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Fármacos que actúan sobre la sangre o los órganos hematopoyéticos en animales

PorSonya G. Gordon, DVM, DVSc, DACVIM;Ashley B. Saunders, DVM, DACVIM-Cardiology;Dana G. Allen, DVM, MSc, DACVIM
Revisado/Modificado jun 2023

Hematínicos

La anemia se desarrolla como resultado de tres mecanismos principales: hemorragia, hemólisis y disminución de la producción de eritrocitos. Algunas causas de anemia pueden tratarse farmacológicamente abordando directamente los mecanismos de disminución de la producción de eritrocitos. Por ejemplo, la producción insuficiente de estímulos eritropoyéticos puede tratarse con agentes estimulantes de la eritropoyesis como la epoetina alfa o la darbepoetina. De manera similar, la deficiencia de vitaminas o minerales necesarios para la síntesis de eritrocitos y hemoglobina puede revertirse con su suplementación.

Los hematínicos son nutrientes necesarios para la hematopoyesis. Para los fármacos específicos utilizados para tratar la anemia que se debe a la disminución de la producción de eritrocitos, consúltese la tabla Agentes estimulantes de la eritropoyesis y hematínicos para el tratamiento de la anemia.

Tabla
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Hemostáticos

Los agentes hemostáticos, también conocidos como agentes antihemorrágicos, son sustancias que inducen la hemostasia o el cese de la hemorragia.

Los hemostáticos pueden aplicarse por vía tópica o administrarse sistémicamente (consúltese la tabla Agentes hemostáticos tópicos y sistémicos). Los hemostáticos tópicos se aplican con mayor frecuencia para hemorragias asociadas con procedimientos invasivos o con heridas limpias menores.

Tabla
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Para procedimientos menores, como el recorte de las uñas, un agente hemostático tópico puede ser todo lo que se necesita para aumentar la hemostasia y controlar la hemorragia. Sin embargo, para el sangrado quirúrgico de un órgano vascularizado, los agentes tópicos tienden a usarse además de otras técnicas quirúrgicas hemostáticas, como la ligadura de vasos.

La mayoría de los hemostáticos tópicos no están registrados específicamente para uso veterinario, y su aplicación está respaldada principalmente por informes anecdóticos más que por la literatura veterinaria. En general, debe usarse la menor cantidad de hemostático necesaria para lograr la hemostasia.

Tromboprofilácticos

El tratamiento con agentes tromboprofilácticos (consúltese la tabla Fármacos utilizados para la tromboprofilaxis) está indicado en la trombosis o en enfermedades asociadas con un alto riesgo de trombosis, como la anemia hemolítica (AHIM) en perros, la cardiomiopatía en gatos, la nefropatía perdedora de proteínas, particularmente en perros, y la dirofilariosis.

Tabla
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Existen diversos fármacos tromboprofilácticos para los pacientes veterinarios, incluidos los fármacos antiplaquetarios y anticoagulantes (fármacos antifactor de coagulación).

  • Los fármacos antiplaquetarios son el tratamiento de primera línea para la enfermedad asociada con la trombosis arterial (p. ej., cardiomiopatía en gatos, nefropatía perdedora de proteínas en perros). La aspirina y, cada vez más, el clopidogrel, son los medicamentos antiplaquetarios más utilizados en medicina veterinaria.

  • Los anticoagulantes son el tratamiento de primera línea para las enfermedades asociadas con la trombosis venosa (p. ej., AHIM en perros).

  • Una combinación de fármacos antiplaquetarios y anticoagulantes puede estar indicada en enfermedades asociadas con un alto riesgo de trombosis (p. ej., AHIM), donde se cree que los beneficios potenciales superan los riesgos (de hemorragia) en el paciente individual.

Los anticoagulantes administrados directamente por vía oral, especialmente el rivaroxabán, así como los anticoagulantes inyectables (heparina de bajo peso molecular y las heparinas no fraccionadas) son los anticoagulantes más utilizados en medicina veterinaria. En los perros, el activador tisular del plasminógeno (alteplasa) se usa para disolver coágulos fibrinosos intraoculares y en la cavidad pleural para el tratamiento de la pleuroneumonía fibrinosa.

Históricamente, la warfarina (un antagonista de la vitamina K) se utilizó como anticoagulante en medicina veterinaria. Sin embargo, debido a la marcada variación interindividual en su eficacia, junto con un estrecho índice terapéutico y la amplia disponibilidad de alternativas más seguras, ya no se recomienda el uso de warfarina.