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Intoxicación por etilenglicol (anticongelante)

PorSteve M. Ensley, DVM, PhD
Revisado/Modificado oct 2020

La mayoría de las intoxicaciones por etilenglicol están asociadas a la ingestión de anticongelante para radiadores. Todos los animales son susceptibles, siendo los perros y gatos los más afectados. La intoxicación por etilenglicol es frecuente porque el anticongelante se usa ampliamente, tiene un sabor dulce y una pequeña dosis es letal (solo 3-4 cucharaditas en perros, 1-2 cucharaditas en gatos), y a menudo se almacena y desecha de forma inadecuada. Otras fuentes de etilenglicol, además de los anticongelantes, son algunos líquidos de intercambio de calor usados en colectores solares y en equipos de congelación de pistas de hielo, así como algunos líquidos de frenos y de transmisión. La absorción a través de la piel de productos tópicos que contienen etilenglicol ha causado intoxicaciones en gatos.

La intoxicación por etilenglicol se da con mayor frecuencia en climas templados y fríos, porque el anticongelante se utiliza tanto para disminuir el punto de congelación como para aumentar el punto de ebullición del líquido del radiador. En climas más fríos, la intoxicación por etilenglicol es a menudo estacional, y la mayoría de los casos se dan en otoño, invierno y principios de primavera.

Los síntomas comienzan casi de inmediato y se asemejan a los de la intoxicación por alcohol (etanol). Los perros y los gatos vomitan debido a la irritación gastrointestinal, están excesivamente sedientos y expulsan grandes cantidades de orina. Se desarrollan síntomas neurológicos, como depresión, estupor y falta de coordinación. A medida que el animal se deprime más, bebe menos y se deshidrata. Los perros puede que parezcan recuperarse brevemente de estos signos unas 12 horas después de la ingestión. La insuficiencia renal grave suele desarrollarse entre las 36 y las 72 h en los perros y entre las 12 y las 24 h en los gatos. Los signos incluyen falta de energía, pérdida de apetito, deshidratación, vómitos, diarrea, úlceras orales, babeo, respiración rápida y posiblemente convulsiones o coma. Los riñones suelen estar hinchados y dolorosos.

Envenenamiento por anticongelante, gato

El diagnóstico es a menudo difícil porque los signos son similares a los de otros tipos de enfermedades del sistema nervioso central o traumatismos, gastroenteritis, pancreatitis, diabetes e insuficiencia renal grave debida a otras causas. Si la ingesta del etilenglicol no se ha presenciado, el diagnóstico suele estar basado en una combinación de historia clínica, examen físico y datos de laboratorio.

El pronóstico empeora a medida que pasa más tiempo entre la ingestión y el tratamiento. El tratamiento consiste en reducir la absorción de etilenglicol induciendo el vómito o lavando el estómago (o ambos), seguido de la administración de carbón activado y sulfato de sodio en un plazo de 1-2 horas tras la ingestión. Una vez que se ha producido la absorción, se administran fluidos en exceso para forzar la excreción de etilenglicol a través del aumento de la producción de orina y para corregir la deshidratación. Hay un antídoto para el etilenglicol disponible para perros, pero solo es eficaz si se administra antes de que se desarrolle la insuficiencia renal. En los gatos, el tratamiento intravenoso con etanol puede ser útil si se administra pronto después de la ingestión de anticongelante. En los perros y en los gatos con insuficiencia renal grave, el pronóstico es malo.

El anticongelante se debe almacenar de forma segura y el anticongelante viejo se debe desechar. Cualquier fuga de anticongelante debe limpiarse inmediatamente. La zona debe cubrirse con arena para gatos, serrín u otro material absorbente para disuadir a las mascotas de lamer cualquier pequeña cantidad que haya quedado en el suelo.

Existen marcas de anticongelantes que contienen propilenglicol en lugar de etilenglicol. Aunque la ingestión de propilenglicol se asocia a un síndrome tóxico similar al de la intoxicación por etilenglicol, el propilenglicol es menos tóxico que el etilenglicol, por lo que el pronóstico suele ser mejor. El propilenglicol tampoco tiene el sabor dulce del etilenglicol, por lo que los animales pueden sentirse menos atraídos por él.

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