Lesiones y accidentes menores

Controle cualquier sangrado aplicando presión o usando polvo astringente, almidón de maíz o incluso harina blanca. Debido a que las uñas rotas pueden ser muy dolorosas, es posible que deba colocar un bozal a su perro ( ver la Figura: Qué hacer en la escena y cómo realizar el transporte). Intente quitar suavemente la pieza rota. Busque atención veterinaria si la uña rota no se puede extraer fácilmente.

El dolor leve o moderado, la sensibilidad, la hinchazón y la cojera pueden indicar una contusión, una distensión o un esguince. Mantenga a su mascota tranquila y restrinja el ejercicio. Hay que ponerse en contacto con el veterinario si los signos persisten durante más de un par de días.

Los anzuelos de pesca pueden alojarse en la boca, los labios, la nariz o las patas. No intente quitar un anzuelo que esté incrustado en los ojos, la boca o las orejas; esto debe ser realizado por su veterinario bajo anestesia. Si un anzuelo incrustado en la boca está sujeto a un sedal, evite que su mascota se trague el anzuelo atando el sedal al collar del animal. De lo contrario, corte el anzuelo para liberarlo de la línea, pero deje varios centímetros de línea para que el anzuelo sea más fácil de encontrar (especialmente en pieles gruesas). Si la púa se ha introducido en la piel, empújela en la misma dirección para poder cortarla con unas tijeras o alicates. A continuación, retire el anzuelo tirando de él hacia fuera en la dirección en que entró en la piel. Limpie y cubra la herida y lleve a su mascota al veterinario inmediatamente.

Las mordeduras y las picaduras a menudo se producen en la cara o en otras partes de la cabeza. A menudo son tan pequeñas que no se pueden ver a través del pelo. Aplique una compresa fría en el área afectada para reducir la hinchazón y el picor. Busque un aguijón. Si encuentra uno en la piel, puede usar una tarjeta de crédito u otro objeto plano y rígido para rasparlo. No apriete un aguijón con pinzas u otra herramienta porque esto puede liberar más veneno en la herida. Si su mascota tiene una reacción alérgica con mucha hinchazón en la cabeza o el cuello que puede afectar a la respiración, o si encuentra un aguijón en la lengua o el paladar, lleve a su mascota a su veterinario inmediatamente.

Las púas de puercoespín tienen pequeñas puntas en sus extremos, lo que hace que sea muy doloroso extraerlas. No debe intentar eliminarlas usted mismo. Deben ser retiradas por su veterinario debido a la necesidad de anestesia y al riesgo de más sangrado y daño tisular.

El aerosol de las mofetas es un aceite que se elimina mejor cuando todavía está húmedo. Si puede identificar el área específica que fue rociada, límpiela primero antes de mojar a todo el perro para evitar esparcir el aceite a otras áreas. Hay numerosos productos comerciales y recetas de enjuagues caseros para quitar los rociados de mofetas. Tenga en cuenta que muchos brebajes caseros son demasiado duros para usar en la cara y el área de los ojos, y muchos decolorarán el pelo. Además del olor desagradable, el aerosol de mofeta puede causar irritación ocular y ceguera temporal. Las mordeduras de mofeta pueden transmitir la rabia, pero no se ha demostrado que el aerosol de mofeta transmita el virus.

Los perros tienden a tragarse objetos inapropiados, como juguetes, basura o huesos de pollo. En muchos casos, los objetos ingeridos pueden tratarse con un enfoque de esperar y observar; la mayoría de las veces, el objeto pasará sin problemas. Sin embargo, la ingestión de objetos punzantes, como agujas o trozos de vidrio, o de cualquier tipo de objeto largo, como cuerdas, medias o sedal, es peligrosa, ya que pueden producirse daños intestinales graves y una posible rotura. Aunque los gatos son más selectivos que los perros, a menudo se tragan hilos, sedal de pescar u oropel, o se les enrolla y anuda el material alrededor de la lengua. En estas situaciones, o si su mascota tiene vómitos persistentes, un abdomen sensible o no defeca, debe contactar con su veterinario inmediatamente.