El síndrome hemorrágico intestinal afecta a cerdos de crecimiento rápido de 4-6 meses de edad. Los cerdos mueren súbitamente sin evidencia de diarrea; sin embargo, en el examen post mortem, el intestino delgado presenta paredes finas y está lleno de sangre coagulada o no coagulada. El intestino grueso suele contener materia fecal alquitranada pero sin lesiones sugestivas de disentería porcina, salmonelosis, enteropatía proliferativa o espiroquetosis intestinal. La enfermedad se puede prevenir mediante la administración de bacitracina o clortetraciclina en el alimento. Una forma hiperaguda de enteropatía proliferativa puede presentar lesiones clínicas y macroscópicas similares; sin embargo, la evaluación histológica y la prueba de PCR del contenido intestinal discernirán la presencia o ausencia de proliferación epitelial y de Lawsonia intracellularis.
Se desconoce la causa del síndrome del intestino hemorrágico. Pueden ser factores predisponentes el ejercicio vigoroso, el manejo de animales, las peleas, el hacinamiento o la alimentación irregular. Las raciones altamente fermentables, especialmente si se administran en forma líquida, pueden aumentar la incidencia de la enfermedad. En el examen post mortem, las lesiones son similares a las del infarto venoso secundario a la torsión mesentérica; sin embargo, no se observa torsión. Se ha sugerido que la afección puede deberse a una torsión parcial o que la torsión se resuelve ante mortem. El diagnóstico se establece por exclusión de otras causas de enfermedad intestinal, como se ha indicado anteriormente, y observación histopatológica de hemorragia transmural en el intestino.