan al movimiento del calcio hacia las células del corazón y los vasos sanguíneos. Como resultado, relajan los vasos sanguíneos y aumentan el suministro de sangre y oxígeno al corazón. Se usan en personas para tratar la presión arterial alta, el dolor torácico (angina) y los latidos cardiacos irregulares. Los signos más frecuentes de sobredosis incluyen presión arterial baja, frecuencia cardiaca lenta, trastornos gastrointestinales y ritmos cardiacos irregulares. Se puede desarrollar un latido cardiaco muy rápido en respuesta a la caída de la presión arterial.

El tratamiento de una sobredosis consiste en corregir la presión arterial y el ritmo cardíaco anómalo. En general, no se debe inducir el vómito a menos que esto se pueda hacer a los pocos minutos de la ingestión. El carbón activado se une al fármaco no absorbido en el tracto gastrointestinal y es más útil en las primeras horas después de la ingestión. Si se ha ingerido un producto de liberación sostenida, la repetición de las dosis de carbón activado cada 4-6 horas hasta un total de 2-4 dosis puede proporcionar un beneficio adicional. Deben iniciarse medicamentos específicos basándose en la presión arterial, la frecuencia cardiaca, el electrocardiograma y el análisis de sangre. Se recomiendan líquidos.

Betabloqueantes

Los betabloqueantes (p. ej., propranolol, atenolol, timolol) afectan a la respuesta a algunos impulsos nerviosos en ciertas partes del organismo. Como resultado, disminuyen la necesidad de sangre y oxígeno del corazón al reducir su carga de trabajo. También ayudan al corazón a latir con más regularidad. Se usan comúnmente en personas para tratar la presión arterial alta, aliviar el dolor torácico (angina) y corregir los ritmos cardíacos anormales. Los signos más frecuentes de sobredosis en animales son frecuencia cardiaca lenta y presión arterial baja. Puede aparecer depresión respiratoria, coma, convulsiones, un nivel elevado de potasio en la sangre y un nivel bajo de azúcar en la sangre. También es posible la insuficiencia cardíaca congestiva súbita. Pueden observarse signos significativos incluso con las dosis recomendadas; sin embargo, no se ha aprobado ningún betabloqueante para uso veterinario.

Dado que los betabloqueantes se absorben rápidamente, el vómito debe inducirse solo a los pocos minutos de la ingestión. La administración de carbón activado debe considerarse si se han ingerido múltiples comprimidos o cápsulas o formulaciones de liberación retardada. La frecuencia cardiaca y el estado de la mascota deben controlarse durante al menos 2-4 horas. El tratamiento incluye fluidos para aumentar la presión arterial y medicamentos para apoyar la función cardiaca y disminuir los niveles de potasio en sangre.

Diuréticos

Los diuréticos se usan para aumentar la diuresis. Los diuréticos comunes incluyen la clorotiacida, la hidroclorotiacida, la furosemida, la espironolactona y el triamtereno. Los signos más comunes de sobredosis de diuréticos incluyen vómitos, depresión, expulsión de gran cantidad de orina, sed excesiva y anomalías metabólicas (especialmente de potasio). El tratamiento debería incluir la monitorización de fluidos y electrolitos, con la corrección necesaria.

Tranquilizantes, antidepresivos, somníferos y anticonvulsivos

Los tranquilizantes, los antidepresivos y los fármacos relacionados se usan tanto en las mascotas como en las personas, pero pueden ser muy tóxicos si una mascota los consume por accidente.

Benzodiacepinas

Las benzodiacepinas se usan para controlar las convulsiones y aliviar la ansiedad. Las benzodiacepinas más utilizadas son el diazepam, el alprazolam, el clordiacepóxido, el clonazepam, el lorazepam, el oxazepam y el triazolam. En general, todos se absorben rápidamente. Los gatos pueden ser más sensibles a los efectos adversos. Los signos más comunes de intoxicación en animales son depresión del sistema nervioso central, depresión respiratoria, falta de coordinación, debilidad, desorientación y vómitos. Algunos animales, especialmente con dosis elevadas, pueden mostrar inicialmente excitación del sistema nervioso central, seguida de depresión del sistema nervioso central. Otros signos comunes son temperatura corporal peligrosamente baja, presión arterial baja, latidos cardiacos rápidos y disminución del tono muscular. Se puede inducir la emesis si la ingestión es reciente y los signos aun no han aparecido. Se puede realizar un lavado de estómago, seguido de la administración de carbón activado si se han ingerido cantidades muy elevadas. Se necesita una estrecha vigilancia. El tratamiento adicional incluye fluidos y medicamentos para apoyar la función respiratoria y controlar la excitación del sistema nervioso central.

Antidepresivos

Los antidepresivos se dividen en varias clases. Un grupo, llamado inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, incluye la sertralina, la fluoxetina, la paroxetina y la fluvoxamina. Los antidepresivos tricíclicos, otro grupo, incluyen la amitriptilina, la clomipramina y la nortriptilina. Los signos de intoxicación comprenden agitación, confusión, fiebre, ritmos cardiacos anómalos, presión arterial alta, contracciones musculares repentinas, movimientos rítmicos involuntarios de los ojos, convulsiones, anomalías metabólicas, incapacidad para orinar, sequedad de boca, pupilas dilatadas y estreñimiento. Esto puede ir seguido de letargo, falta de coordinación, temperatura corporal peligrosamente baja, respiración deprimida, un tono azulado en la piel y las membranas mucosas, presión arterial baja y coma.

El vómito debe inducirse en los casos de exposición reciente si el animal no muestra ningún signo. Esto puede ir seguido por carbón activado (incluso varias horas después de la ingestión) más un medicamento que provoque el vaciado de los intestinos. Se administran otros medicamentos para controlar las convulsiones y la frecuencia y el ritmo cardiacos.

Una sobredosis de casi cualquier antidepresivo puede provocar el desarrollo del síndrome serotoninérgico. Los signos del síndrome serotoninérgico incluyen alteración del estado mental, agitación, contracciones musculares repentinas, reflejos hiperactivos, temblores, diarrea, falta de coordinación y fiebre. Este síndrome se observa a menudo después de una sobredosis de sustancias que producen un aumento de los niveles libres de serotonina, como los antidepresivos o estimulantes profundos (p. ej., anfetaminas, cocaína, pseudoefedrina y efedra). La ciproheptadina se usa a menudo para el tratamiento.

Barbitúricos

Los barbitúricos de acción prolongada, como el fenobarbital, el mefobarbital y la primidona, se suelen emplear como anticonvulsivos o sedantes. Los barbitúricos de acción corta (butabarbital, pentobarbital, secobarbital) y los barbitúricos de acción ultracorta (tiamilal y tiopental) se usan principalmente para inducir la anestesia y controlar las convulsiones. El inicio de los signos después de la ingestión varía de 15 minutos a varias horas, y los efectos pueden durar hasta varios días para el grupo de acción prolongada. Los signos más comunes son sedación, falta de coordinación, respiración deprimida, coma, pérdida de reflejos, presión arterial baja y temperatura corporal peligrosamente baja.

El tratamiento comienza con la eliminación del fármaco no absorbido induciendo el vómito (si la exposición es muy reciente y no se observan signos) o lavando el estómago. El tratamiento adicional incluye la administración de carbón activado y fluidos, junto con el soporte respiratorio y el mantenimiento de la temperatura corporal.

Estimulantes del sueño

El zolpidem y el zaleplón son somníferos que actúan de forma similar a las benzodiacepinas. Aunque se esperaría sedación después de la ingestión, estos fármacos se han asociado con un estado contradictorio de excitación. Además de los signos obvios de sedación y falta de coordinación, algunos perros han desarrollado temblores, vocalización y deambulación con dosis bajas.

El vómito puede inducirse si la ingestión ha sido reciente y no se observan signos. Para una sintomatología leve, mantener al animal quieto y en un lugar seguro puede ser suficiente. Si se desarrolla excitación, debe administrarse tratamiento sintomático que variará según los signos y su intensidad.

Tranquilizantes

Los fármacos más utilizados del grupo de los tranquilizantes en medicina veterinaria son la acepromacina, la clorpromacina y la promacina. También se usan antes de la anestesia general, para evitar los vómitos y para tratar la agitación del sistema nervioso central después de una sobredosis de drogas específicas (anfetaminas, cocaína). Los signos más comunes de una sobredosis son sedación, debilidad, falta de coordinación, colapso, cambios de comportamiento, temperatura corporal peligrosamente baja, presión arterial baja y frecuencia cardiaca rápida o lenta.

El tratamiento consiste en cuidados sintomáticos y de mantenimiento. Dado que los signos del sistema nervioso central comienzan rápidamente, el vómito solo debe inducirse si la ingestión ha sido reciente, seguido de la administración de carbón activado y un medicamento que provoque el vaciado de los intestinos. La temperatura corporal, la frecuencia cardiaca y la presión arterial deben monitorizarse y tratarse sintomáticamente.

Relajantes musculares

Los relajantes musculares más utilizados son el baclofeno y la ciclobenzaprina. Los síntomas de envenenamiento pueden comenzar tan pronto como 30 minutos después de la ingestión. Los signos más frecuentes son vocalización, babeo, vómitos, falta de coordinación, debilidad, temblores, sacudidas, coma, convulsiones, frecuencia cardiaca lenta, temperatura corporal peligrosamente baja y alteraciones de la presión arterial. El tratamiento consiste en cuidados de apoyo, que incluyen líquidos y apoyo respiratorio. Se debe inducir el vómito si la exposición es reciente y no se observan signos, seguido de la administración de carbón activado.

Agentes tópicos

Los animales de compañía ingieren muchas preparaciones tópicas, que a menudo solo producen una inflamación leve del estómago y los intestinos. No obstante, la ingestión de ciertos agentes tópicos, como el 5-fluorouracilo y el calcipotrieno, puede ser mortal incluso en dosis reducidas.

El 5-fluorouracilo está disponible como ungüento o solución tópica. Se usa en personas para tratar cánceres de piel y crecimientos precancerosos de la piel causados por la exposición prolongada al sol. Los perros y gatos comienzan a mostrar síntomas a las pocas horas de ingerir 5-fluorouracilo. Los síntomas iniciales incluyen vómitos intensos y diarrea. Los síntomas a menudo progresan a vómitos con sangre, temblores, falta de coordinación y convulsiones. Generalmente, el 5-fluorouracilo afecta el tracto gastrointestinal, el hígado, los riñones, el sistema nervioso central y la médula ósea. La tasa de mortalidad en perros es alta.

El tratamiento comprende principalmentecuidados de apoyo. El vómito debe inducirse después de una ingestión reciente (en el plazo de 1 hora) si el animal todavía no muestra ningún signo, seguido de carbón activado y un medicamento que cause el vaciado de los intestinos. Si el animal vomita espontáneamente o tiene convulsiones, se administran medicamentos para proteger el tracto gastrointestinal y para controlar las convulsiones y los temblores. Deben administrarse líquidos y controlarse la temperatura corporal. Los valores sanguíneos y séricos se controlan normalmente durante unas 2 semanas. Los perros que sobreviven pueden presentar signos de depresión de la función de la médula ósea más tarde.

El calcipotrieno se usa para tratar la psoriasis en personas. Está disponible como ungüento y como crema. La ingestión accidental en perros se asocia con incrementos potencialmente mortales de calcio en la sangre. Los signos suelen comenzar 1-3 días después de la ingestión e incluyen pérdida de apetito, vómitos, diarrea, gran cantidad de orina, sed excesiva, depresión y debilidad. El calcio sanguíneo suele aumentar en 12-24 horas y puede permanecer elevado durante semanas. Esto suele ir acompañado de un aumento del fósforo sanguíneo y de la mineralización de los tejidos blandos. La insuficiencia renal, el coma y la muerte pueden ocurrir en casos graves o no tratados.

El tratamiento consiste en inducir el vómito y administrar carbón activado y un medicamento que vacíe los intestinos. Se usan fluidos, corticoesteroides y diuréticos para aumentar la producción de orina y disminuir el calcio en sangre ( ver Hipercalcemia (niveles elevados de calcio en sangre)). Los niveles sanguíneos de calcio y fósforo, y la función renal, por lo general deben controlarse durante varias semanas.

Fármacos antiinflamatorios no esteroideos sujetos a prescripción

Existen muchos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) diferentes que se usan para aliviar el dolor y la inflamación tanto en humanos como en animales. Algunos AINE comúnmente recetados en humanos incluyen el diclofenaco, el naproxeno, el celecoxib, el ketoprofeno, el meloxicam, el etodolaco, el flurbiprofeno y el ibuprofeno. Es frecuente la ingestión accidental por animales de AINE destinados al uso humano. Estos medicamentos nunca deben administrarse a las mascotas a menos que los recete el veterinario. La mayoría de los AINE tienen el potencial de afectar negativamente al tracto gastrointestinal, los riñones y el hígado, especialmente si el animal ya está enfermo y posiblemente deshidratado.

Los signos de intoxicación por AINE varían según el fármaco particular y la especie de animal implicado y la cantidad ingerida. Los signos pueden incluir vómitos, respiración o frecuencia cardiaca rápidas, falta de coordinación y posiblemente convulsiones, coma o la muerte. Si se sospecha que la mascota ha ingerido un AINE recetado (o de venta libre), se debe contactar inmediatamente con un veterinario o con un centro de control de intoxicaciones animales.

El tratamiento de la intoxicación por AINE consiste en eliminar cualquier fármaco que no se haya absorbido, proteger el tracto gastrointestinal y los riñones y proporcionar cuidados de apoyo. Si la ingestión se ha producido recientemente, se puede inducir el vómito, seguido de la administración de carbón activado con un medicamento que vacíe los intestinos. Se pueden administrar fluidos para aumentar la producción de orina. El pronóstico de recuperación depende de la cantidad ingerida y del tiempo transcurrido entre la ingestión y el tratamiento.

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