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Intoxicación por derivados del petróleo en animales

PorMichelle S. Mostrom, DVM, MS, PhD, DABVT, DABT
Revisado/Modificado oct 2021

La intoxicación por productos derivados del petróleo puede estar causada por la ingestión, inhalación o contacto cutáneo con hidrocarburos del petróleo en el petróleo crudo, la gasolina, el diésel, el queroseno, la nafta u otras mezclas de hidrocarburos. Los signos clínicos pueden incluir dificultad respiratoria y neumonía por aspiración, trastornos gastrointestinales generalizados (p. ej., salivación, hinchazón, diarrea o estreñimiento, anorexia y pérdida de peso), depresión o excitación del SNC, alteración de la reproducción y la muerte. La identificación y obtención de una muestra del producto del petróleo y de muestras (heces, contenido del estómago/rumen, pulmones, grasa [especialmente perirrenal], hígado, cerebro y otros tejidos) de los animales afectados son importantes para cotejar la "huella digital" del hidrocarburo en la fuente material con el tejido biológico. El tratamiento consiste en detener la exposición y sacar al animal de un entorno, alimento o agua contaminados. El pronóstico depende del animal y del tipo de producto hidrocarbonado, así como de la dosis y duración de la exposición.

La ingestión, inhalación o contacto cutáneo con petróleo, condensado de petróleo, gasolina, combustible diésel, queroseno, crudo u otras mezclas de hidrocarburos pueden causar enfermedad y en ocasiones la muerte tanto en animales domésticos como silvestres. Tanto los perros como los gatos pueden ingerir productos derivados del petróleo mientras se asean si su pelaje está contaminado o directamente de envases abiertos. La inhalación puede producirse en zonas mal ventiladas donde estos productos químicos se han utilizado o almacenado. Los rumiantes pueden ingerir estos productos en grandes cantidades por estar sedientos, por curiosidad o buscando sal u otros nutrientes, o si el alimento o el agua están contaminados. Se ha observado que el ganado "bebe en exceso" petróleo incluso con una fuente de agua adecuada.

En pequeñas cantidades, los productos derivados del petróleo utilizados como portadores de insecticida tienen escaso efecto nocivo o ninguno. Sin embargo, grandes cantidades y la exposición prolongada a productos derivados del petróleo pueden inducir reacciones graves. Son fuentes potenciales la rotura de oleoductos, la liberación accidental desde depósitos de almacenamiento, los accidentes de vehículos cisterna y los contenedores abiertos o con fugas. Las propiedades físicas pueden afectar a la exposición y la toxicidad. La volatilidad aumenta a menor peso molecular y menor saturación o aromaticidad. La absorción es mayor con los hidrocarburos altamente volátiles y de bajo peso molecular (p. ej., hexano, gasolina), así como con hidrocarburos aromáticos (benceno, tolueno) debido a una mayor solubilidad en lípidos. El petróleo crudo que ha perdido por la acción de la intemperie gran parte de sus componentes más ligeros y volátiles puede aún ser peligroso.

El aceite crudo y la gasolina contienen cantidades variables de hidrocarburos aromáticos, incluyendo benceno (2-5 % en gasolina), tolueno, etilbenceno y xileno. Estos compuestos, ingeridos o inhalados en cantidad suficiente, pueden tener efectos agudos y crónicos distintos de otros hidrocarburos que constituyen la mayoría de aceites y productos gaseosos. El benceno es hemotóxico y un carcinógeno conocido a altos niveles de exposición. El tolueno causa signos neurológicos y daño neurológico profundo a altas dosis. La inhalación de altas concentraciones de n-hexano puede dar lugar a neuropatía periférica con el tiempo. Los signos del SNC se producen cuando se absorbe suficiente petróleo en el cerebro o en los nervios periféricos. La intoxicación suele producirse rápidamente después de la exposición.

Las variadas composiciones del petróleo y de las mezclas de hidrocarburos derivados del petróleo, explican algunas de las diferencias de los efectos tóxicos. Las mezclas de baja viscosidad/alta volatilidad (p. ej., gasolina, nafta y queroseno, xileno) presentan gran riesgo de aspiración y una actividad irritante sobre los tejidos pulmonares. Las fracciones de gasolina y nafta pueden inducir el vómito, que contribuye al riesgo de aspiración. Las fracciones más viscosas que el queroseno (asfalto, aceite mineral, ceras) presentan menor probabilidad de ser inhaladas y, aunque sean aspiradas, son algo menos perjudiciales para el tejido pulmonar. Las formulaciones antiguas de aceites lubricantes y grasas pueden ser particularmente peligrosas por los aditivos tóxicos o los contaminantes (p. ej., plomo).

La toxicidad comparativa de los hidrocarburos de petróleo puede considerarse alta (dosis letal media [DL50] oral <10 mL/kg; p. ej., acetona, benceno, disulfuro de carbono, combustible diésel, tolueno, xileno), moderada (DL50 oral de 10-20 mL/kg; p. ej., combustible diésel, gasolina, aceite de calefacción, isopropanol, trementina) o limitada (DL50 oral >20 mL/kg; p. ej., aceite de motor, combustible de aviación, líquido para mecheros). La toxicidad del petróleo crudo depende del contenido relativo de queroseno, nafta y gasolina. El petróleo crudo dulce contiene <0,5 % de azufre y el petróleo crudo ácido contiene >0,5 % de azufre. Han causado neumonía por aspiración el petróleo crudo dulce (alto contenido de gasolina, nafta y queroseno) a ~50 mL/kg y el crudo ácido (bajas fracciones de gasolina, nafta y queroseno) a 75 mL/kg de exposición durante 1 semana.

Hallazgos clínicos de la intoxicación por productos derivados del petróleo en animales

La toxicidad de los productos derivados del petróleo puede afectar a los sistemas respiratorio, GI o tegumentario o al SNC. En la mayoría de los casos de ingestión, los signos clínicos no son evidentes; sin embargo, se ha descrito que los pequeños animales muestran irritación oral, salivación y movimientos de masticación de las mandíbulas, seguidos de tos, atragantamiento y vómitos. La neumonía debida a la aspiración de los hidrocarburos por los pulmones suele ser la consecuencia más grave de la ingestión de estos materiales. La aspiración puede producirse durante el vómito por monogástricos o por el eructo del contenido ruminal. El daño pulmonar puede producirse por una combinación de volatilidad, viscosidad y tensión superficial. Una mayor volatilidad promueve el acceso de los vapores al pulmón y las vías respiratorias, desplazando el oxígeno alveolar. El riesgo de toxicosis pulmonar aumenta por los productos de menor viscosidad y tensión superficial, con una mayor penetración en las vías respiratorias más pequeñas y la difusión del producto a una mayor superficie pulmonar.

Se ha documentado en rumiantes el timpanismo agudo por productos derivados del petróleo tras el consumo de hidrocarburos altamente volátiles como la gasolina o la nafta. Los signos del SNC pueden ser el resultado de la acción anestésica de hidrocarburos alifáticos de bajo peso molecular y/o la anoxia cerebral que puede ser consecuencia de una lesión pulmonar o del desplazamiento de oxígeno debido a los hidrocarburos más volátiles. Algunos compuestos cuando se absorben en dosis elevadas pueden sensibilizar el miocardio frente a catecolaminas endógenas. La anorexia, la reducción de la motilidad del rumen y la depresión leve pueden iniciarse en ~24 h y durar 3-14 días, según la dosis y el contenido. Varios días después de la ingestión puede presentarse una hipoglucemia. Estos signos clínicos, junto con pérdida de peso, pueden ser las únicas respuestas en los animales que no presentan timpanismo o no aspiran aceite. Algunos animales no restablecen la función ruminal normal después de la ingestión y pueden desarrollar una afección debilitante crónica.

Después de la ingestión de aceite, las heces no se ven afectadas hasta varios días después, cuando se tornan secas y consistentes en el caso del queroseno o de los hidrocarburos más ligeros; por el contrario, las mezclas de hidrocarburos más pesados (p. ej., aceite de motor) tienden a ser catárticas. Se puede encontrar aceite en las heces y el contenido ruminal hasta 2 semanas después de la ingestión. El aceite regurgitado o vomitado puede ser evidente como residuo en el hocico y los labios.

Tabla
Tabla

Los signos del SNC atribuibles a la adsorción pulmonar, dérmica o GI de hidrocarburos o a la anoxia cerebral incluyen excitabilidad (asociada con fracciones aromáticas; como el benceno, tolueno, etc.), depresión (hidrocarburos alifáticos o saturados de bajo peso molecular), escalofríos, temblores de cabeza, disfunción visual (asociándose algunas veces con contaminación por plomo) e incoordinación. Algunos animales que aspiran mezclas altamente volátiles presentan neumonía aguda y posiblemente pleuritis (tos, taquipnea, respiración superficial, reticencia al movimiento, cabeza caída, debilidad, secreción nasal oleosa y aspecto deshidratado); las muertes suelen verse en cuestión de días. En los animales que aspiran hidrocarburos más pesados, los signos respiratorios pueden limitarse a una disnea poco antes de la muerte. Los aumentos del hematocrito, de la Hb y del BUN, indicativos de una leve o moderada hemoconcentración, están asociados al desarrollo de neumonía. Inicialmente aparecen neutropenia, linfopenia y eosinopenia, seguidas de un aumento relativo de los neutrófilos.

Hay algunos informes anecdóticos de aborto tras la exposición. Los datos de laboratorio en roedores apoyan la ocurrencia de un aumento de pérdidas fetales y un crecimiento fetal disminuido. No obstante, las dosis necesarias para afectar al feto eran también suficientes para afectar seriamente la salud y el peso materno. Algunos casos anecdóticos de vacas gestantes expuestas a hidrocarburos del petróleo produjeron relajación de los ligamentos pélvicos y falta de desarrollo de la ubre antes del parto, mala maternidad de los terneros y marcada inmunosupresión en terneros recién nacidos. La tabla asociada resume algunos de los signos clínicos de la intoxicación por hidrocarburos del petróleo en los rumiantes.

Lesiones

La neumonía por aspiración es el hallazgo post mortem más consistente en los animales que no mueren de timpanismo. Puede estar acompañada de traqueítis, pleuritis e hidrotórax si están implicadas fracciones muy volátiles, como gasolina o nafta. Las lesiones pulmonares suelen ser bilaterales y se encuentran en los lóbulos apical caudoventral, cardiaco, diafragmático craneoventral e intermedio. Las porciones afectadas presentan color rojo oscuro, están consolidadas y pueden contener múltiples abscesos. Los abscesos pulmonares encapsulados pueden observarse hasta varios meses después de la aspiración en los bovinos que sobreviven. Las lesiones cutáneas pueden ser obvias después de repetidas aplicaciones tópicas o de la exposición severa, e incluyen desecación, agrietamiento o ampollas. Se recomienda una necropsia completa y el examen de las muestras histopatológicas si se sospecha una intoxicación por productos derivados del petróleo, para descartar la toxicidad por hidrocarburos y otras causas potenciales, especialmente si se trata de un caso legal.

Diagnóstico de la intoxicación por productos derivados del petróleo en animales

  • Presencia de hidrocarburos de petróleo y comparación de la huella de hidrocarburos de la fuente tóxica con muestras biológicas.

  • Necropsia y examen histopatológico para descartar causas alternativas de muerte, especialmente en los casos crónicos.

Puede detectarse un olor a hidrocarburo en los pulmones, el contenido ruminal y las heces de los animales que padecen toxicosis por productos derivados del petróleo. Aunque se hayan ingerido en grandes dosis, los hidrocarburos pueden no detectarse en el contenido ruminal después de ~4 días. Al añadir agua tibia al contenido de una muestra GI, cualquier material oleoso puede recogerse en la superficie; sin embargo, el hallazgo de aceite en el tracto GI no indica, por sí solo, un diagnóstico de intoxicación; la mayoría de los aceites tienen baja toxicidad si no se aspiran. Deben tomarse muestras del contenido GI, los pulmones, el hígado, los riñones, la grasa (especialmente perirrenal) y del material hidrocarbonado de origen sospechoso para realizar análisis químicos que demuestren la presencia de hidrocarburos en los tejidos (sobre todo en los pulmones) y en el contenido GI y para relacionar los encontrados en tejidos y en la ingesta con la fuente sospechosa o para que coincida con la "huella digital" del hidrocarburo. Los datos anecdóticos limitados en el ganado vacuno sugieren que los hidrocarburos, particularmente los naftalenos alquilados, pueden detectarse en la grasa perirrenal durante casi 45 días después de la exposición.

Las muestras se deben proteger cuidadosamente de la contaminación cruzada durante la necropsia y su transporte al laboratorio. Las instrucciones del laboratorio de diagnóstico receptor deben verificarse para garantizar que el equipo de recolección y los contenedores de transporte (contenedores de trazas limpias) son apropiados para evitar la contaminación y la pérdida por evaporación de componentes importantes. Si se trata de un asunto legal, todo el muestreo ha de estar bien documentado y se deben tomar fotografías, si procede. Los hallazgos químicos positivos, junto con los hallazgos clínicos y histopatológicos apropiados, confirman el diagnóstico. El diagnóstico en situaciones de campo ha sido históricamente complicado por estar asociado a la presencia de otros tóxicos, como explosivos, plomo de la grasa y "sellador para tubos", arsenicales, ésteres organofosforados, cáusticos (ácidos o álcalis) y agua salina.

Tratamiento de la intoxicación por derivados del petróleo

  • Terapia de apoyo para ayudar a respirar

  • Eliminación de hidrocarburos de la piel con jabón o detergentes suaves y agua fría

Se debe evitar el tratamiento de la intoxicación por productos derivados del petróleo que pueden causar neumonía por aspiración o contaminación de los tejidos por hidrocarburos (pulmón o peritoneo). El aumento de presión debería liberarse introduciendo una sonda gástrica si es absolutamente necesario para salvar la vida del animal; el uso de un trocar tiene el riesgo de forzar el aceite en la cavidad peritoneal, que puede causar peritonitis. Pasando una sonda estomacal incrementamos peligrosamente el riesgo de aspiración, y es necesaria una precaución extrema. En ausencia de timpanismo, los objetivos principales son evitar la aspiración y mitigar la disfuncionalidad GI. La ruminotomía es más segura para extraer el contenido del rumen y reemplazarlo con material ruminal saludable. Los casos más crónicos, que implican principalmente hipofunción ruminal, también pueden responder a este procedimiento. Si usamos catárticos, deben ser sorbitol o de tipo salino; sin embargo, no hay evidencia de que mejoren el pronóstico. El uso de catárticos a base de aceite para la ingestión de petróleo ya no está respaldado.

El carbón activado se ha sugerido alguna vez para su empleo en pequeños animales. Aunque no adsorbe eficazmente los destilados de petróleo, puede darse si fuera necesario para adsorber aditivos y otros contaminantes. El lavado gástrico suele estar contraindicado para la ingestión de petróleo e hidrocarburos volátiles. Debe tenerse cuidado para evitar la inducción del vómito y la aspiración. Los animales pequeños con dificultad respiratoria aguda pueden requerir oxígeno suplementario y ventilación con presión positiva, usados con precaución debido al daño pulmonar físico existente. Es necesario realizar una purga frecuente de los ventiladores para eliminar los hidrocarburos volátiles.

Los animales con evidencia de infección bacteriana en las vías respiratorias pueden requerir tratamiento con antimicrobianos de amplio espectro. Ciertos patógenos pueden introducirse dentro de los pulmones a partir de contenidos aspirados del rumen o estómago mezclados con los hidrocarburos. Sin embargo, el uso de esteroides en aspiración de hidrocarburos puede reducir aún más la posibilidad de recuperación y suele estar contraindicado. El tratamiento de la neumonía por aspiración rara vez es eficaz, y el pronóstico es poco favorable. Sin embargo, dado que los signos clínicos de aspiración pueden no aparecer durante varios días, el pronóstico basado en los hallazgos clínicos iniciales puede ser engañoso.

La mayoría de los compuestos de alto peso molecular pasan a través del tracto GI inalterados. La mayoría de los hidrocarburos del petróleo son altamente lipófilos y pueden almacenarse en distintos momentos en tejidos con elevado contenido en lípidos, incluyendo grasas, tejido nervioso e hígado. Algunos de los compuestos absorbidos se metabolizan a subproductos más tóxicos (p. ej., benceno, tolueno y n-hexano). Aunque la mayoría de estos compuestos no permanecen en el organismo durante periodos prolongados, se sabe poco sobre los niveles de persistencia en los tejidos de animales altamente expuestos o los efectos en los fetos. La posibilidad de residuos en los tejidos debe considerarse antes del sacrificio de animales que deban destinarse al consumo humano. Debe contactarse con el FARAD para una estimación del tiempo de retirada, si está disponible, consultando al veterinario oficial y a la oficina regional de la FDA para la exposición a hidrocarburos de petróleo en animales de abasto.

En la intoxicación, incluida la que implica la exposición cutánea, el material agresivo debe eliminarse de la piel con la ayuda de jabón o detergentes suaves y abundante agua fría. La piel no debe cepillarse ni rasparse. El tratamiento posterior depende de los signos clínicos y se limita a la terapia de apoyo.

La intoxicación por productos derivados del petróleo solo puede evitarse impidiendo el acceso a estos materiales mediante un almacenamiento adecuado de los productos químicos del hogar y de la granja y un vallado bien cuidado alrededor de las instalaciones petrolíferas de alto riesgo. En los campos de petróleo muy activos, los propietarios de animales de producción deben estar atentos para proteger el agua y las fuentes de pasto/alimento y vigilar los vertidos accidentales en los lugares de trabajo y a lo largo de las tuberías.

Efectos de los yacimientos petrolíferos y de gas en la salud y producción del ganado vacuno

Algunos informes de la toxicosis por productos derivados del petróleo documentan la preocupación sobre el efecto de los yacimientos petrolíferos en la salud y producción del ganado vacuno. Algunos estudios de observación han sugerido que la exposición a emisiones de gas ácido (gas natural con sulfuro de hidrógeno) pueden asociarse a un mayor riesgo de pérdidas reproductivas en el ganado vacuno. Los investigadores están reexaminando el impacto de las emisiones de los yacimientos petrolíferos y de gas sobre el sistema inmunitario.

Puntos clave

  • Los animales están expuestos a productos de hidrocarburos derivados del petróleo por inhalación, ingestión o contacto dérmico. La aspiración de hidrocarburos de baja viscosidad y alta volatilidad hacia los pulmones puede causar daño pulmonar y neumonía. Pueden aparecer signos clínicos adicionales en el tracto GI, en el SNC y en la reproducción.

  • No existe un antídoto específico para la intoxicación por productos derivados del petróleo. El tratamiento incluye terapia de apoyo para la función pulmonar, el tratamiento del timpanismo en los rumiantes y el mantenimiento de la motilidad ruminal, la eliminación de hidrocarburos de la piel con un jabón o detergente suave y la evaluación de los residuos tisulares en los animales de abasto.

  • La exposición de animales a productos de hidrocarburos del petróleo puede convertirse en casos legales que requieren documentación extensa y pruebas analíticas, con necropsias y pruebas adicionales para determinar la causa de la muerte (para determinar todos los diagnósticos diferenciales). Se debe intentar hacer coincidir la fuente de hidrocarburos con los hidrocarburos en los tejidos biológicos.

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