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Diagnóstico de la enfermedad cardiovascular en los gatos

PorSuzanne M. Cunningham, DVM, DACVIM-Cardiology;Kursten V. Roderick, DVM
Última revisión/modificación jul 2018

    Un veterinario a menudo diagnostica una enfermedad cardiovascular revisando la anamnesis y los signos, realizando una exploración física e interpretando los resultados de pruebas específicas o procedimientos de diagnóstico por imagen. La exploración física incluye el uso de un estetoscopio para escuchar el corazón y los pulmones. Un veterinario puede oír una frecuencia cardiaca anormal (p. ej., una frecuencia demasiado lenta, rápida o irregular), una frecuencia respiratoria anormal (respiración rápida o dificultosa), sonidos cardiacos adicionales (llamado ritmo de "galope"), un soplo (un sonido anormal causado por un flujo sanguíneo anormal o vibraciones en el corazón), sonidos cardiacos disminuidos o amortiguados, o sonidos anormales en los pulmones que sugieren la acumulación de líquido. Los veterinarios también palpan el pulso del gato, que puede sentirse rápido, débil o irregular. Además, los veterinarios palpan el cuerpo con las manos y los dedos para detectar una acumulación anormal de líquido en el abdomen. Las encías de un gato también se examinan para buscar evidencia de color azul, púrpura o gris, una señal de que el oxígeno no está llegando adecuadamente a los tejidos del organismo.

    Tipos comunes de imágenes utilizadas para diagnosticar enfermedades cardiacas

    Radiografías

    Los rayos X (también llamados radiografías) del tórax con frecuencia ayudan a diagnosticar enfermedades cardiacas en los animales de compañía. El hallazgo de una dilatación generalizada del corazón o de cámaras cardiacas específicas hace más probable la presencia de una enfermedad cardiaca. Las imágenes también pueden proporcionar pistas sobre la enfermedad específica presente. Por ejemplo, el líquido en los pulmones es un hallazgo común en la insuficiencia cardiaca congestiva. Aunque las radiografías del tórax son útiles en la valoración de los pacientes con enfermedad cardiaca, tienen ciertas limitaciones. La presencia de líquido en los pulmones no confirma definitivamente una enfermedad que se origina en el corazón ni excluye otro origen, como la enfermedad pulmonar. Además, la evaluación del tamaño general del corazón y del tamaño de las cámaras cardiacas específicas suele ser mucho menos precisa que las pruebas mediante ecocardiografía (ecografía).

    Electrocardiografía

    La electrocardiografía es el registro de la actividad eléctrica del corazón desde la superficie corporal mediante el uso de electrodos. Puede usarse para identificar arritmias cardiacas, como bradicardia (ritmo más lento de lo esperado), taquicardia (ritmo más rápido de lo esperado) u otras anomalías del ritmo (como arritmia sinusal o parada sinusal).

    La electrocardiografía también puede detectar trastornos de la conducción o fallos de las señales eléctricas que hacen que el corazón se contraiga para pasar a través del tejido cardiaco. Estos incluyen el bloqueo auriculoventricular de primer, segundo y tercer grado.

    Finalmente, la electrocardiografía puede identificar la dilatación de la cavidad, que está indicada por las anomalías de la forma de onda que se muestran en el registro del electrocardiograma. Diferentes lecturas sugieren dilatación de las diferentes cámaras. Aunque el electrocardiograma puede sugerir una dilatación de la cámara, las radiografías de tórax y la ecocardiografía (ecografía) son más eficaces.

    Ecocardiografía

    La ecocardiografía es un tipo de ecografía utilizada para evaluar el corazón, la aorta y la arteria pulmonar. La ecocardiografía complementa otros procedimientos de diagnóstico examinando y mostrando el corazón en funcionamiento e imágenes en movimiento de su acción. Se pueden determinar las dimensiones de las cámaras y las paredes del corazón, se puede ver la estructura física y el movimiento de las válvulas y se pueden calcular las diferencias de presión, los volúmenes de flujo sanguíneo y varias mediciones de la función cardiaca. Existen tres tipos principales de ecocardiografía: bidimensional, modo M y Doppler. La ecocardiografía bidimensional proporciona un vídeo en forma de cuña y en dos dimensiones del corazón en movimiento. La ecocardiografía en modo M se produce mediante un haz de ultrasonidos unidimensional que penetra en el corazón, proporcionando una "vista de picahielos". Las diferencias en la densidad del tejido detectadas por el haz se representan en una pantalla. Se suele utilizar para medir el tamaño de la cámara, el grosor de la pared, el movimiento de la válvula y el tamaño de la aorta y la arteria pulmonar. La ecocardiografía Doppler detecta los cambios de frecuencia del haz de ultrasonidos al entrar en contacto con los glóbulos rojos en movimiento para medir la velocidad del flujo sanguíneo e identificar así el flujo turbulento o de alta velocidad. Sirve para localizar soplos cardiacos.

    Cateterismo cardiaco

    El cateterismo cardiaco consiste en la colocación de catéteres especializados (tubos finos y flexibles) en el corazón, la aorta o la arteria pulmonar. El cateterismo cardiaco puede realizarse cuando otras pruebas diagnósticas son insuficientes para identificar anomalías cardiacas específicas o no son capaces de identificar la gravedad de una lesión. También se puede utilizar para la evaluación prequirúrgica, el tratamiento y la investigación clínica. El cateterismo cardiaco diagnóstico y prequirúrgico, no obstante, se ha reemplazado prácticamente por la ecocardiografía (véase anteriormente). Hoy en día, el cateterismo cardiaco se realiza principalmente para reparar quirúrgicamente los defectos del corazón.

    La edad y la raza de su gato pueden ayudar a su veterinario a diagnosticar su enfermedad cardiaca. Por ejemplo, un gato de mediana edad con dificultad para respirar y reticencia a tumbarse puede tener una enfermedad del músculo cardiaco (más comúnmente cardiomiopatía hipertrófica), mientras que es más probable que un gato mayor con pérdida de peso y cambios de comportamiento tenga hipertiroidismo, que puede causar hipertensión y empeorar la enfermedad cardiaca. Además, ciertas enfermedades cardiacas son más comunes en algunas razas.

    Las técnicas de imagen incluyen radiografías, electrocardiografía (registro de la actividad eléctrica del corazón) y ecocardiografía (un tipo de ecografía). Muchas enfermedades cardiovasculares pueden diagnosticarse mediante una exploración física y radiografías. Las radiografías también se utilizan para diagnosticar y controlar la insuficiencia cardiaca congestiva. La electrocardiografía se utiliza para diagnosticar las alteraciones del ritmo cardiaco (arritmias). La ecocardiografía es excelente para confirmar diagnósticos tentativos, evaluar la gravedad de las válvulas cardiacas con fugas o los vasos estrechos, evaluar el tamaño de las cavidades y la función del músculo cardiaco, identificar los tipos de cardiomiopatía, diagnosticar la alta presión arterial en los pulmones, identificar defectos congénitos en el corazón, detectar tumores cardiacos o identificar la enfermedad de la membrana que rodea al corazón (el pericardio). Su veterinario también puede recomendar un análisis de sangre específico que mide las proteínas que aumentan en ciertos tipos de enfermedad cardiaca e insuficiencia. En ocasiones, son necesarias pruebas más especializadas, como la cateterización cardiaca (usando un tubo delgado y flexible insertado y pasado a través de una arteria hasta el corazón) o estudios nucleares (pruebas de rayos X que incluyen la inyección de isótopos radiactivos). En los gatos, el diagnóstico de la enfermedad del gusano del corazón puede incluir análisis de sangre, radiografías y ecocardiografía.

    Consulte también el contenido para veterinarios sobre el diagnóstico de enfermedad cardiovascular.