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Infección por en pequeños animales

PorAlex Gallagher, DVM, MS, DACVIM-SAIM;Thomas W. G. Gibson, BSc, BEd, DVM, DVSc, DACVSMR;Edward J. Hall, MA, VetMB, PhD, DECVIM-CA;Shauna Blois, DVM, DVSc, DACVIM-SAIM;Alice Defarges, DVM, DACVIM;Arata Matsuyama, DVM, PhD, DACVIM-Oncology, DAiCVIM-Oncology
Última revisión/modificación jun 2020

Helicobacter spp se suele aislar del estómago de perros y gatos, pero su patogenicidad en animales de compañía no está claramente establecida. El diagnóstico requiere un examen citológico o histológico del estómago. No se ha establecido un tratamiento óptimo en especies veterinarias, pero normalmente implica una terapia combinada de antibióticos y antiácidos. El riesgo de transmisión zoonótica también es incierto, pero el potencial sugiere que se recomienden buenas prácticas de higiene a los propietarios de mascotas.

Helicobacter spp se suele encontrar en el estómago de perros y gatos sanos y con vómitos, pero su significado no está bien definido. Aunque las infecciones humanas por H pylori se han relacionado con gastritis, úlceras pépticas y una mayor tasa de neoplasia gástrica, no se han establecido relaciones casuales directas similares entre Helicobacter y enfermedades gastrointestinales en perros y gatos.

Etiología y fisiopatología de la infección por Helicobacter en pequeños animales

Los microorganismos Helicobacter son espirales o curvos, gramnegativos, móviles y flagelados. H pylori es la especie más frecuentemente descrita en infecciones gastrointestinales humanas, pero los organismos no H pylori (como H canis, H felis, H heilmannii y H bizzozeronii) son más frecuentes en perros y gatos. Se han identificado al menos 38 especies diferentes de Helicobacter en animales y los animales infectados pueden albergar múltiples especies.

Se han descrito grupos gástricos y enterohepáticos de Helicobacter spp. Helicobacter se ha identificado con mayor frecuencia en el tejido gástrico de perros y gatos, especialmente en el fundus y el cardias del estómago, pero también se encuentran en los intestinos y el hígado. La colonización de la mucosa gástrica parece ser más frecuente en la capa mucosa superficial y dentro de las glándulas gástricas y las células parietales. Ha habido informes esporádicos de Helicobacter identificados en el tejido hepático de un perro con hepatitis necrotizante multifocal, así como en gatos sanos y en gatos con colangiohepatitis.

La transmisión de las infecciones de Helicobacter entre grupos de perros o gatos no están claras y no se han definido los hospedadores reservorios. Debido a la mayor tasa de morbilidad y mortalidad asociada confección por Helicobacter en personas, existe preocupación por la posible transmisión zoonótica.

Hallazgos clínicos y diagnóstico de la infección por Helicobacter en pequeños animales

  • Debido a la alta prevalencia de Helicobacter en perros y gatos sanos y enfermos, la identificación de este microorganismo en perros y gatos tiene un significado clínico incierto.

  • El diagnóstico de Helicobacter requiere la evaluación citológica o histológica de muestras gástricas.

Los estudios indican que hasta el 100 % de los perros y gatos sanos son positivos a infecciones por Helicobacter; se han descrito tasas de infección similares en perros y gatos con vómitos. En las personas, la infección por H pylori se asocia con gastritis, úlceras pépticas y un mayor riesgo de neoplasia gástrica. La gastritis, los vómitos y la diarrea se han asociado a la infección por Helicobacter, aunque no se ha identificado una relación causal directa. La úlcera péptica rara vez se asocia con infecciones por Helicobacter en perros y gatos.

El diagnóstico implica realizar una endoscopia digestiva alta o una laparotomía exploratoria. El moco superficial en una gran área del estómago puede obtenerse tomando muestras con cepillo mediante endoscopia. Si los microorganismos están presentes, se identifican fácilmente con aumento de ×100 con aceite de inmersión. Dado que la citología con cepillo toma muestras de una gran zona del estómago, la sensibilidad de esta prueba es alta.

Las biopsias gástricas deben obtenerse de múltiples áreas del estómago, ya que la distribución de los microorganismos puede ser irregular. La tinción con H&E suele ser suficiente para identificar los microorganismos, aunque pueden ser necesarias tinciones especiales con plata si los microorganismos tienen una localización glandular. La inflamación de la mucosa, la degeneración glandular y la hiperplasia del folículo linfoide acompañan a algunas infecciones. La citología y la histopatología no son suficientes para identificar especies específicas. Una prueba rápida de ureasa disponible comercialmente para detectar la producción de ureasa bacteriana en biopsias gástricas puede identificar la presencia de organismos de Helicobacter. Sin embargo, debido a que la citología y la histopatología son muy sensibles y específicas para la detección de infecciones por Helicobacter, las pruebas de ureasa pueden no añadir más información diagnóstica en algunos casos.

Las pruebas no invasivas disponibles para infecciones por Helicobacter en el entorno de la investigación incluyen las pruebas de urea en el aliento, detección de antígenos fecales y serología.

Tratamiento de la infección por Helicobacter en pequeños animales

  • La terapia combinada, incluyendo antibióticos y supresores de ácido, se recomienda para el tratamiento de infecciones por Helicobacter.

La falta de conocimiento sobre la patogenicidad de las infecciones por Helicobacter en perros y gatos dificultan las decisiones terapéuticas. Las infecciones por H. pylori en las personas se tratan con una terapia con agentes antimicrobianos dobles o triples más un inhibidor de la secreción de ácido (p. ej., claritromicina, amoxicilina, bismuto y ranitidina) durante 2 semanas, y se han utilizado enfoques terapéuticos similares en medicina veterinaria.

Actualmente, el papel de Helicobacter como agente causal de la gastritis en perros y gatos no está claro. Las decisiones de tratamiento para perros y gatos deben basarse en la presencia de Helicobacter, en combinación con signos clínicos apropiados y/o lesiones gástricas. En muchos estudios veterinarios, las infecciones por Helicobacter han sido difíciles de erradicar. Los regímenes de tratamiento recomendados incluyen amoxicilina o tetraciclina, metronidazol, subsalicilato de bismuto y un inhibidor de la bomba de protones (p. ej., omeprazol) o bloqueante de los receptores H2 (p. ej., famotidina) durante 2-3 semanas. Se han descrito otras combinaciones terapéuticas de omeprazol y azitromicina o claritromicina. Aunque muchos perros y gatos tratados con las combinaciones anteriores no experimentaron una erradicación a largo plazo de la infección por Helicobacter cuando se volvieron a realizar las pruebas, la frecuencia de los vómitos y las lesiones gástricas mejoraron con el tratamiento en muchos pacientes.

Riesgo zoonótico de infección por Helicobacter en pequeños animales

Las especies de Helicobacter que no son H pylori se identifican cada vez más en las personas, lo que sugiere la posible transmisión zoonótica de estos organismos. La transmisión de la infección por Helicobacter es posible de perros y gatos a humanos. Las especies de Helicobacter como H canis, H felis, y H heilmannii colonizan naturalmente los estómagos de perros y gatos, y estas cepas de Helicobacter se han relacionado con gastritis, úlceras y linfoma en humanos. Aunque muchas cepas de Helicobacter en perros y gatos son genéticamente distintas de las implicadas en infecciones humanas, algunos informes de casos describen una cepa genéticamente idéntica de Helicobacter en una persona y una mascota doméstica. Mientras que algunos estudios sugieren un mayor riesgo de infección por Helicobacter en personas que están en contacto con perros y gatos, otras investigaciones refutan esto. Dado el riesgo desconocido de transmisión, se fomentan las prácticas de higiene adecuadas y es probable que sea prudente identificar las infecciones en perros y gatos con gastritis crónica y vómitos.

Puntos clave

  • Helicobacter es una causa importante de enfermedad GI en personas, pero no se ha establecido un vínculo similar en perros y gatos.

  • No se conoce el potencial zoonótico de Helicobacter y se recomiendan prácticas de higiene adecuadas cuando se maneja a pacientes sospechosos o conocidos de tener infección por Helicobacter.

Para más información

  • Consultar también la información para propietarios sobre la infección por Helicobacter en perros y gatos.