También ver Trombosis, embolia y aneurisma.
La tromboembolia pulmonar (TEP) es la oclusión de la vasculatura pulmonar (arteria, vena, arteriola) que se forma en el sistema venoso (émbolos) o en el sistema de la arteria pulmonar. La incidencia real de la TEP no se conoce, y la causa depende de la enfermedad subyacente.
Los factores de riesgo asociados a la formación de TEP incluyen:
Anemia hemolítica inmunomediada
infección fúngica
Enteropatía y nefropatía perdedoras de proteínas.
Neoplasia.
Septicemia.
Enfermedades asociadas con el SRIS, como la pancreatitis.
coagulación intravascular diseminada
cardiomiopatía (gatos)
disfunción hepática
Endocarditis.
cirugía
Traumatismos.
catéteres venosos centrales permanentes
administración de corticoesteroides
Estas enfermedades conducen a un estado hipercoagulable que causa la formación de trombos y obstrucción embólica.
Los trombos dentro del sistema venoso pulmonar provocan cambios en la hemodinámica pulmonar, lo que causa hipoxemia. Esto incluye el desajuste ventilación-perfusión y la derivación. Puede producirse un aumento de la resistencia vascular pulmonar, que provoca hipertensión pulmonar, disminución de la circulación coronaria e isquemia miocárdica. Esto a su vez conduce a una disminución del gasto cardíaco y al shock cardiogénico.
En los perros, la TEP se asocia con:
nefropatía con pérdida de proteínas (síndrome nefrótico) y enteropatía
Endocarditis.
cardiomiopatía
pancreatitis necrotizante
síndrome de cushing canino
Septicemia.
Neoplasia.
Traumatismos.
cirugía
La cardiomiopatía y la neoplasia son la principal causa de TEP en gatos.
Hallazgos clínicos del tromboembolismo pulmonar en perros y gatos
Los signos clínicos de la tromboembolia pulmonar (TEP) son generalizados e inespecíficos según la extensión de la enfermedad subyacente y la oclusión tromboembólica. Los pacientes pueden presentar taquipnea, con aumento de los ruidos pulmonares, tos, taquicardia, síncope, cianosis y muerte súbita. Los signos clínicos de la TEP pueden ser indistinguibles de los signos clínicos asociados al proceso patológico subyacente.
Diagnóstico del tromboembolismo pulmonar en perros y gatos
Identificación de factores de riesgo
Sospecha clínica
Pruebas diagnósticas de apoyo (gasometría, radiografía, ecocardiografía, angiografía si está disponible).
El diagnóstico de la tromboembolia pulmonar (TEP) supone a menudo un reto con los diagnósticos tradicionales disponibles en medicina veterinaria. El análisis de gases en sangre arterial identificará la presencia de hipoxemia en el 80 % de los perros, aunque la respuesta al oxígeno es variable. Las radiografías torácicas pueden ser normales en el 9-27 % de los perros y en el 9 % de los gatos con TEP. Los hallazgos radiográficos anormales con TEP incluyen infiltrados pulmonares alveolares o intersticiales o áreas pulmonares hipovasculares regionales. Sin embargo, las radiografías torácicas que subestiman el grado de afectación respiratoria clínica deben levantar la sospecha de TEP. El análisis de gases sanguíneos puede revelar hipoxemia e hipocapnia, pero la presencia de valores normales de gases sanguíneos no excluye el TEP.
La ecocardiografía puede ayudar a valorar la hipertensión pulmonar que puede estar asociada con la TEP (dilatación del ventrículo derecho, arteria pulmonar, vena cava inferior, hipocinesia ventricular derecha, regurgitación tricuspídea, movimiento anormal de la pared septal). Una ecocardiografía normal no excluye el diagnóstico de TEP. La angiografía espiral por TC o la angiografía pulmonar selectiva siguen siendo los diagnósticos de referencia de TEP en las personas.
No existe una prueba de referencia de la TEP en pequeños animales; por tanto, el diagnóstico se basa en la sospecha clínica, la enfermedad subyacente con factores de riesgo conocidos y la exclusión de otras causas de insuficiencia respiratoria.
Tratamiento de la tromboembolia pulmonar en perros y gatos
Cuidados de apoyo
Los cuidados de apoyo deben abordar la hipoxemia, el shock y la ansiedad asociados con la TEP. Los pacientes hipoxémicos (PaO2 <80 mmHg) deben recibir suplementación de oxígeno mediante una jaula de oxígeno o una cánula nasal. Si hay evidencia de shock, se debe considerar la fluidoterapia de reposición en bolo con cristaloides hasta que los parámetros cardiovasculares se hayan estabilizado. Si la fluidoterapia intravenosa no estabiliza al animal, la adición de soporte vasopresor es una opción. Un paciente puede beneficiarse de la sedación (butorfanol, 0,4 mg/kg, IV o IM) para la ansiólisis. Si la hipoxemia es grave, se puede considerar la ventilación con presión positiva.
El tratamiento con anticoagulantes y fármacos antiplaquetarios puede ser problemático debido a la dificultad para confirmar el diagnóstico de TEP. Los objetivos terapéuticos para los pacientes con TEP son impedir la propagación del trombo y evitar la recidiva.
La dosis de heparina no fraccionada en perros es de 250 U/kg, SC, cada 6 h, y en gatos de 150 U/kg, SC, cada 4 h.
Heparina de bajo peso molecular: la dosis de enoxaparina en perros es de 0,8 mg/kg, SC, 4 veces al día, y en gatos de 0,25 mg/kg, SC, 4 veces al día. La dosis de dalteparina en perros es de 100-175 U/kg, SC, 3 veces al día, y en gatos de 75 U/kg, SC, 4 veces al día.
No se recomienda el uso de warfarina en perros o gatos.
La dosis de rivaroxabán en perros es de 1-2 mg/kg por día, y en gatos de 0,5-1 mg/kg por día.
Puntos clave del tromboembolismo pulmonar en pequeños animales
El diagnóstico de TEP es difícil y debe considerarse en pacientes que tienen dificultad para respirar pero radiografías normales.
Existen pocas recomendaciones terapéuticas basadas en la evidencia para el tratamiento antitrombótico en perros o gatos.
Para más información
Goggs, et al. American College of Veterinary Emergency and Critical Care (ACVECC) Consensus on the Rational Use of Antithrombotics in Veterinary Critical Care (CURATIVE) Guidelines: Sm An J Vet Emerg Crit Care. Dec 2018;29:12–36.
Consulte también la información para propietarios sobre la tromboembolia pulmonar en perros y gatos.