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Descripción general de la fatiga y del ejercicio en animales

PorAmelia S. Munsterman, DVM, PhD, DACVS, DACVECC
Última revisión/modificación abr 2019

La fatiga muscular durante el ejercicio es la disminución de la capacidad de un músculo para generar fuerza de contracción, lo que da lugar a la incapacidad del animal para continuar ejerciendo esa fuerza al mismo nivel de intensidad. En caso de agotamiento de los mecanismos fisiológicos compensatorios, se pueden observar alteraciones en los parámetros cardiovasculares, de electrolitos séricos y del tejido muscular. El tratamiento requiere reposo, rehidratación, restauración de las concentraciones normales de electrolitos séricos y administración de frío.

La fatiga puede darse tanto durante el ejercicio aeróbico como en el anaeróbico o con un esfuerzo submáximo (esfuerzo habitual). Los factores que pueden influir en la aparición de la fatiga incluyen:

  • Temperatura ambiental.

  • Nivel de hidratación y concentración de electrolitos séricos.

  • Condicionantes externos.

  • El deseo de actividad del animal.

A medida que aumenta el esfuerzo muscular, la disminución de glucógeno, la acidosis intracelular y la acumulación de subproductos metabólicos contribuirán a la aparición de la fatiga. La fatiga durante el ejercicio también puede ser el resultado de afecciones patológicas, incluidas las enfermedades que afectan a la captación del oxígeno, al metabolismo energético o a la función neuromuscular. Esta discusión hace referencia a la fatiga muscular en animales sanos.

Fisiopatología de la fatiga en animales

La fatiga es una consecuencia normal del ejercicio de duración prolongada o de alta intensidad, y se considera un mecanismo de seguridad intrínseco. Si no se desencadena la fatiga, o si esta se retrasa, pueden producirse daños estructurales de los miocitos y de los tejidos de sostén. Hay dos tipos de fatiga: periférica y central.

La fatiga periférica es la fatiga secundaria a una alteración de la función del músculo. La causa principal es la incapacidad de resintetizar del ATP, con acumulación de ADP y de iones de fosfato inorgánico. Los estudios del metabolismo muscular para identificar situaciones de fatiga periférica tras el ejercicio se han basado, principalmente, en la realización de biopsias de tejido muscular y en la medición directa de glucógeno muscular, fosfato de creatina, ATP, ADP, monofosfato de inosina, fosfato inorgánico, productos intermediarios de la glucólisis, pH y otros metabolitos. Otros estudios han investigado la expresión de ARN mensajero en el tejido muscular para controlar las adaptaciones en la expresión génica de proteínas que regulan el metabolismo dependiente del oxígeno, el metabolismo de la glucosa y la utilización de ácidos grasos.

Los biomarcadores serológicos asociados a la fatiga periférica y que podrían usarse clínicamente son fundamentalmente:

  • Lactato.

  • Amoniaco.

  • Hipoxantina y xantina.

  • Otros marcadores del daño oxidativo (sustancias reactivas al ácido tiobarbitúrico, glutatión y glutatión peroxidasa).

  • Mediadores inflamatorios (IL-1, TNF-alfa).

  • Linfocitos.

La fatiga central se define como una alteración en las señales procedentes del SNC, y conlleva una disminución directa del rendimiento al modificar la frecuencia de potencial de acción de las neuronas motoras. La fatiga central se puede producir de forma secundaria a situaciones de dolor, disnea, percepción de esfuerzo, hipoglucemia, hipertermia, acumulación de amoníaco, aumento de la serotonina, alteración del metabolismo de los aminoácidos y cambios en los iones extracelulares. La fatiga central está asociada con:

  • Disminución de la motivación.

  • Letargo.

  • Pérdida de coordinación muscular.

No obstante, la causa de la fatiga central es multifactorial y la respuesta a estos estímulos es muy variable. Por ejemplo, algunos caballos pueden continuar un ejercicio de resistencia a gran velocidad a pesar de una hipertermia grave, deshidratación y un trastorno de los electrolitos plasmáticos.

Puntos clave

  • La fatiga es el resultado de la incapacidad del músculo para generar la fuerza máxima.

  • La fatiga es un mecanismo fisiológico de protección que se activa para prevenir lesiones.

  • Los signos clínicos de fatiga son el resultado de cambios a nivel celular en los tejidos musculares, así como de alteraciones en las vías de transmisión de señales procedentes del SNC.

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