El selenio es un elemento esencial que se añade a muchos suplementos alimenticios. Desafortunadamente, tiene un estrecho margen de seguridad. Demasiado selenio debilita los cascos, que tienden a fracturarse cuando se someten a estrés mecánico.
Todas las especies animales son sensibles a la intoxicación por selenio. Sin embargo, la intoxicación es más común en animales como los caballos (y el ganado) que pueden pastar plantas que contienen selenio. Las plantas pueden acumular selenio cuando el nivel en el suelo es alto, por lo general en suelos alcalinos con poca lluvia. Se absorben diferentes niveles de selenio del suelo según el tipo de planta.
La intoxicación por selenio después de la ingestión de champús o comprimidos de selenio es poco frecuente en las mascotas. La gravedad del envenenamiento depende de la cantidad ingerida y de la duración de la exposición. El envenenamiento puede ser crónico o agudo (véase abajo). El diagnóstico se basa en los signos, los cambios en los tejidos observados después de la muerte y la confirmación en el laboratorio de niveles altos de selenio en la dieta (alimento, forraje, granos) o en la sangre o los tejidos corporales.
Intoxicación crónica por selenio (enfermedad alcalina)
La intoxicación crónica (a largo plazo) por selenio, también llamada enfermedad alcalina, se suele desarrollar cuando los animales (ganado y caballos) consumen forrajes y granos que contienen selenio durante muchas semanas o meses. Los animales afectados están apagados, muy delgados y carecen de energía. Los síntomas más distintivos afectan al pelo y las pezuñas. El pelo se vuelve áspero y los pelos largos de la cola o la crin se desprenden al mismo nivel, lo que da un aspecto de "cola corta" y "crin rapada". El crecimiento y la estructura anormales de los cascos dan lugar a crestas circulares y al agrietamiento de la pared del casco. Los cascos pueden crecer extremadamente largos y doblarse hacia arriba en los extremos. Otros efectos incluyen anemia, enfermedad hepática, acumulación de líquido dentro del abdomen, corazón debilitado y reducción del rendimiento reproductivo. El aliento del animal puede tener un olor a ajo.
Las aves también pueden verse afectadas por la intoxicación por selenio a largo plazo. Los huevos de aves en áreas con alto contenido de selenio tienen una baja tasa de eclosión y los embriones suelen presentar deformidades. Los efectos sobre el desarrollo incluyen pies y patas subdesarrollados, ojos malformados, picos torcidos y plumas apelmazadas.
No hay un tratamiento específico para la intoxicación por selenio. La fuente y la exposición deben eliminarse tan pronto como sea posible y el animal ha de recibir cuidados de apoyo. El suelo y los forrajes deben analizarse regularmente en las zonas con alto contenido de selenio.
Intoxicación aguda por selenio
La intoxicación aguda (repentina) por selenio es poco frecuente. Los animales generalmente evitan estas plantas debido a su olor desagradable. Sin embargo, cuando el pasto es limitado, estas plantas pueden ser el único alimento disponible. Los animales jóvenes son los más sensibles. Los signos son diferentes a los de la intoxicación crónica y se caracterizan por un comportamiento anormal, dificultad respiratoria, trastornos gastrointestinales y muerte súbita. Otros signos incluyen postura anormal y depresión, pérdida de apetito, marcha inestable, diarrea, cólico, aumento del pulso, respiración rápida, secreción espumosa de la nariz y un tono azulado en la piel y las membranas mucosas. La muerte generalmente se produce a las pocas horas de la exposición. Están dañados múltiples órganos, como los pulmones, el hígado y los riñones. El tratamiento comprende cuidados de apoyo.
Para más información
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la intoxicación por selenio, la intoxicación crónica por selenio y la intoxicación aguda por selenio en animales.