Trastornos y enfermedades de los hámsteres

La ileítis proliferativa, la inflamación del intestino delgado, es la causa más importante de diarrea en las crías de hámster. La culpable es la bacteria Lawsonia intracellularis, que es más probable que infecte a los hámsteres que están estresados por su transporte, por vivir en una jaula superpoblada, por una cirugía o enfermedad, o por cambios en la dieta. La afección es más común en hámsteres jóvenes que en adultos. La ileítis proliferativa progresa rápidamente, y muchos hámsteres con esta infección mueren. Los signos frecuentes de esta enfermedad son pelo húmedo o enredado alrededor de la cola y el vientre, bajos niveles de energía, pérdida de apetito y pérdida de peso.

Diarrea, hámster

El veterinario probablemente hará el diagnóstico a partir de los signos, la anamnesis y la respuesta del animal al tratamiento. El tratamiento incluye la administración de fluidos (por vía oral o por inyección) para corregir la deshidratación y posiblemente antibióticos. Los hámsteres enfermos han de mantenerse separados de otros hámsteres para evitar la diseminación de la enfermedad, y las jaulas de los animales enfermos y sanos deben limpiarse y desinfectarse a fondo.

La enfermedad de Tyzzer, causada por la bacteria Clostridium piliforme, puede tener muchos de los signos de la ileítis proliferativa. Estos incluyen pérdida de apetito, deshidratación, diarrea acuosa y muerte súbita. Los hámsteres contraen esta enfermedad al comer heces que contienen la bacteria. Esta enfermedad es más común en hámsteres jóvenes o estresados. Su veterinario puede diagnosticar esta enfermedad mediante exámenes o pruebas de laboratorio. Los análisis de sangre solo son precisos a veces. Su veterinario puede tratar a su hámster con líquidos y antibióticos. Los hámsteres que tienen esta enfermedad o que han estado en estrecho contacto con hámsteres enfermos han de mantenerse separados de otros hámsteres para evitar la diseminación de la enfermedad. Las bacterias pueden formar esporas y diseminarse por el entorno, por lo que la jaula, los recipientes de comida y las fuentes de agua que usan tanto los animales enfermos como los sanos deben limpiarse y desinfectarse a fondo.

La inflamación del intestino delgado puede estar relacionada con el uso de antibióticos. Ciertos antibióticos con actividad contra bacterias grampositivas pueden ser mortales para los hámsteres. Ejemplos de estos antibióticos son la lincomicina, la clindamicina, la ampicilina, la vancomicina, la eritromicina, la penicilina y las cefalosporinas. Estos medicamentos pueden causar inflamación del intestino delgado, lo que provoca diarrea y la muerte en 2 a 10 días. Estos antibióticos matan a las bacterias grampositivas que se encuentran naturalmente en los intestinos, lo que permiten que las bacterias gramnegativas crezcan demasiado. Algunos tipos de bacterias gramnegativas producen toxinas que pueden causar enfermedades graves. El ciego, un saco al final del intestino delgado, se hincha con líquido y el hámster desarrolla diarrea. El veterinario puede diagnosticar este problema averiguando qué medicamentos ha tomado la mascota recientemente y realizando pruebas de laboratorio. El sobrecrecimiento bacteriano a veces se produce en hámsteres que no han tomado antibióticos. Una vez que un hámster tiene esta afección, el pronóstico no es bueno.

La salmonelosis, una inflamación de los intestinos causada por bacterias del género Salmonella, no es frecuente en los hámsteres. Los signos de infección pueden incluir diarrea, deshidratación, pérdida de peso, pelo áspero y abdomen hinchado. La transmisión de la bacteria se produce cuando la comida o la cama del hámster se contaminan con insectos o roedores silvestres. Una vez que un hámster está infectado por Salmonella, no se recomienda el tratamiento. Las infecciones por Salmonella pueden transmitirse a los humanos, incluso si el hámster infectado no parece estar enfermo.

Los signos de enfermedad cuando un hámster tiene una infección por Escherichia coli son similares a otras enfermedades que causan diarrea en los hámsteres. Su veterinario puede identificar esta enfermedad con una prueba de laboratorio. El tratamiento y la prevención son similares a los de la ileítis proliferativa (véase Diarrea, anteriormente).

Los protozoos son organismos unicelulares que pueden causar enfermedad. Los hámsteres sanos a menudo portan protozoos en sus aparatos digestivos sin estar enfermos, pero los hámsteres que son jóvenes o están estresados pueden desarrollar diarrea como resultado de infecciones protozoarias. Su veterinario puede identificar los protozoos analizando las heces de su hámster.

Los oxiuros, un tipo de parásito interno, son una causa poco frecuente de enfermedad del aparato digestivo en los hámsteres. Un veterinario puede diagnosticar oxiuros examinando a su hámster o analizando sus heces. Para el tratamiento se pueden prescribir varios tipos de medicamentos, que a menudo deben mezclarse con el alimento o el agua. La jaula del hámster infestado debe limpiarse y desinfectarse a fondo porque los huevos del parásito todavía pueden estar presentes.

Los cestodos son relativamente frecuentes en los hámsteres en comparación con los ratones y las ratas. Los hámsteres infectados por lo general no presentan síntomas. Cuando un hámster presenta un caso grave, los cestodos pueden provocar inflamación y obstrucción de los intestinos e infección de los nódulos linfáticos. Un veterinario puede diagnosticar la infestación por cestodos con pruebas a su hámster o sus heces y puede prescribir el tratamiento apropiado. La jaula del hámster infestado debe limpiarse y desinfectarse a fondo, y debe eliminarse todo lo que pueda haber transmitido la infestación (p. ej., las cucarachas). Los cestodos de los roedores pueden infestar a los humanos, por lo que es una buena idea lavarse bien las manos después de manipular a su hámster o limpiar la jaula.

Los hámsteres pueden sufrir estreñimiento si tienen parásitos intestinales como los cestodos, si ingieren el lecho y sus intestinos se obstruyen, o si una porción del intestino se pliega dentro de sí mismo, una afección llamada intususcepción.

La intususcepción intestinal puede estar causada por inflamación de los intestinos, la gestación, la mala alimentación o la falta de agua para beber. A veces provoca prolapso rectal, que tiene el aspecto de una estructura tubular que sobresale del ano. Esto se considera una emergencia médica y requiere atención veterinaria y cirugía inmediata. La intususcepción es mortal si no se trata, y las posibilidades de recuperación son escasas incluso con una cirugía rápida.

El tratamiento del estreñimiento requiere identificar y tratar la causa del estreñimiento. La intususcepción suele necesitar tratamiento quirúrgico.

La actinomicosis es una infección causada por el hongo Actinomyces bovis. Es poco frecuente en hámsteres. Esta enfermedad puede conducir a la rotura de las glándulas salivales, que pueden supurar pus. Su veterinario puede diagnosticar esta enfermedad con una prueba de laboratorio. El tratamiento incluye la punción y el drenaje del área infectada y la prescripción de los antibióticos apropiados.

Los hámsteres de avanzada edad, especialmente las hembras, a veces presentan inflamación a largo plazo y degeneración del hígado (cirrosis). Los análisis de sangre muestran un aumento de las enzimas producidas por el hígado. Se desconoce la causa de la enfermedad y no existe un tratamiento eficaz.

La neumonía, o inflamación de los pulmones, no es común en los hámsteres. Cuando se produce, suele ser el resultado de una infección con uno o más tipos de bacterias, bien solas o junto con virus y otros tipos de agentes infecciosos. Las bacterias que causan neumonía suelen estar presentes en el aparato respiratorio o digestivo en pequeñas cantidades. Estas bacterias pueden multiplicarse y causar enfermedades cuando los cambios repentinos en el entorno de un hámster, especialmente la temperatura, causan estrés. El estrés hace que sea más difícil para el organismo de un hámster combatir la infección.

Los signos de que un hámster está enfermo de neumonía incluyen pus o mucosidad por la nariz o los ojos, dificultad para respirar, pérdida de apetito y falta de actividad. Su veterinario puede diagnosticar la neumonía haciendo un examen o realizando pruebas de laboratorio. El tratamiento no suele ser eficaz, pero los antibióticos pueden ayudar en los casos leves. Otras medidas que pueden hacer que un hámster enfermo se sienta más cómodo son administrarle fluidos por inyección, mantener su jaula caliente y seca y minimizar el estrés. Si varios hámsteres viven juntos, es importante alejar al hámster enfermo de los otros hámsteres y mantener la instalación limpia y desinfectada.

Este virus es poco frecuente en los hámsteres, pero es muy contagioso. El virus se transmite de un hámster a otro al estornudar o toser. En los hámsteres recién nacidos, este virus puede causar goteo o exudado por la nariz, dificultad para respirar, neumonía y la muerte. Los hámsteres adultos generalmente no presentan síntomas. La infección bacteriana puede ocurrir simultáneamente con la infección viral. Su veterinario puede identificar esta enfermedad mediante pruebas de laboratorio.

No existe un tratamiento para el virus en sí, pero el veterinario puede tratar los efectos del virus, con fluidos debajo de la piel para animales deshidratados, suplementos alimenticios y antibióticos si el hámster presenta una infección bacteriana. Para prevenir la infección con este virus, hay que asegurarse de que el hámster no entre en contacto con hámsteres u otros roedores enfermos y mantener su jaula limpia.

Los abscesos de la piel son bolsas infectadas de pus debajo de la piel. Suelen estar causados por infecciones bacterianas de heridas que se producen durante las peleas con compañeros de jaula o por heridas provocadas por objetos cortantes en la jaula. Los abscesos se localizan a menudo alrededor de la cabeza. Si los nódulos linfáticos alrededor del cuello están inflamados, puede haber una infección en las bolsas de las mejillas del hámster. En los hámsteres machos, las glándulas del flanco sobre las caderas pueden estar infectadas. Las virutas de madera del lecho pueden lesionar los pies o los hombros, lo que puede provocar una infección.

El tipo de bacteria que causa el absceso se identifica mediante una prueba de laboratorio. El tratamiento incluye el drenaje del absceso y la administración de un antibiótico. En el caso de los abscesos que han estallado, el veterinario se asegurará de que todo el contenido del absceso haya drenado y después lavará la herida. Los abscesos que no se han roto pueden extirparse quirúrgicamente. Su veterinario puede inyectar antibióticos debajo de la piel. Si las glándulas de los flancos están infectadas, el veterinario puede rasurar la zona alrededor de ellas, limpiarlas y aplicar una pomada que contenga antibióticos y esteroides. Los hámsteres que se pelean deben estar separados unos de otros. Asegúrese de que la jaula de su mascota no tenga bordes cortantes. Evite las camas con virutas de madera.

Una pérdida de pelo irregular puede tener muchas causas en los hámsteres. Entre ellas se encuentran el roce constante con partes de la jaula, la insuficiencia de proteínas en la dieta y el mordisqueo del pelo por parte de los compañeros de jaula (conocido como acicalamiento). La pérdida de pelo también puede ser un signo de un tipo de linfoma de linfocitos T (una forma de cáncer) que afecta a la piel. Esto es relativamente frecuente en los hámsteres ( ver Cánceres y tumores, más adelante). La infestación por ácaros, los tumores en las glándulas adrenales, el desequilibrio de la glándula tiroides y los problemas con los riñones son afecciones menos frecuentes que también pueden causar pérdida de pelo.

Pérdida de pelo, hamster

A pesar de su nombre, la tiña no está causada por gusanos. La tiña se produce cuando la piel de un hámster se infecta con un hongo. Los hongos causantes de la tiña son especies de Trichophyton mentagrophytes y Microsporum. Algunos hámsteres no presentan síntomas. Otros hámsteres pueden tener calvas irregulares que pueden ser costrosas, escamosas y rojizas alrededor de los bordes. Los hámsteres se infectan por contacto con animales o humanos infectados o por objetos contaminados como el lecho. Los hámsteres que pasan tiempo fuera de sus jaulas también pueden estar expuestos a los hongos del hogar. El veterinario puede diagnosticar esta afección mediante una exploración física y pruebas de laboratorio. El tratamiento puede incluir agentes antimicóticos tópicos u orales.

La tiña es contagiosa para los humanos y otros animales. Si se sospecha la presencia de tiña, hay que asegurarse de lavarse bien las manos después del contacto con la mascota. Se han de usar guantes desechables cuando se limpie la jaula de la mascota y su contenido, y hay que lavarse bien las manos después de limpiarla.

La infestación por ácaros es frecuente en los hámsteres. Las dos especies de ácaros que son más comunes son Demodex criceti y Demodex aurati. Esta afección es más habitual en los machos y en los hámsteres de avanzada edad porque estos grupos son más propensos a la desnutrición y a otras enfermedades. Cuando un animal está muy infestado de ácaros, su piel se inflama, se seca y se descama, con pérdida de pelo en la zona del lomo y la grupa. Las áreas calvas están secas y escamosas, pero no pican. El tratamiento suele ser con medicación tópica.

Otras especies de ácaros que son menos comunes en los hámsteres son los ácaros del oído, los ácaros de la nariz y los ácaros de las ratas tropicales. Los hámsteres infestados por ácaros del oído pueden presentar inflamación de la piel alrededor de las orejas, la cara, las patas y la cola. El veterinario puede identificar esta afección analizando los raspados cutáneos o el pelo y administrando el tratamiento adecuado. El lecho del hámster infestado debe cambiarse con frecuencia y la jaula ha de limpiarse y desinfectarse a fondo.

Este virus suele infectar a los ratones silvestres; los hámsteres solo se ven infectados por él ocasionalmente. El virus se transmite por contacto con la orina o la saliva de un roedor infectado o a través de pequeñas gotas que se transmiten cuando los roedores enfermos estornudan o tosen. Un hámster infectado puede transmitirlo a sus fetos en el útero. El virus no suele hacer enfermar a los hámsteres y desaparece por sí solo. Sin embargo, los hámsteres enfermos pueden transmitir el virus a los seres humanos. Algunos hámsteres que tienen este virus pierden peso con el tiempo. Los signos adicionales incluyen convulsiones, depresión y disminución de la reproducción en las hembras. Su veterinario puede notar agrandamiento del hígado, bazo, riñones o ganglios linfáticos. El virus puede detectarse mediante pruebas de laboratorio. No hay un tratamiento eficaz. Los animales que están enfermos con arenavirus han de ser eutanasiados y sus instalaciones deben limpiarse y desinfectarse a fondo. Se debe eliminar cualquier contacto entre su mascota y los roedores salvajes.

Este virus es muy contagioso y muy peligroso para los seres humanos. Puede causar signos similares a los de la gripe e inflamación del cerebro, la membrana alrededor del cerebro y la médula espinal. La infección puede transmitirse al feto si una mujer se infecta durante el embarazo; pueden producirse defectos de nacimiento o abortos espontáneos. Para protegerse y proteger a toda la familia, se han de usar guantes desechables cuando se limpie la jaula de un hámster infectado. Tenga especial cuidado al manipular la ropa de cama y otros materiales que puedan contener orina. Una vez que se haya terminado de limpiar la jaula y todo su contenido, se han de desechar los materiales potencialmente contaminados con cuidado (con guantes e introduciendo los materiales en bolsas de plástico selladas), y a continuación hay que lavarse bien las manos, incluidos los brazos. Se ha de lavar inmediatamente cualquier ropa que pueda haber estado en contacto con material del lecho u otros elementos contaminados.

La amiloidosis es una afección en la que el organismo produce una proteína densa llamada amiloide. El amiloide se acumula en varios órganos, como el hígado y los riñones, y finalmente afecta a las funciones de estos órganos. Este trastorno puede afectar a los hámsteres que tienen más de 1 año de edad o a aquellos con enfermedades de larga duración. Es más común en las hembras. Los hámsteres con esta afección no suelen parecer enfermos hasta que sus riñones dejan de funcionar debido a los depósitos de amiloide. La insuficiencia renal causa una acumulación de sustancias químicas en la sangre, que provoca pérdida del apetito, una capa de pelo áspera, una postura encorvada, acumulación de líquido en el organismo, depresión y la muerte. Los análisis de sangre pueden mostrar un aumento de las proteínas albúmina y globulina, demasiada proteína en la orina y colesterol alto. No existe tratamiento para esta enfermedad, excepto para hacer que el hámster se sienta más cómodo (p. ej., dándole líquidos). La mayoría de los hámsteres con esta enfermedad viven poco tiempo.

La enfermedad poliquística, que hace que los hámsteres desarrollen sacos llenos de líquido llamados quistes, es común en los hámsteres mayores de 1 año. Los hámsteres afectados suelen desarrollar uno o más quistes pequeños en el hígado. Otros órganos que pueden presentar estos quistes son las glándulas sexuales accesorias en los machos, el páncreas, los ovarios, el útero y las glándulas adrenales.

Esta enfermedad está causada por la bacteria Yersinia pseudotuberculosis. Los hámsteres están expuestos a estas bacterias cuando las heces de aves silvestres o roedores contaminan su comida o agua potable. Los hámsteres infectados pueden desarrollar enfermedades graves, como una infección sanguínea. Los hámsteres afectados pueden tener una pérdida de peso extrema a largo plazo con diarrea ocasional. El veterinario puede observar degeneración de los nódulos linfáticos, el bazo, el hígado, los pulmones, la vesícula biliar y las paredes de los intestinos. La bacteria puede detectarse con pruebas de laboratorio. No existe ningún tratamiento.

La pseudotuberculosis es contagiosa para los humanos, por lo que se debe eutanasiar a cualquier hámster que tenga esta enfermedad o que haya entrado en contacto con hámsteres infectados. Debe eliminarse el contacto con roedores o aves salvajes. La jaula del hámster enfermo debe limpiarse y desinfectarse a fondo. Asegúrese de usar guantes cuando limpie la jaula y deseche los materiales contaminados. Lávese bien las manos y los brazos cuando haya terminado.

La tularemia, causada por la infección por la bacteria Francisella tularensis, es poco frecuente en los hámsteres. Puede causar infección sanguínea, con una elevada tasa de enfermedad grave y muerte. Los hámsteres contraen esta enfermedad a través de garrapatas o ácaros infectados. Los hámsteres enfermos pueden tener un pelaje áspero. Los hámsteres con tularemia mueren a las 48 horas de ponerse enfermos. La infección causa sangrado en los pulmones y agrandamiento del hígado, el bazo y los ganglios linfáticos. No existe ningún tratamiento. Esta enfermedad es contagiosa para los seres humanos, por lo que cualquier hámster infectado (o hámster que haya estado expuesto a hámsteres infectados) debe ser sacrificado. La jaula del hámster enfermo debe limpiarse y desinfectarse a fondo. Hay que utilizar guantes y desechar el lecho y otros materiales de la jaula con cuidado. Se ha de minimizar la exposición de la mascota a las garrapatas y tratar rápidamente cualquier infestación por ácaros para reducir la posibilidad de desarrollar tularemia.