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Trastornos y enfermedades de los anfibios

PorBrent R. Whitaker, MS, DVM
Revisado/Modificado ene 2020

La mejor manera de minimizar las enfermedades en los anfibios es mediante la prevención o el tratamiento precoz. El cuidado y el alojamiento adecuados son importantes, en parte porque los ambientes ideales para los anfibios suelen ser húmedos y cálidos, las mismas condiciones que dan lugar al crecimiento de muchas bacterias y mohos. Los anfibios son sensibles a su entorno y enferman con facilidad debido a las malas condiciones ambientales, como la mala calidad del agua, la dieta inadecuada, la configuración incorrecta del terrario o acuaterrario, el hacinamiento y la manipulación inadecuada o demasiado frecuente. Los propietarios de anfibios deben prestar mucha atención al saneamiento y la higiene para prevenir enfermedades.

Enfermedades causadas por bacterias

Las infecciones bacterianas suelen estar causadas por bacterias que se encuentran normalmente en el medio ambiente. Estas bacterias pueden convertirse en un problema cuando el equilibrio en el recinto se altera por cambios en varios elementos como la temperatura, la dieta, el hacinamiento o la limpieza.

Clamidiosis

La clamidiosis es una infección grave causada por varias especies de bacterias Clamidia que pueden causar la muerte en los anfibios. Las ranas infectadas pueden morir súbitamente o mostrar signos de letargo, pérdida del equilibrio, pérdida del color de la piel, pequeñas manchas rojas en la piel e hinchazón debido al exceso de líquido en los tejidos orgánicos. Un examen del tejido del animal por parte de su veterinario puede mostrar agrandamiento del hígado e inflamación dentro del hígado, bazo, riñón y otros órganos. La clamidiosis puede acompañarse de otras infecciones bacterianas, que también deben tratarse adecuadamente. A menudo se recetan antibióticos para tratar la infección por clamidias.

Micobacteriosis

La micobacteriosis está causada por varias especies bacterianas en la familia Mycobacterium. Se produce con mayor frecuencia en los anfibios lesionados con sistemas inmunitarios debilitados. Aunque la micobacteriosis es a menudo una infección de la piel, la ingestión de microorganismos en los alimentos o el agua también puede provocar enfermedades gastrointestinales e infecciones en todo el organismo. Los anfibios afectados pueden tener pequeños bultos grises en la piel o en órganos corporales como el hígado, los riñones, el bazo y los pulmones. Los anfibios infectados pueden comer bien pero siguen perdiendo peso. Su veterinario puede buscar la bacteria en la piel del anfibio o analizarla en las heces y en el moco de la garganta.

No se recomienda el tratamiento de esta enfermedad. Si tiene más de un animal, aísle inmediatamente al anfibio sospechoso de cualquier compañero sacándolo del terrario o acuaterrario. La mejor defensa es la prevención. Las micobacterias suelen vivir en la capa de moco que se acumula en los hábitats acuáticos con el tiempo. Por esta razón, se recomienda la limpieza semanal y la eliminación de esta película.

La micobacteriosis puede pasar de los animales a los humanos y puede causar una infección cutánea. Utilice siempre gafas protectoras y guantes cuando manipule animales infectados o limpie su entorno.

Síndrome de las patas rojas

El síndrome de las patas rojas es una afección común en la que hay un enrojecimiento de la parte inferior del cuerpo, por lo general las patas y algunas veces el abdomen, debido a la dilatación de los capilares (pequeños vasos sanguíneos) debajo de la piel. Acompaña a la infección generalizada en ranas, sapos y salamandras. El síndrome de las patas rojas se asocia con mayor frecuencia con bacterias Aeromonas, aunque otras bacterias también pueden causar este síndrome. Los virus y los hongos también pueden causar un enrojecimiento similar.

Síndrome de las patas rojas

Los anfibios desnutridos recién adquiridos y que se mantienen en agua de mala calidad u otras condiciones ambientales inferiores a las ideales son especialmente sensibles. Los signos incluyen letargo, extrema delgadez, úlceras abiertas que no cicatrizan en la piel, nariz y dedos de los pies, y el característico enrojecimiento de las patas y el abdomen. También pueden producirse hemorragias en los músculos esqueléticos, la lengua y el "tercer párpado", o pliegue protector de la piel en los ojos de los anfibios. Sin embargo, cuando el inicio de la enfermedad es súbito, estos signos pueden estar ausentes. Su veterinario buscará signos de infección generalizada, que puede incluir inflamación o células muertas localizadas en el hígado, el bazo y otros órganos abdominales, y probablemente analizará la sangre o los líquidos corporales en busca de bacterias antes de comenzar el tratamiento. El tratamiento puede iniciarse inmediatamente con cualquiera de los varios medicamentos recetados antes de que los resultados de la prueba estén disponibles. Si la enfermedad se debe a hongos, el tratamiento será diferente que si está causada por bacterias. Siga las instrucciones de su veterinario para obtener los resultados más favorables.

Mantener un ambiente de alta calidad, incluyendo un saneamiento completo, contribuirá en gran medida a prevenir el síndrome de las patas rojas. Si un animal se ve afectado, asegúrese de aislarlo de otros anfibios en el hogar y busque atención veterinaria inmediata.

Enfermedades causadas por hongos

Las infecciones por hongosson frecuentes en los anfibios. Muchos de los hongos que infectan a los anfibios son difíciles de distinguir sin pruebas de laboratorio porque producen signos similares, como letargo y úlceras abiertas en la piel. A veces se pueden observar crecimientos peludos blancos o amarillos en la piel. Su veterinario puede identificar algunos hongos examinando un raspado de piel bajo un microscopio. El diagnóstico de otras infecciones fúngicas requiere la preparación de muestras de tejido con tinciones especiales y su posterior examen al microscopio. Su veterinario puede tomar muestras para tratar de cultivar el hongo. Esto se hace para poder identificar el hongo y seleccionar el mejor tratamiento posible. El tratamiento incluye una higiene adecuada y el uso de agentes antifúngicos, a menudo administrados en un baño o inmersión. Siga cuidadosamente la dosis prescrita por su veterinario y el programa de tratamiento.

Quitridiomicosis

La quitridiomicosis es la infección micótica más grave de los anfibios y se cree que desempeña un papel en la disminución de la población de ranas en muchas partes del mundo. Está causada por Batrachochytrium dendrobatidis, un hongo relacionado con los mohos acuáticos. El hongo se alimenta de queratina, una proteína que se encuentra en las capas más externas de la piel. Puede sobrevivir en la mayoría de los entornos incluso sin un hospedador. La muerte es común en los animales infectados. Los signos incluyen pérdida persistente del apetito, letargo, muda excesiva de piel, constricción de la pupila del ojo e incapacidad para coordinar los músculos. La colocación de un animal infectado en un plato de agua poco profundo suele confirmar la descamación de la piel asociada a esta enfermedad.

Si sospecha esta enfermedad, busque atención médica inmediatamente. Se han perdido colecciones enteras en cuestión de días. Los veterinarios diagnostican la enfermedad examinando los raspados de piel que se tiñen y se colocan bajo un microscopio. El tratamiento incluye la aplicación de un antifúngico recetado (por lo general en forma de baño) en la superficie de la piel y asegurarse de que los animales se mantienen dentro de su rango de temperatura preferido.

Cromomicosis

La cromomicosis está causada por varios tipos de hongos pigmentados que pueden encontrarse en sustancias orgánicas como la tierra vegetal y la materia vegetal en descomposición. Estos hongos son capaces de crecer en las paredes del tanque. Los anfibios con cortes o úlceras están en riesgo porque el hongo suele infectar el cuerpo a través de la piel lesionada.

La infección es frecuente y a menudo mortal. Los signos pueden incluir pérdida de apetito, pérdida de peso, heridas en la piel o úlceras abiertas que no se curan y se inflaman, hinchazón de la zona abdominal e indicios de deterioro neurológico, como inclinación de la cabeza o incapacidad de moverse correctamente.

La confirmación de esta enfermedad suele necesitar el examen de los órganos y tejidos internos del animal después de su muerte. Los anfibios en los que se sospecha que tienen cromomicosis se pueden tratar con antifúngicos, pero las posibilidades de supervivencia son escasas una vez que la infección se ha extendido al sistema nervioso central.

La mejor defensa es mejorar las medidas sanitarias. La cromomicosis puede causar lesiones en la piel de los humanos, por lo que hay que asegurarse de llevar guantes sin polvo y seguir procedimientos sanitarios cuidadosos cuando se limpie la jaula de la mascota, se manipule cualquier elemento de la jaula y se manipule a la mascota.

Saprolegniasis

La saprolegniasis es una enfermedad causada por varias clases de hongos oportunistas o "mohos acuáticos", que infectan las agallas y/o piel de los anfibios acuáticos y de los inmaduros. Suele afectar a tritones, necturos, ranas acuáticas y renacuajos. Cuando están en el agua, los animales recién infectados parecen tener una capa de algodón blanquecina en su piel. Con el paso del tiempo, el crecimiento puede volverse verdoso debido a la presencia de algas. Este crecimiento, a veces llamado alfombra de hongos, puede ser difícil de ver cuando el anfibio no está en el agua. Otros signos de saprolegniasis son el letargo, la dificultad para respirar, la falta de apetito y la pérdida de peso. A medida que avanza la infección pueden aparecer úlceras en la piel que no se curan.

Los veterinarios diagnostican la enfermedad identificando el hongo en un raspado de la piel del animal. El tratamiento con un baño medicado, utilizado según las indicaciones de su veterinario, puede ser eficaz. La mala calidad del agua es a menudo la causa principal de la saprolegniasis. Cambiar el agua con frecuencia y proporcionar una temperatura correcta y constante para su anfibio es necesario para el éxito del tratamiento. Todos los recipientes de agua deben limpiarse y desinfectarse diariamente.

Otras infecciones bacterianas y fúngicas, como la cigomicosis y la infección por mesomicetozoos, pueden estar presentes en los anfibios con úlceras abiertas en la piel. Asegúrese de comprender los procedimientos correctos para aplicar cualquier medicamento recetado por su veterinario. Solicite una demostración si es nuevo en los procedimientos.

Enfermedades causadas por parásitos

Muchos de los organismos unicelulares y otros microorganismos que se encuentran en los anfibios y sobre ellos no están asociados a la enfermedad a menos que el anfibio se estrese o su sistema inmunitario se debilite. Los anfibios recién capturados o transportados son especialmente sensibles a los parásitos, al igual que los que se mantienen en condiciones insalubres o en ambientes fuera de su rango de temperatura preferido.

El que un parásito se convierta o no en una amenaza para la salud de un anfibio en un entorno cerrado, a menudo depende de si necesita otro hospedador animal para desarrollarse adecuadamente. Los anfibios pueden actuar como hospedadores temporales o intermediarios de algunos parásitos; en otras palabras, ayudan al parásito a madurar antes de que pase a su hospedador final. O los anfibios pueden actuar como destino final después de que el parásito se desarrolle en otro hospedador. Se dice que los parásitos que necesitan más de un hospedador tienen un ciclo biológico indirecto. Tienden a extinguirse cuando los anfibios capturados en la naturaleza se llevan a cautividad, siempre y cuando el otro hospedador no esté presente. Lo contrario también es verdad. Los parásitos que no necesitan un tercero para desarrollarse completamente (aquellos con un ciclo biológico directo) pueden prosperar en un ambiente cerrado. Una buena higiene es esencial para el control de los parásitos e incluye la rápida eliminación de la piel desprendida, los excrementos, los alimentos no consumidos y los cadáveres de los recintos de los animales.

Los parásitos de la piel pueden verse a veces mediante un examen minucioso de los anfibios utilizando una lupa y una luz brillante y fría. Es posible que su veterinario tenga que realizar un raspado de la piel o una biopsia para identificar los parásitos que causan bultos u otras anomalías cutáneas. Pueden ser necesarias muestras fecales frescas para identificar los parásitos internos. (Es una buena práctica traer excrementos frescos, si están disponibles, cada vez que su mascota visita al veterinario.) Algunas ranas pequeñas son lo suficientemente translúcidas como para permitir que su veterinario vea los parásitos dentro del cuerpo al hacer brillar una luz brillante a través del cuerpo de la rana, un procedimiento llamado transiluminación. En algunos casos, los parásitos se encuentran solo en el examen después de la muerte.

Es común que su veterinario encuentre varios microorganismos en las heces. Algunos tipos de microorganismos no causan enfermedades y no requieren tratamiento en anfibios sanos. Aunque muchos de los gusanos inmaduros que se encuentran en las heces no causan enfermedades, se recomienda el tratamiento porque los gusanos que causan enfermedades y los que no las causan no pueden distinguirse fácilmente unos de otros.

Infestación por Pseudocapillaroides xenopi

El gusano redondo Pseudocapillaroides xenopi excava en la piel y se sabe que afecta a las colonias de la rana acuática africana de uñas. Los signos de infección incluyen manchas en la piel, ásperas y picadas y úlceras cutáneas. A medida que la infección progresa se produce letargo, pérdida de apetito y el desprendimiento de la piel. La enfermedad también puede hacer que los anfibios sean más sensibles a las infecciones bacterianas que pueden provocar la muerte.

El diagnóstico se realiza al encontrar pequeñas lombrices blancas bajo la mucosidad de la piel. Un veterinario puede confirmar la presencia de estos parásitos realizando un raspado de piel que se examina inmediatamente bajo un microscopio. El tratamiento con antihelmínticos, fármacos que destruyen los parásitos, puede ser eficaz. Siga la dosis y el programa de tratamiento prescrito por el veterinario de su mascota. Para evitar que la infección empeore y se extienda a otros anfibios del recinto es necesario cambiar el agua con frecuencia y eliminar la piel desprendida que contiene el parásito.

Rhabdiasis

La rhabdiasis está causada por el gusano pulmonar Rhabdias, que daña los pulmones de los anfibios en cautividad. Pueden producirse infecciones asociadas como resultado de este daño. Este gusano pulmonar tiene un ciclo biológico directo con fases de vida libre. Los gusanos adultos viven en los pulmones, donde depositan huevos que son tosidos, deglutidos y luego excretados al medio ambiente. A continuación, las larvas atraviesan la piel de un nuevo hospedador, donde maduran y migran a los pulmones, repitiendo el ciclo. Los animales afectados pueden parecer delgados, suelen estar débiles y pierden el apetito.

Su veterinario puede diagnosticar esta enfermedad examinando las heces frescas o las secreciones de la boca y la nariz en busca de gusanos pulmonares o sus huevos. Cuando se sospecha rhabdiasis, el tratamiento suele incluir uno de los dos fármacos prescritos habitualmente (fenbendazol o ivermectina) que se utilizan para eliminar los gusanos u otros parásitos. Después del segundo día de cada tratamiento de 2 días con fenbendazol o de cada dosis de ivermectina, los animales se deben trasladar a un entorno recién establecido para evitar la reinfestación por parte de las fases de vida libre que se hayan establecido en el material (como el musgo o el lecho vegetal) de su terrario. La reubicación en un entorno limpio es fundamental para la recuperación de su mascota y se deben seguir con precisión las instrucciones de su veterinario.

Enfermedades causadas por virus

Al igual que otras especies, los anfibios son susceptibles de sufrir diversas infecciones víricas. Algunos virus que afectan a los anfibios también pueden causar cáncer. No se dispone de tratamientos específicos para las infecciones víricas en los anfibios, por lo que se proporcionan cuidados generales de apoyo.

Ranavirus

Los ranavirus se han identificado en muchas poblaciones silvestres de anfibios de todo el mundo. Algunos de ellos causan signos muy similares a los observados en las infecciones bacterianas de la piel. Los ranavirus se transmiten a través de la exposición a agua o suelo contaminados, al contacto con animales infectados o al ingerir tejidos de animales infectados. La infección vírica original puede dar lugar a infecciones secundarias; muchos brotes de síndrome de las patas rojas (véase anteriormente) pueden haber sido causados por una infección subyacente y no diagnosticada por ranavirus. No existe ningún tratamiento para la enfermedad por ranavirus, salvo los cuidados de apoyo y el tratamiento adecuado para las infecciones bacterianas o fúngicas secundarias.

Adenocarcinomas renales (tumores de Lucké)

Los adenocarcinomas renales (tumores de Lucké), causados por un herpesvirus, pueden darse en las ranas leopardo (Rana pipiens) que se capturan en estado silvestre en el nordeste y centro-norte de EE. UU. Se ven pocas ranas con tumores en verano porque el virus necesita temperaturas frías para crecer. Se cree que el virus se transmite a través de los estanques de reproducción y madura mientras las ranas infectadas están hibernando a una temperatura de 5 a 10 °C. Los tumores son más comunes a principios de la primavera, cuando las ranas salen de la hibernación.

La diseminación del tumor al hígado, los pulmones y otros órganos es frecuente; tanto el tumor original como sus ramificaciones pueden llegar a ser muy grandes. Los signos son letargo e hinchazón. No hay tratamiento conocido.

Enfermedades óseas metabólicas

Las enfermedades óseas metabólicas suelen ser el resultado de un desequilibrio de calcio, fósforo y vitamina D3 en la dieta. Se observa con frecuencia en los anfibios que se alimentan con una dieta de invertebrados sin suplementación ( ver Dieta para anfibios). Con excepción de las lombrices de tierra, la mayoría de los invertebrados utilizados como alimento son deficitarios en calcio. Los grillos son a menudo los culpables; los anfibios alimentados con una dieta solo de grillos tienen un alto riesgo de desarrollar enfermedad ósea metabólica.

La enfermedad produce deformidad de la mandíbula inferior, fracturas y escoliosis (curvatura de la columna vertebral). En los casos graves, se producen espasmos musculares e hinchazón. Su veterinario diagnosticará la afección mediante el examen de radiografías para detectar el adelgazamiento de las capas externas de los huesos de las patas, deformidades de la mandíbula inferior y del hueso en la base de la lengua, fracturas causadas por enfermedades y, en casos graves, gases gastrointestinales.

El tratamiento incluye corregir la dieta y la administración de un suplemento de calcio según las indicaciones de su veterinario. Debe proporcionarse luz de amplio espectro con rayos ultravioleta B biológicamente activos. También puede administrarse vitamina D3 en casos graves. Siga cuidadosamente el programa de tratamiento de su veterinario para obtener los mejores resultados.

Deficiencia de tiamina

La deficiencia de tiamina se suele observar en los anfibios que se alimentan con pescado congelado. Muchos pescados congelados contienen la enzima tiaminasa, que destruye la tiamina (vitamina B1). La tiamina es necesaria para muchos tejidos del organismo, especialmente los del sistema nervioso central. Los signos de deficiencia de tiamina incluyen temblores, convulsiones y arqueamiento grave del dorso y el cuello. El tratamiento inicial es la inyección de tiamina por parte de su veterinario, seguida de suplementos de tiamina con cada comida durante un periodo de tiempo prescrito. La deficiencia en tiamina se puede prevenir mediante el suplemento sistemático de la dieta con 250 mg de tiamina por kilogramo de peces suministrados.

Obesidad

La obesidad también se considera una enfermedad. La sobrealimentación es la principal causa de obesidad. Los propietarios a menudo no se dan cuenta de que muchos anfibios seguirán ingiriendo presas mientras estén disponibles y sin tener en cuenta sus necesidades energéticas. Como en los mamíferos, se supone que la obesidad en los anfibios puede causar estrés en ciertos órganos. Su veterinario puede explorar el cuerpo ejerciendo una suave presión con los dedos para palpar los depósitos de grasa; sin embargo, en las hembras puede ser necesario realizar una ecografía para diferenciar los depósitos de grasa de las masas de huevos.

El tratamiento para las especies activas comprende un aumento del tamaño del alojamiento para permitir un incremento de la actividad. Mantener al anfibio en el extremo superior de su rango de temperatura preferido acelerará la tasa metabólica y aumentará el uso de calorías. Sin embargo, nunca debe exceder la temperatura máxima recomendada. Reducir la cantidad de comida que se le da a un animal ayudará a controlar su peso. Pídale orientación a su veterinario para determinar la cantidad apropiada de alimento para su mascota.

Traumatismos

Las lesiones son frecuentes en los anfibios cautivos e incluyen cortes, fracturas de huesos, hemorragia interna, sequedad excesiva (desecación) y pérdida de dedos, extremidades o la cola. Para obtener un resultado satisfactorio, es necesario realizar una evaluación rápida por parte de su veterinario y un tratamiento de apoyo. La desecación es común en los anfibios que escapan de su recinto o no reciben la atención adecuada. Para los anfibios más pequeños (los que pesan menos de 30 gramos), la mayoría de las fracturas se pueden tratar de forma conservadora con reposo en jaula. Para los anfibios más grandes, el uso de escayolas o agujas internas puede ser útil. El tratamiento del dolor debe considerarse en los anfibios con lesiones traumáticas. Dado que los anfibios tienen receptores opiáceos, el uso de fármacos opioides puede ayudar a reducir el dolor. También se pueden utilizar antiinflamatorios como el meloxicam para aliviar el dolor.

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