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Anemia en animales

PorSteven L. Marks, BVSc, DACVIM-SAIM;Allison Kendall, DVM, MS, DACVIM
Revisado/Modificado sept 2019

La anemia es una disminución absoluta del número de eritrocitos, de la concentración de hemoglobina o del hematocrito. Los signos clínicos incluyen palidez de las membranas mucosas, aumento de la frecuencia cardiaca e hipotensión. El diagnóstico se puede realizar mediante un hemograma completo, pero puede refinarse mediante pruebas adicionales. El tratamiento puede ser sintomático, pero a menudo requiere abordar la causa subyacente.

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La anemia se define como una disminución absoluta de la masa eritrocitaria medida por el recuento de eritrocitos, la concentración de hemoglobina y/o el hematocrito. Puede desarrollarse por pérdida, destrucción o falta de producción de eritrocitos. La anemia se clasifica como regenerativa o no regenerativa ( ver la Tabla: Evaluación de la regeneración en la anemia). Con la anemia regenerativa, la médula ósea responde de manera adecuada a la disminución de la masa eritrocitaria aumentando la producción de eritrocitos y liberando reticulocitos. Con la anemia no regenerativa, la médula ósea responde de manera inadecuada al aumento de la necesidad de eritrocitos. La anemia causada por hemorragia o hemólisis suele ser regenerativa. La anemia causada por una disminución de la eritropoyetina (EPO) o una anomalía en la médula ósea no es regenerativa.

Hallazgos clínicos de la anemia en animales

Los signos clínicos en animales anémicos dependen del grado de anemia, la duración (aguda o crónica) y la causa subyacente. La anemia aguda puede ocasionar un shock e incluso la muerte si se pierde más de un tercio del volumen sanguíneo rápidamente y no se reemplaza. En la pérdida de sangre aguda, el animal suele presentar uno o más de los siguientes signos clínicos:

  • Taquicardia.

  • Palidez de membranas mucosas.

  • Pulso periférico saltón o débil.

  • Hipotensión.

La causa de la pérdida de sangre puede ser manifiesta, por ejemplo, un traumatismo. Si no se encuentran indicios de hemorragia externa, se debe buscar una fuente de pérdida de sangre interna u oculta, por ejemplo, rotura de un tumor esplénico, otras neoplasias, coagulopatía, ulceración GI o parásitos. Si hay hemólisis, el animal puede presentar ictericia.

Los animales con anemia crónica han tenido tiempo de adaptarse y su presentación clínica suele ser más indolente con signos clínicos vagos como:

  • Letargo.

  • Debilidad.

  • Anorexia.

Estos animales pueden tener hallazgos similares en la exploración física, como membranas mucosas pálidas y pulsos periféricos débiles. La falta de signos clínicos esperados puede alertar al clínico sobre el periodo de tiempo involucrado. Puede haber esplenomegalia, distensión abdominal y/o soplo cardiaco, según la causa subyacente de la anemia.

Diagnóstico de la anemia en animales

Valoración clínica

Una anamnesis completa es una parte importante de la valoración de un animal anémico. Las preguntas pueden incluir la duración de los signos clínicos, antecedentes de exposición a tóxicos (p. ej., raticidas, metales pesados, plantas tóxicas), tratamientos farmacológicos, vacunaciones, antecedentes de viajes y cualquier enfermedad previa.

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Pruebas serológicas

Un hemograma completo que incluye un recuento de plaquetas y reticulocitos proporcionará información sobre la gravedad de la anemia y el grado de respuesta de la médula ósea, y también permitirá la evaluación de otras líneas celulares. Se debe evaluar un frotis sanguíneo para detectar anomalías en la morfología o tamaño y presencia de parásitos en los eritrocitos. Los índices eritrocitarios (medidas de tamaño y concentración de hemoglobina) se calculan mediante contadores celulares automatizados calibrados para la especie en cuestión. El tamaño de los eritrocitos se expresa mediante el volumen corpuscular medio (VCM) en femtolitros y puede reflejar el grado de regeneración. La macrocitosis (un incremento del VCM) se suele relacionar con la anemia regenerativa ( ver la Tabla: Evaluación de la regeneración en la anemia). La macrocitosis puede ser una afección hereditaria en los Caniches sin anemia y se puede observar en gatos anémicos infectados con el virus de la leucemia felina. La microcitosis (una disminución del VCM) es el sello distintivo de la anemia por deficiencia de hierro y también puede ser hereditaria en perros Akitas.

La concentración de hemoglobina de cada eritrocito, medida en g/dL, se define como la concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM). Los términos utilizados para la descripción de anomalías de la CHCM incluyen normocromía e hipocromía. Las anomalías en la morfología de los eritrocitos, como el punteado basófilo, pueden indicar intoxicación por plomo. La formación de cuerpos de Heinz indica daño oxidativo a los eritrocitos, secundario a la exposición a tóxicos ( ver la Tabla: Causas tóxicas de anemia). Los gatos son más sensibles a la formación de cuerpos de Heinz que otras especies, y los gatos sanos pueden presentar una escasa cantidad de cuerpos de Heinz. La presencia de esquistocitos o esferocitos también puede ayudar a identificar la fisiopatología asociada con la causa de la anemia (p. ej., se observan esferocitos en la anemia hemolítica inmunomediada).

El recuento de reticulocitos se suele describir como un porcentaje de la masa eritrocitaria. Este valor debe corregirse dependiendo del grado de anemia para evaluar el grado de regeneración. Un recuento absoluto de reticulocitos (medido por eritrocitos/mcL × porcentaje de reticulocitos) >50 000/mcL en gatos o >60 000/mcL en perros se considera regenerativo. Para corregir el porcentaje de reticulocitos, se puede aplicar la fórmula (véase más adelante). Un porcentaje de reticulocitos corregido >1 % indica regeneración en perros y gatos ( ver la Tabla: Evaluación de la regeneración en la anemia). Después de una hemorragia aguda o una crisis hemolítica, la reticulocitosis suele tardar 3-4 días en manifestarse.

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Las proteínas plasmáticas también son útiles para clasificar la causa de la anemia. Las proteínas plasmáticas suelen ser bajas con pérdida de sangre, y normales (o elevadas) en casos de hemólisis y disminución de la producción.

Un panel bioquímico sérico y un análisis de orina evalúan la función de los órganos. Si se sospecha pérdida de sangre GI, puede observarse una elevación del BUN o puede ser útil un examen de las heces para detectar sangre oculta y parásitos. Las radiografías pueden ayudar a identificar enfermedades ocultas, como una moneda (intoxicación por zinc) en el estómago de un cachorro con anemia hemolítica. Los hematomas o el sangrado pueden ser signos de una coagulopatía e indican la necesidad de realizar un perfil de coagulación. La presencia de petequias o hemorragia equimótica sugiere trombocitopenia o trombocitopatía importante. Si se sospecha de enfermedad hemolítica, se puede evaluar la sangre para detectar autoaglutinación puede estar indicado un test de Coombs directo. Se puede realizar una prueba de autoaglutinación colocando una gota de solución salina en un portaobjetos con una gota fresca de sangre del animal. Se debe girar el portaobjetos suavemente para mezclar las gotas, y luego evaluarse de forma macro y microscópica para detectar macro y microaglutinación. Si hay autoaglutinación, no es necesario realizar un test de Coombs. La serología o la PCR para detectar agentes infecciosos como el virus de la leucemia felina, Ehrlichia spp, el virus de la anemia infecciosa equina y Babesia también pueden ayudar a definir la causa de la anemia ( ver la Tabla: Causas infecciosas de anemia).

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La evaluación de la médula ósea mediante aspiración y/o biopsia está indicada en aquellos animales con anemia no regenerativa de origen desconocido. Si el hemograma completo revela una disminución en más de una línea celular, posiblemente indicando hipoplasia medular, estaría indicada una biopsia junto con un aspirado. Las biopsias y los aspirados son complementarios, las biopsias son mejores para valorar la arquitectura y el grado de celularidad de la médula, y los aspirados permiten una mejor evaluación de la morfología celular. Los aspirados también permiten una valoración de la maduración ordenada de las líneas de eritrocitos y leucocitos, la proporción de precursores mieloides a eritroides (cociente M:E) y el número de precursores plaquetarios. Los depósitos de hierro también se pueden evaluar mediante tinción con azul de Prusia. Un cociente M:E <1 indica que la producción de eritrocitos es mayor que la producción de leucocitos; con un cociente M:E >1 es probable que ocurra lo contrario. El cociente M:E siempre se interpreta a la luz de un hemograma completo reciente, porque los cambios en la relación también podrían deberse a la supresión de una línea celular en comparación con la otra.

Puntos clave

  • La anemia se puede definir como regenerativa o no regenerativa según los hallazgos del hemograma completo y del frotis sanguíneo. La anemia regenerativa frente a la anemia no regenerativa puede ayudar a reducir la lista de diagnósticos diferenciales.

  • La proteína plasmática puede ser útil para clasificar la causa subyacente de la anemia.

  • Los signos clínicos dependen de la gravedad y la duración (aguda o crónica) de la anemia.

  • Puede ser necesaria la valoración de la médula ósea para una caracterización adicional de la anemia no regenerativa.

Para más información

Consulte también la información para propietarios sobre anemia en perros, anemia en gatos y anemia en caballos.