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Trastornos que implican reacciones anafilácticas (reacciones de tipo I, atopia) en los gatos

PorIan Rodney Tizard, BVMS, BSc, PhD, DSc (Hons), DACVM
Revisado/Modificado ago 2018

En una reacción de tipo I, el animal se ha expuesto previamente a un antígeno y produce un exceso de anticuerpos. Si este antígeno aparece en la sangre, la reacción puede ser de todo el organismo (como un shock anafiláctico) o localizada (como zonas con picor en la piel). Si el antígeno entra a través de la piel, es más común una reacción localizada.

Shock anafiláctico

El shock anafiláctico es una reacción alérgica inmediata, poco frecuente y potencialmente mortal, a un alimento, una inyección o una picadura de insecto. Los signos más comunes se producen entre segundos y minutos después de la exposición al antígeno. Estos signos incluyen dificultad respiratoria grave y la aparición súbita de diarrea, vómitos, babeo excesivo, excitación, incoordinación, shock, convulsiones, coma y muerte. Las encías del gato están muy pálidas y las extremidades se palpan frías. La frecuencia cardiaca suele ser muy rápida, pero el pulso es débil. Puede producirse hinchazón facial y puede haber picor alrededor de la cara y la cabeza.

La anafilaxia es una urgencia extrema. Si cree que su gato está teniendo una reacción anafiláctica, busque asistencia veterinaria de urgencia inmediatamente. Un veterinario puede administrar inyecciones intravenosas de epinefrina (adrenalina), antihistamínicos, antiinflamatorios y fluidos para contrarrestar la reacción. También puede ser necesario el tratamiento para otros problemas, como la dificultad para respirar.

Urticaria e hinchazón

La urticaria y las áreas de hinchazón están causadas por reacciones alérgicas a fármacos, vacunas, productos químicos, algo ingerido, picaduras de insectos o incluso a la luz solar. Se suelen desarrollar en los 20 min siguientes a haber estado expuesto al alérgeno (antígeno). La urticaria es el tipo menos grave de reacción anafiláctica y causa la aparición de pequeños bultos en la piel. A menudo, el pelo se eriza sobre estas hinchazones y a veces pican. La hinchazón en la cara, especialmente en los labios, la nariz y alrededor de los ojos, es más grave. La hinchazón puede ser tan grave que el gato no puede abrir los ojos.

Urticaria, gato

La urticaria y la hinchazón no suelen ser mortales y suelen desaparecer por sí solas una vez que la causa de la reacción alérgica se elimina o pasa a través del organismo. Los veterinarios a menudo tratan estas reacciones proporcionando antihistamínicos. Su veterinario tomará decisiones sobre el tratamiento en función de las circunstancias de su mascota.

Rinitis alérgica (alergia nasal)

Como las personas, los gatos también pueden tener alergia estacional (por lo general causada por la exposición al polen), pero es menos frecuente en los gatos que en las personas. La afección puede causar una secreción nasal acuosa y estornudos que se denominan rinitis alérgica. La rinitis no estacional puede deberse a la exposición a alérgenos como el moho, la caspa, la cama o los piensos. La afección se diagnostica por la presencia de eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco) en la secreción nasal, una respuesta favorable tras el tratamiento con antihistamínicos, la desaparición de los signos cuando se elimina el antígeno agresor y su carácter estacional. Aunque las pruebas cutáneas pueden diagnosticar la reacción alérgica en las personas, actualmente las pruebas cutáneas no son un medio preciso para diagnosticar las alergias nasales en los animales.

Bronquiolitis alérgica

La tos, las sibilancias y la dificultad respiratoria son los signos más comunes de la bronquiolitis alérgica, que es una inflamación de la porción inferior (bronquiolos) de las vías respiratorias. Esta enfermedad puede confundirse con otras afecciones, como el asma o la enfermedad por gusanos pulmonares. Los primeros signos de la enfermedad pueden desaparecer fácilmente con los medicamentos habituales. Si la enfermedad aumenta en gravedad, puede ser necesaria una medicación más potente. Su veterinario puede ajustar la medicación prescrita según la reacción de su gato. Por lo general no es posible identificar el antígeno que causa la reacción alérgica.

Asma alérgico

El asma alérgico se encuentra más a menudo en gatos que en otros animales; sin embargo, todavía es menos frecuente que en los humanos. Se produce con más frecuencia en verano y después de salir al exterior. Los ataques de asma pueden ser leves e intermitentes o prolongados y graves. Los gatos que tienen ataques leves pueden presentar sibilancias y toser, mientras que los que tienen ataques graves pueden mostrar dificultad para respirar e intentos frenéticos de inhalar. La afección se produce como resultado de la constricción de las vías respiratorias desencadenada por la liberación de compuestos, como las histaminas, que combaten los alérgenos. Pueden recomendarse corticoesteroides para aliviar los signos graves, pero no tratan la causa subyacente del asma. Determinar el desencadenante alérgico puede ser difícil.

Dificultad para respirar, gato

Bronconeumopatía eosinofílica (anteriormente conocida como síndrome PIE [infiltración pulmonar con eosinofilia])

La infiltración de los pulmones con un líquido espeso y glóbulos blancos, denominada bronconeumopatía eosinofílica, está causada por alérgenos, virus y parásitos. Es poco frecuente en gatos. Los animales con el trastorno se suelen volver letárgicos y tienen dificultad para respirar con el ejercicio normal. Por lo general no es posible determinar el antígeno que causa la reacción. Los veterinarios pueden prescribir esteroides para ayudar a controlar los signos.

Alergias alimentarias

Las alergias alimentarias se producen tanto en los gatos como en las personas. A menudo se desarrollan después de una infección intestinal con un virus, bacteria o protozoo y pueden producir inflamación del revestimiento del estómago y los intestinos. El pescado, la ternera, la leche y el pollo son los ingredientes que causan alergias alimentarias con mayor frecuencia en los gatos. El primer signo (y a veces el único) es el vómito que se produce entre 1 y 2 horas después de comer. También puede producirse pérdida de peso, diarrea o heces blandas, cambios en la piel y mal estado del pelo. Las heces suelen ser normales en cantidad y frecuencia, pero su consistencia varía de semisólida a acuosa. Pueden ser extremadamente olorosas. Los casos graves de alergia alimentaria se caracterizan por diarrea y, a veces, por heces sanguinolentas.

Mal estado del pelo, gato

Tanto el diagnóstico como el tratamiento de las alergias alimentarias se hacen controlando estrictamente la dieta bajo la dirección de un veterinario. Es probable que su veterinario le recomiende una dieta básica que incluya proteínas y fuentes de carbohidratos que el gato no haya comido antes, como el pavo picado y cocido y el arroz. Siga cuidadosamente la dieta recomendada para ayudar a identificar el alimento que causa la reacción alérgica de su mascota, y no le dé golosinas o comida de la mesa a menos que se le indique. Si los signos mejoran mientras se alimenta con la nueva dieta y reaparecen cuando se alimenta con la anterior, su veterinario puede confirmar el diagnóstico. Una vez que se confirman las alergias alimentarias y los signos han desaparecido después de reiniciar el alimento nuevo (por lo general después de 1-2 semanas), se pueden introducir alimentos adicionales de uno en uno hasta que se identifique el alimento problemático. También están disponibles dietas comerciales adecuadas. Los gatitos con alergias alimentarias pueden superarlas. Los animales mayores pueden necesitar dietas especiales y restringidas para el resto de su vida.

Alergias cutáneas (atopia o dermatitis atópica)

La alergia de la piel, también llamada atopia, se produce cuando la piel de un gato reacciona de forma exagerada a ciertos alérgenos del entorno. En los gatos, las alergias alimentarias son probablemente una causa más común de alergias cutáneas que los alérgenos ambientales (como el polen). Los gatos afectados a menudo se rascan la piel y desarrollan costras, ya sean pequeñas en todo el cuerpo o costras más grandes en una o más áreas. También pueden perder parches de pelo. Los veterinarios diagnostican las alergias cutáneas mediante una historia clínica, una exploración física, descartando otros trastornos y varias pruebas, incluyendo ensayos de exclusión (donde los alérgenos potenciales se eliminan del ambiente, si es posible, y luego se reintroducen) y pruebas cutáneas.

La clave para controlar esta afección es eliminar o restringir la exposición al alérgeno o al irritante de contacto en el entorno del gato. El tratamiento consiste en una serie prolongada de inyecciones del posible alérgeno bajo la piel ("vacunas de la alergia") hasta que se observe una mejora. Hay varios medicamentos disponibles para ayudar a controlar la alergia cutánea. Su veterinario seleccionará un programa de tratamiento que sea apropiado para su gato y su alergia específica. La atopia suele ser una afección a largo plazo que requiere un tratamiento durante toda la vida del gato.

Para más información

Véase también más sobre alergias o el contenido para veterinarios sobre las reacciones de tipo I.