Como las personas, los gatos pueden ser alérgicos a diversas sustancias, incluidas las partículas de plantas y otras sustancias presentes en el aire o en los alimentos. Estas sustancias se denominan alérgenos. Los alérgenos son sustancias que, al ser inhaladas o absorbidas por la piel, el tracto respiratorio o el tracto gastrointestinal, estimulan la producción de anticuerpos. Cuando un animal entra en contacto con estos alérgenos en el futuro, se producen más anticuerpos, lo que desencadena la liberación de histamina y la inflamación.
Alergias transmitidas por el aire (atopia, dermatitis atópica)
Los alérgenos transportados por el aire pueden afectar negativamente a la piel. La dermatitis atópica felina es una afección caracterizada por picor intenso y enrojecimiento e hinchazón de la piel. Los gatos afectados tienen una sensibilidad anormal a los alérgenos ambientales inhalados o por contacto. El rascado y lamido excesivos producen úlceras y otras afecciones cutáneas, como pérdida de pelo, descamación, costras e inflamación. Aunque la piel suele estar afectada, la inflamación de los conductos nasales (rinitis) y el asma también pueden producirse en el 15 % de los animales. La edad de comienzo es variable, pero suele ser antes de los 5 años. La atopia felina puede ser estacional o no estacional. Los gatos de raza pura son más propensos a estar afectados que los Gatos Domésticos de pelo corto.
El diagnóstico de las alergias transmitidas por el aire es difícil porque no existen pruebas disponibles que puedan identificar positivamente la afección. Su veterinario comenzará revisando la historia clínica de su gato, examinando el cuerpo y la piel y realizando pruebas cutáneas. Estas pruebas pueden incluir el peinado de pulgas, análisis microscópico de muestras de piel y raspados, cultivos de hongos y pruebas cutáneas de alergia (llamadas pruebas intradérmicas de alergia). Las pruebas intradérmicas de alergia no pueden diagnosticar alergias, pero se pueden usar para identificar los alérgenos causantes y para formular un programa de tratamiento de inmunoterapia específico ("vacunas de alergia"). También puede ser útil controlar la respuesta de su gato al tratamiento. Su veterinario también eliminará otras posibles causas del picor antes de diagnosticar la atopia felina.
La dermatitis atópica es una enfermedad de por vida que requiere un tratamiento a largo plazo y exámenes veterinarios regulares. El tratamiento implica varias opciones: evitar los alérgenos causantes (si es posible), controlar los signos del picor, mejorar la higiene del pelo, controlar los factores de exacerbación (como pulgas o infecciones secundarias) e inmunoterapia ("vacunas de alergia"). Un buen plan de manejo exige el empleo de varios tratamientos diferentes, la comprensión y las expectativas razonables de respuesta por parte del propietario de la mascota, y evaluaciones frecuentes del progreso para que el plan pueda ajustarse según sea necesario. Los tratamientos utilizados para los brotes repentinos suelen ser distintos de los utilizados para el tratamiento a largo plazo. Siga de cerca las instrucciones de su veterinario.
La inmunoterapia intenta aumentar la tolerancia del gato a los alérgenos ambientales. Su veterinario cotejará los resultados de las pruebas con los alérgenos más destacados durante la época del año en la que el gato presenta signos. La inmunoterapia puede administrarse en forma de inyecciones o de gotas para la alergia. El animal debe ser también bastante cooperador para recibir las inyecciones o las gotas frente a la alergia. Si se usan inyecciones, es posible que deba administrar algunas dosis usted mismo. Su veterinario puede proporcionarle formación, y la mayoría de los propietarios aprenden a administrar las inyecciones de la alergia muy bien, mientras que otros pueden necesitar la ayuda de un amigo o de un miembro del personal veterinario capacitado. Su veterinario determinará la frecuencia de los tratamientos y la dosis administrada.
La inmunoterapia requiere un compromiso a largo plazo. Usted debe estar dispuesto a seguir las instrucciones con precisión, ser paciente y ser capaz de comunicarse eficazmente con su veterinario. El tratamiento puede aumentar los signos inicialmente. Si esto ocurre, contacte a su veterinario inmediatamente. La mejoría puede no ser visible durante 6 meses y puede ser necesario un año de tratamiento antes de saber si la inmunoterapia está funcionando. La mejor manera de valorar la respuesta es comparar el grado de enfermedad o el malestar entre estaciones similares. La medicación contra el picor y los antibióticos a menudo son necesarios durante la fase inicial del tratamiento y pueden ser necesarios intermitentemente durante todo el año. No asuma que la inmunoterapia ha fracasado si aparecen signos durante el tratamiento, ya que pueden deberse a otra causa (como una infección). Hable con su veterinario si los signos reaparecen, cambian o no se resuelven durante el tratamiento.
Las vacunas contra la alergia mejoran la afección, pero no la curan. Muchos animales todavía pueden necesitar medicamentos contra el picor durante los brotes estacionales.
Alergias alimentarias
Las alergias alimentarias se producen en gatos con tanta frecuencia como las alergias transmitidas por el aire. Los signos de alergia alimentaria son similares a las alergias transmitidas por el aire, excepto que hay poca variación en la intensidad del picor de una estación a otra. Los gatos también pueden tener múltiples y pequeños bultos costrosos, pérdida de pelo en ambos lados del cuerpo o zonas de piel plana, enrojecida e hinchada (llamadas placas eosinofílicas). La edad de aparición es variable, oscilando de 3 meses a 11 años. Sin embargo, un estudio demostró que la mayoría de los gatos muestran signos de alergia alimentaria antes de los 2 años de edad. La distribución e intensidad del picor varía entre gatos; sin embargo, el picor que se dirige a la cabeza y el cuello es bastante común.
No hay ninguna prueba diagnóstica fiable que no sea la alimentación limitada (dieta de eliminación o hidrolizada) y ver si el picor se resuelve. Los análisis de sangre y de piel no son fiables para el diagnóstico. Se debe consultar a un veterinario para desarrollar un plan de pruebas específico para su gato. La dieta ideal de eliminación de alimentos debe ser equilibrada y nutricionalmente completa, y no debe contener ningún ingrediente que se le haya administrado previamente al gato. Los propietarios a menudo no entienden que si cualquier ingrediente administrado anteriormente está presente en la dieta de eliminación, el animal puede ser alérgico al nuevo alimento y la prueba de la dieta será un fracaso. El punto clave en cualquier ensayo de dieta de eliminación es que solo pueden administrarse ingredientes alimentarios nuevos. Esto incluye golosinas y cualquier otra cosa que el gato coma además de su comida habitual. Una alternativa a la dieta de eliminación es una dieta de prescripción que contenga proteínas hidrolizadas. Estas proteínas se descomponen en componentes que el organismo de su gato ya no reconoce. Cualquiera que sea la dieta elegida, los gatos solo deben comer el alimento y los premios recomendados por su veterinario durante la duración del ensayo.
Las dietas de eliminación pueden ser difíciles en gatos porque muchos gatos son reticentes a cambiar de dieta. No se debe hacer ayunar a los gatos ni obligarlos a comer una nueva dieta, ya que una inapetencia prolongada puede provocar graves daños en el hígado. La dieta de ensayo debe administrarse durante un máximo de 3 meses. Si se produce una resolución obvia o completa de los signos durante el ensayo de la dieta de eliminación, se puede sospechar una alergia alimentaria. El tiempo de respuesta a las dietas de eliminación varía de 1 a 9 semanas.
Para confirmar que existe una alergia alimentaria y que la mejoría no ha sido una mera coincidencia, hay que dar al gato los ingredientes alimentarios anteriores y que se produzca una recidiva de los signos. La reaparición de los signos puede producirse en tan solo 15 min, pero se suele producir en 10 días. Una vez confirmada la alergia alimentaria, la dieta de eliminación debe continuar hasta que desaparezcan los signos, lo que suele tardar menos de 14 días. En este punto se deben añadir a la dieta de eliminación ingredientes individuales previamente suministrados durante un periodo de hasta 14 días. Si los signos vuelven a aparecer, el ingrediente individual se considera una causa en la alergia alimentaria.
Los alimentos a los que los gatos son alérgicos con mayor frecuencia incluyen el pescado, la carne de vacuno, el pollo y los productos lácteos. Evitando los alérgenos responsables se controlarán los signos asociados a la alergia alimentaria.
Para más información
Consulte también el contenido para veterinarios sobre las alergias o alergias alimentarias.