Trastornos y enfermedades de los cobayas

Muchos tipos de bacterias, virus y parásitos pueden alterar el aparato digestivo de un cobaya. Algunos signos de que el aparato digestivo de su mascota está alterado son diarrea, pérdida de peso, pérdida de energía, falta de apetito y deshidratación. Los cobayas afectados por estas enfermedades pueden morir súbitamente sin parecer enfermos. Otros pueden presentar una variedad de signos como pelo áspero, tinción fecal del pelo alrededor del área anal, heces blandas, postura encorvada, ojos apagados, deshidratación, dolor cuando se toca el abdomen, fiebre o temperatura corporal baja.

Aumentar el forraje (fibra en la dieta) y disminuir los granos y azúcares puede ayudar a tratar la diarrea. Una forma de aumentar la fibra dietética es proporcionar heno además del alimento comercial para cobayas. Los probióticos (suplementos que contienen cultivos bacterianos vivos) pueden ayudar a restablecer el equilibrio saludable de las bacterias en el tracto digestivo. Es importante que su mascota beba suficiente agua. Si su cobaya no bebe voluntariamente suficiente agua, su veterinario puede proporcionarle fluidos adicionales por inyección. Los antibióticos solo deben usarse cuando sea absolutamente necesario porque su uso puede empeorar el desequilibrio de las bacterias en el tracto digestivo. Siga cuidadosamente el programa de tratamiento prescrito por su veterinario. Mantener la cama de su cobaya, la botella de agua y el alojamiento limpios y desinfectados y eliminar rápidamente los alimentos no consumidos puede ayudar a prevenir las infecciones al reducir el nivel de microorganismos causantes de enfermedades.

Dientes, cobaya

Los cobayas babean cuando hay un problema para masticar o tragar. Esta afección a veces se denomina babeo. La causa suele ser dientes mal alineados (maloclusión). La maloclusión puede ser hereditaria o debida a falta de vitamina C, lesión o desequilibrio de ciertos minerales en la dieta. Los dientes de los cobayas crecen continuamente durante toda la vida del animal. Si los dientes o las mandíbulas no se unen correctamente, los dientes pueden crecer demasiado, dificultando la masticación del animal. Las enfermedades dentales pueden causar pérdida de peso, sangrado de la boca o abscesos en las raíces de los dientes que pueden dar lugar a infecciones de los senos paranasales. Este tipo de problemas son muy comunes en los cobayas.

Si su mascota está babeando, su veterinario evaluará este problema cuidadosamente. Los molares en la parte posterior de la boca son a menudo la causa de este problema, aunque los dientes en la parte frontal de la boca pueden parecer normales. Puede ser necesario recortar o limar algunos dientes para ayudar a que la mandíbula de su mascota se cierre correctamente. Si el problema persiste, pueden ser necesarias visitas mensuales a su veterinario para el cuidado dental.

Como las personas, los simios y los monos, los cobayas no pueden producir su propia vitamina C. Si no obtienen suficiente cantidad de esta vitamina en su dieta, el aporte de vitamina C de su organismo desaparece rápidamente. La vitamina C es necesaria para la producción de colágeno, una proteína necesaria para la salud de la piel, las articulaciones y los vasos sanguíneos. La reducción del colágeno puede causar problemas para caminar, articulaciones inflamadas y sangrado debajo de la piel, en los músculos, en las membranas alrededor del cráneo, en el cerebro y en los intestinos. Los cobayas con deficiencia de vitamina C pueden estar débiles, carecer de energía y caminar con cojera. Pueden tener un pelo áspero, perder el apetito, perder peso, tener diarrea, enfermar o morir súbitamente. Su veterinario puede diagnosticar la deficiencia de vitamina C investigando la dieta y examinando a su mascota, buscando especialmente hemorragias o problemas articulares.

La vitamina C añadida a las dietas enriquecidas para cobayas no es muy estable y se degrada con la exposición a la humedad, el calor y la luz. Las dietas enriquecidas pueden perder la mitad de su contenido de vitamina C a los 3 meses de su fabricación. Los cobayas también pueden desarrollar deficiencia de vitamina C incluso si el nivel de vitamina C en la dieta es apropiado. Esto puede suceder si tienen otras enfermedades o problemas que les impiden comer lo suficiente o que impiden que sus organismos absorban la vitamina C adecuadamente. El tratamiento incluye administrar vitamina C a su mascota diariamente, ya sea por la boca (según las indicaciones de su veterinario) o por inyección en la consulta de su veterinario. Los cobayas necesitan al menos 10 mg de vitamina C por kilogramo de peso corporal al día (las hembras gestantes necesitan 30 mg/kg al día). Las multivitaminas no se recomiendan porque algunas de las otras vitaminas incluidas pueden ser peligrosas para los cobayas.

La pérdida de apetito puede darse por muchas razones, incluyendo la enfermedad, la recuperación de una cirugía, la exposición a corrientes de aire, la falta de agua fresca, la incapacidad para masticar adecuadamente debido a una mordida inferior o superior, y por una afección llamada cetosis, en la que el organismo de su mascota produce demasiado de uno de los subproductos de la digestión. Los cambios en el tipo de alimento o de agua o en el comedero o bebedero del que come o bebe su mascota también pueden desencadenar la pérdida de apetito. Si la pérdida de apetito de un cobaya no se trata, su afección puede empeorar muy rápidamente, provocando problemas hepáticos y la muerte. La cetosis, que puede ser irreversible, puede desarrollarse incluso en cobayas que comienzan a comer de nuevo. Su veterinario determinará el tratamiento apropiado. Los cobayas que se niegan a comer pueden necesitar ser alimentados cuidadosamente con una jeringa con una dieta blanda (una dieta comercial para cuidados intensivos, alimentos vegetales para bebés o una dieta granulada en puré).

Los cobayas que sufren calcificación metastásica (endurecimiento de los tejidos orgánicos causado por depósitos de calcio) a menudo mueren súbitamente sin ningún signo de enfermedad. Esta afección suele producirse en los cobayas machos que tienen más de 1 año de edad. Los signos, si se observan, pueden incluir pérdida de peso, rigidez muscular o articular y aumento de la micción (debido a insuficiencia renal). La causa de esta afección es incierta, pero probablemente esté relacionada con dietas que contienen demasiado calcio, fósforo o vitamina D y poco magnesio. La mayoría de los alimentos comerciales de alta calidad para cobayas están formulados para contener las cantidades correctas de estos nutrientes. Verifique la información nutricional en la etiqueta del paquete antes de comprar gránulos para su cobaya y no le dé suplementos adicionales de vitaminas o minerales.

La cetosis, también conocida como toxemia de la gestación, se produce cuando el organismo de una cobaya produce demasiadas cetonas, que son un subproducto normal del metabolismo. Hay muchas causas de toxemia de gestación en las cobayas. Estas incluyen obesidad, tamaño de camada grande, pérdida de apetito durante las últimas etapas de la gestación, ejercicio insuficiente, estrés ambiental y vasos sanguíneos subdesarrollados en el útero (una afección hereditaria). Esta afección suele darse en las últimas 2 a 3 semanas de gestación o en la primera semana después del nacimiento. Suele afectar a las cobayas que están gestantes de su primera o segunda camada.

Aunque la cetosis se produce con mayor frecuencia en cobayas gestantes, también puede darse en cobayas obesos (machos o hembras). Un cobaya puede morir súbitamente de cetosis sin mostrar signos de enfermedad. En otros casos, un cobaya enfermo tiene signos de empeoramiento que pueden incluir pérdida de energía, falta de apetito, falta de ganas de beber, espasmos musculares, falta de coordinación o torpeza, coma y muerte en 5 días. La cetosis puede causar la muerte de los cobayas fetales en el útero.

Su veterinario puede diagnosticar la cetosis con análisis de sangre y también puede identificar hígado graso (causado por un metabolismo anormal de la grasa) y sangrado o muerte celular en el útero o la placenta. El tratamiento, que no suele tener éxito en cobayas con enfermedad avanzada, puede incluir inyecciones de glucosa en el hospital de animales, propilenglicol por la boca, suplementos nutricionales y (en animales gestantes) cesárea de urgencia. Para prevenir la cetosis, asegúrese de que su mascota coma un alimento de alta calidad durante la gestación, pero limite la cantidad de alimento que le da a su mascota para prevenir la obesidad. También puede ser útil evitar la exposición al estrés en las últimas semanas de gestación.

La neumonía, o inflamación de los pulmones, es una causa frecuente de muerte en cobayas. La neumonía en los cobayas suele estar causada por una infección bacteriana (con mayor frecuencia Bordetella bronchiseptica, pero otras bacterias como Streptococcus pneumoniae o Streptococcus zooepidemicus también pueden ser la causa). En casos raros puede estar causada por un tipo de virus conocido como adenovirus. Todos estos agentes infecciosos pueden causar enfermedad sin provocar neumonía (véase más adelante).

Los signos de neumonía incluyen exudación o secreción nasal, estornudos y dificultad para respirar. Además, los cobayas con neumonía pueden presentar conjuntivitis (ojo rosa), fiebre, pérdida de peso, depresión o pérdida de apetito. La muerte súbita puede producirse cuando se dan brotes entre grupos de cobayas. Su veterinario puede diagnosticar la neumonía a partir de un examen o de las pruebas de secreción de los ojos o la nariz. Las radiografías también pueden mostrar indicios de neumonía en los pulmones.

El tratamiento de la neumonía puede incluir fluidos (para evitar la deshidratación), alimentación con jeringa si es necesario, oxigenoterapia para ayudar a respirar y vitamina C. Si la neumonía está causada por una infección bacteriana, su veterinario probablemente le recetará antibióticos. Aunque pueden ser tóxicos en cobayas ( ver Antibióticos, anteriormente), ciertos antibióticos son más seguros que otros, y su veterinario puede seleccionar uno de ellos si es necesario. El antibiótico puede combinarse en una suspensión administrada por la boca, que luego debe administrarse según las indicaciones. Observe cuidadosamente a cualquier cobaya que reciba tratamiento antibiótico. Si el antibiótico causa diarrea, debe suspender el tratamiento inmediatamente y contactar con su veterinario. Si tiene más de un cobaya, la prevención y el control de los brotes de neumonía requieren mantener a sus mascotas y sus jaulas limpias en todo momento y alejar a los cobayas enfermos de la compañía de los demás.

Los cobayas sin signos de enfermedad pueden portar bacterias Bordetella bronchiseptica en la nariz o la garganta. A veces, algunos grupos de cobayas experimentan un brote de infección, durante el cual todos enferman y mueren rápidamente. La infección puede transmitirse de un cobaya a otro cuando se pulverizan gotitas en el aire al estornudar o toser. La forma genital de la infección también puede transmitirse por contacto sexual. Otros animales, como perros, gatos, conejos y ratones, pueden infectarse con estas bacterias sin mostrar ningún signo de enfermedad, por lo que los propietarios de mascotas deben evitar que sus cobayas entren en contacto con otros animales.

Los cobayas pueden portar bacterias Streptococcus pneumoniae sin parecer enfermas. Estas bacterias pueden causar una enfermedad repentina en cobayas previamente sanas cuando se estresan o dejan de comer; esto puede provocar la muerte. Un cobaya puede infectar a otro por contacto directo o por estornudos o tos. Los signos de la estreptococosis incluyen dificultad para respirar, sibilancias, secreción nasal y tos. La infección también puede causar inflamación del oído medio, que puede provocar una inclinación de la cabeza. Los antibióticos pueden usarse para tratar la infección y limitar la transmisión a otros cobayas, pero los cobayas que no parecen enfermos pueden estar infectados.

Un tipo de adenovirus es específico de los cobayas. Puede causar neumonía, pero muchos cobayas son portadores de este virus sin ningún signo de enfermedad. Los portadores pueden enfermar repentinamente como resultado del estrés o la anestesia. Esto ocurre con mayor frecuencia en cobayas que son jóvenes, viejos o que tienen un sistema inmunitario que no funciona correctamente. Los cobayas no suelen morir a causa de este virus, pero los que sí mueren a menudo mueren súbitamente sin parecer enfermos. Los signos de la enfermedad son similares a los observados en otras infecciones víricas o bacterianas e incluyen dificultad para respirar, secreción nasal y pérdida de peso.

Ácaros del pelo, cobaya

La infestación grave por ácaros puede causar pérdida de pelo o picor. Algunos tipos de ácaros no causan signos. Otros causan pérdida de pelo, pero no parecen afectar a la piel, y otros pueden penetrar en la piel y causar picor intenso, pérdida de pelo e inflamación de la piel. Este último tipo de ácaro suele infectar la cara interna de los muslos, los hombros y el cuello. La piel bajo el pelo afectado puede estar seca o grasienta y engrosada o con costras. En los animales gravemente afectados, las áreas afectadas pueden infectarse, lo que puede hacer que los animales pierdan peso, tengan poca energía o corran alrededor de la jaula. Si no se trata, pueden producirse convulsiones y la muerte. Los cobayas cogen los ácaros de la piel de otros cobayas o de elementos contaminados como la cama. Su veterinario puede diagnosticar esta afección examinando el pelo de su mascota u observando los raspados de la piel de su mascota bajo un microscopio. Las infestaciones por ácaros se tratan con inyecciones o medicamentos tópicos. Las infestaciones se pueden minimizar o prevenir asegurándose de que las viviendas estén limpias y desinfectadas y minimizando los niveles de estrés de su mascota.

Los cobayas infestados por piojos no suelen presentar signos, pero en los casos graves los piojos pueden causar picor, pérdida de pelo e inflamación de la piel alrededor del cuello y las orejas. Puede ver los piojos observando un trozo de pelo de su mascota con una lupa. El tratamiento suele ser con medicación tópica. Para prevenir esta afección, mantenga limpia la jaula del cobaya.

La infección fúngica de la piel (tiña) en los cobayas suele estar causada por Trichophyton mentagrophytes. Esta infección es contagiosa para las personas y los animales directamente o a través de objetos contaminados como la cama. El signo principal de la tiña es la presencia de parches calvos y escamosos, que suelen comenzar en la cara (nariz, alrededor de los ojos y las orejas) y en la cabeza. Las calvas pueden ser escamosas, con costras o rojas. La enfermedad también puede extenderse al dorso. Las áreas afectadas pueden inflamarse e infectarse más gravemente.

Su veterinario puede diagnosticar la tiña cultivando muestras de pelo para detectar el crecimiento de hongos o (en algunos casos) haciendo brillar una luz ultravioleta sobre la piel afectada. La tiña suele desaparecer por sí sola en los cobayas sanos. Sin embargo, el tratamiento acelera la curación y reduce la posibilidad de que la infección se extienda a otros. El tratamiento consiste en varias semanas de medicación antifúngica oral y, a veces, también en champús o lavados antifúngicos. Para limitar la propagación de la infección, el ambiente debe descontaminarse regularmente mientras el cobaya está recibiendo tratamiento.

La tiña es muy contagiosa para los humanos y otros animales. Si es necesario manipular un cobaya infectado, debe usar guantes desechables o lavarse bien las manos con agua tibia y jabón después de manipularlo.

La pérdida de pelo en cobayas tiene varias causas posibles. Los animales alojados en grupos pueden morderse o arrancarse el pelo o el de los demás debido a conflictos sociales o al dominio de los animales más viejos sobre los miembros más jóvenes del grupo. Este tipo de masticación del pelo se conoce como acicalamiento y también puede darse en cobayas aburridos alojados solos. La alopecia causada por el acicalamiento tiende a producirse en parches, posiblemente con indicios de marcas de mordiscos o inflamación de la piel debajo del pelo. El acicalamiento puede evitarse separando a los animales afectados, minimizando el estrés, destetando a los cobayas de sus madres temprano y alimentando a los animales con heno de tallo largo. La pérdida de pelo también puede estar causada por problemas genéticos o en el metabolismo (la descomposición de los alimentos en energía); esto es especialmente cierto en las hembras de cobayas que se han utilizado para la cría. Los cobayas jóvenes que se están separando de sus madres pueden presentar adelgazamiento del pelo a medida que su pelo cambia a un pelo adulto más grueso.

Las almohadillas de las patas de su mascota pueden inflamarse, desarrollar úlceras o crecer en exceso. Esta inflamación de la almohadilla plantar, o pododermatitis, suele estar causada por bacterias Staphylococcus aureus que entran en las almohadillas plantares a través de cortes o raspaduras. Los factores que aumentan el riesgo de infección son la obesidad, el suelo de alambre o abrasivo en las jaulas, la falta de higiene y las lesiones. Con el tiempo, la pododermatitis puede dar lugar a complicaciones graves como hinchazón de los nódulos linfáticos, artritis, inflamación de los tendones y acumulación de una proteína llamada amiloide en los órganos internos. Su veterinario puede diagnosticar esta afección examinando a su cobaya y posiblemente realizando pruebas de laboratorio. El tratamiento consiste en alojar al cobaya en una jaula de suelo liso con camas blandas, mejorar la higiene y administrar tratamiento médico según la gravedad de la afección. Su veterinario puede remojar las patas afectadas en una solución limpiadora suave y aplicar vendajes en los pies. Algunos animales necesitan antibióticos y analgésicos. En algunos casos, la afección no responde al tratamiento. Los animales con pododermatitis grave pueden necesitar la amputación de la zona afectada para evitar complicaciones más graves.

Los nódulos linfáticos son glándulas localizadas por todo el organismo que ayudan a combatir las infecciones. Los nódulos linfáticos alrededor del cuello a menudo se agrandan o se inflaman en los cobayas. La causa habitual de este problema es una infección bacteriana, con mayor frecuencia por Streptococcus equi subsp. zooepidemicus. Los nódulos linfáticos infectados pueden hincharse y llenarse de pus (abscesos), a veces solo en un lado. La infección puede diseminarse y causar infección de oído, inclinación de la cabeza o inflamación de los senos nasales o de los ojos.

La infección se disemina entre los cobayas a través de mordeduras, cortes o raspaduras en la piel o en la boca, estornudos, tos o contacto genital. Su veterinario puede diagnosticar esta afección mediante exámenes y pruebas de laboratorio. Se pueden utilizar antibióticos, pero los antibióticos por sí solos pueden no eliminar la infección. Puede ser necesario extirpar quirúrgicamente los nódulos linfáticos afectados. Los abscesos pueden drenarse quirúrgicamente. Para ayudar a prevenir la infección de los nódulos linfáticos, evite el uso de camas o alimentos ásperos o irritantes. Los dientes con sobrecrecimiento y las mandíbulas que no se cierran correctamente deben corregirse. Se deben tratar las infecciones de las vías respiratorias. Los alojamientos de su mascota deben mantenerse limpios e higienizados, y los animales enfermos deben mantenerse alejados de otros animales para evitar la diseminación de enfermedades.

Aunque los casos son raros, las bacterias Salmonella pueden infectar a los cobayas. Algunos signos de infección incluyen inflamación del ojo, fiebre, falta de energía, falta de apetito, pelo áspero, bazo e hígado agrandados e inflamación de los nódulos linfáticos del cuello. La bacteria se disemina por contacto directo con cobayas infectadas, ratones silvestres o ratas o al compartir comida, agua o camas con animales infectados. Las verduras frescas también pueden contener Salmonella. Dado que un animal que es tratado puede continuar infectando a otros animales incluso cuando no parece estar enfermo, el tratamiento puede no ser recomendable. Los cobayas pueden diseminarse la infección por Salmonella a los humanos por contacto directo, por lo que se deben tomar medidas sanitarias apropiadas (como el uso de guantes desechables y el lavado a fondo de las manos) cuando se manipula cualquier cobaya enfermo.

Los cobayas ocasionalmente se infectan por bacterias Yersinia pseudotuberculosis a través de alimentos, camas o agua contaminados. Las bacterias también pueden entrar en el organismo de un cobaya a través de cortes o raspaduras en la piel o por inhalación. Si un cobaya se infecta, la enfermedad puede seguir varios cursos: 1) la infección puede extenderse al torrente sanguíneo y causar la muerte súbita; 2) los cobayas infectados pueden perder peso, desarrollar diarrea y morir en el transcurso de 3 a 4 semanas; 3) los nódulos linfáticos del cuello o del hombro pueden agrandarse; o 4) su mascota puede estar infectada sin parecer enferma. Los veterinarios diagnostican esta infección mediante pruebas de laboratorio y examen del cobaya enfermo. Todos los cobayas que están infectados con estas bacterias o que han vivido en espacios reducidos con un cobaya infectado se deben eutanasiar, y la zona de alojamiento debe ser higienizada y desinfectada a fondo.