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Coágulos sanguíneos y aneurismas en los gatos

PorSuzanne M. Cunningham, DVM, DACVIM-Cardiology;Kursten V. Roderick, DVM
Última revisión/modificación jul 2018

Un trombo es un coágulo de sangre que puede formarse cuando el flujo sanguíneo de una arteria o vena está restringido, cuando el revestimiento de un vaso sanguíneo está dañado o cuando otra afección hace que un gato produzca coágulos excesivamente. Puede causar una obstrucción parcial o total de los vasos sanguíneos en su lugar de origen. También pueden formarse coágulos de sangre en el corazón, especialmente en gatos con dilatación de la aurícula izquierda. Todo o parte de un trombo puede separarse y ser arrastrado por la corriente sanguínea como un émbolo, que se aloja en otro lugar en un punto de estrechamiento. La obstrucción de un vaso sanguíneo también puede producirse cuando un material extraño (p. ej., bacterias, aire o grasa) es transportado al torrente sanguíneo. Los coágulos de sangre suelen hacer que no llegue suficiente sangre a los tejidos suministrados por el vaso sanguíneo bloqueado. Algunos coágulos están infectados y pueden diseminar bacterias y causar una infección localizada.

Trombo

Un aneurisma es una dilatación de un vaso sanguíneo causada por el debilitamiento de la capa media del vaso sanguíneo. La alteración del revestimiento interno de un vaso sanguíneo asociada a un aneurisma puede provocar la formación de un coágulo de sangre con la consiguiente obstrucción del vaso sanguíneo por el coágulo. Los aneurismas son poco frecuentes en gatos.

Signos y diagnóstico

La aparición súbita de dificultad respiratoria puede ser un signo de un coágulo de sangre en los pulmones, y algunos gatos pueden toser sangre o moco sanguinolento, tener dificultad para respirar o morir súbitamente. La enfermedad por gusano del corazón, las enfermedades renales o intestinales con pérdida de proteínas, el cáncer y la anemia hemolítica inmunomediada (una enfermedad en la que los glóbulos rojos son destruidos por el sistema inmunitario) se asocian con coágulos de sangre en los pulmones.

Los coágulos de sangre que se forman en el corazón (denominados embolia cardiogénica o tromboembolismo arterial) son una complicación frecuente de cardiomiopatía, hipertiroidismo u otras enfermedades cardiacas en gatos. Los trombos pueden localizarse en la aurícula izquierda, el ventrículo o en ambos. Los coágulos que se desprenden forman émbolos, que pueden obstruir la aorta donde se ramifica (denominado "trombo en silla de montar"). Esto se produce con mayor frecuencia donde la aorta se divide en tres ramas cerca de las caderas. Los signos incluyen parálisis y dolor de las patas traseras, extremidades frías y signos relacionados con la insuficiencia cardiaca congestiva. La obstrucción incompleta de las ramas aórticas puede causar signos neurológicos leves en ambas extremidades traseras o debilidad muscular en una sola. Los émbolos del corazón también pueden bloquear otras arterias importantes del organismo, incluidas las que irrigan los riñones, la extremidad anterior derecha, el cerebro, el corazón y otros órganos internos.

Los coágulos infecciosos en el corazón están asociados con endocarditis, una inflamación de las membranas que recubren la cavidad cardiaca. Los coágulos en el corazón que no son infecciosos están asociados con la enfermedad del músculo cardiaco. La presencia de sangre en la orina o el dolor abdominal pueden indicar la obstrucción de ciertos vasos sanguíneos.

La enfermedad por el gusano del corazón puede producir coágulos de sangre en las arterias de los pulmones. Los coágulos de sangre en la arteria pulmonar suelen producir dificultad para respirar y un aumento de la frecuencia respiratoria. Los gatos afectados suelen parecer normales hasta que tienen un inicio repentino de dificultad respiratoria. Las radiografías de tórax pueden mostrar cambios como una dilatación de la arteria pulmonar principal y del corazón derecho, que no llega suficiente sangre a la región afectada, una acumulación de líquido en la cavidad torácica o una hemorragia o muerte del tejido dentro de los pulmones. Las pruebas adicionales son esenciales para el diagnóstico de las enfermedades subyacentes.

Los aneurismas no causan signos a menos que se produzca una hemorragia o se desarrolle un trombo relacionado. El sangrado espontáneo de los aneurismas es raro y los signos se suelen relacionar con coágulos sanguíneos. La ecografía y la angiografía pueden ser útiles para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento

El tratamiento de los coágulos sanguíneos en la aorta suele implicar medicamentos para el dolor y para reducir los coágulos. Aunque hay medicamentos disponibles para romper los coágulos, se pueden obtener resultados similares permitiendo que el organismo del gato los descomponga por sí mismo. Se puede intentar la eliminación quirúrgica de los coágulos en la aorta.

Muchos gatos con tromboembolia aórtica mueren a pesar del tratamiento o no recuperan la función de la pata trasera. Algunos gatos que sobreviven a la crisis cardiovascular inicial recuperan la capacidad de andar después de varias semanas, pero pueden tener algún daño permanente (como un estiramiento o acortamiento anormal del músculo y un trastorno degenerativo que afecta al sistema nervioso). Los gatos con una sola extremidad afectada evolucionan mejor que aquellos con signos en ambas extremidades. El pronóstico a largo plazo suele depender de la gravedad de la enfermedad cardiaca subyacente. Los veterinarios pueden prescribir un medicamento que evite la formación de coágulos sanguíneos en gatos con enfermedad cardiaca.

El tratamiento de las infecciones causadas por un coágulo sanguíneo debido a la endocarditis incluye antibióticos a largo plazo, un programa de tratamiento que dura varias semanas. Algunos casos requieren antiinflamatorios para reducir la fiebre. El pronóstico de recuperación es, en el mejor de los casos, reservado.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre los coágulos de sangre y aneurismas.