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Vacunas clostridiales para animales

PorHenry R. Stämpfli, DMV, Dr Med Vet, DACVIM-LAIM;Olimpo J. Oliver-Espinosa, DVM, MSc, DVSc
Última revisión/modificación jul 2021

    La vacunación se practica con frecuencia para la protección de los animales frente a las enfermedades clostridiales. Se encuentra disponible una amplia variedad de vacunas, solas o en combinaciones que consisten en bacterinas, toxoides o mezclas de bacterinas y toxoides. La vacunación única con la mayoría de las vacunas de clostridios no proporciona niveles adecuados de protección y debe ir seguida de una dosis de recuerdo en las siguientes 3-6 semanas. La vacunación de animales jóvenes no produce una inmunidad protectora adecuada hasta que tienen al menos 1-2 meses de edad. Por lo tanto, la mayoría de las estrategias de vacunación se dirigen a la madre gestante, de modo que la inmunidad máxima se transfiere al neonato en el calostro. La mayoría de las vacunas comerciales están inactivadas y suelen contener combinaciones de microorganismos clostridiales/toxoides de 2, 4, 7 u 8 vías. Estos se deben programar de forma óptima para proporcionar la máxima protección en la edad más probable de sensibilidad.

    El toxoide tetánico se suele administrar como vacuna única en los caballos, pero a menudo se administra de forma combinada en ovejas, cabras y ganado vacuno. En ovejas y cabras, una combinación común es la del toxoide tetánico junto con Clostridium perfringens de los tipos C y D. En el ganado vacuno, una combinación utilizada frecuentemente en cebaderos es un vacuna tetravalente que consta de cultivos muertos de C chauvoei, C septicum, C novyi y C sordellii para la protección frente al carbunco sintomático y al edema maligno. Puede usarse una vacuna clostridial más compleja que C perfringens de los tipos C y D además de los componentes de la vacuna tetravalente para proteger al ganado vacuno también frente a las enterotoxemias. La adición de C haemolyticum amplía la protección para incluir la hemoglobinuria bacilar. Las vacunas clostridiales a menudo causan reacciones tisulares y, por consiguiente, deben administrarse al ganado vacuno en el cuello y por vía SC en lugar de IM.