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Trastornos de la boca en los gatos

PorStanley I. Rubin, DVM, MS, DACVIM
Última revisión/modificación ago 2018

Las enfermedades de la boca en los gatos pueden estar causadas por infecciones, lesiones, tumores o trastornos inflamatorios. Un examen oral completo debería formar parte de la exploración física rutinaria de su animal, ya que las enfermedades orales se tratan de forma más eficaz con un diagnóstico precoz. En el caso contrario, muchas permanecerán ocultas en la boca y progresarán hacia una fase avanzada.

Enfermedades inflamatorias y ulcerativas de la boca

La enfermedad de las encías es el problema oral más común en los gatos. Otras causas de inflamación en la boca son las enfermedades inmunomediadas, las lesiones, las sustancias químicas, las enfermedades metabólicas, las quemaduras, los tumores, la radioterapia y las enfermedades infecciosas. Varios virus pueden causar inflamación de la boca en los gatos, como el herpesvirus felino, el calicivirus felino, el virus de la leucemia felina y el virus de la inmunodeficiencia felina. Los signos pueden variar ampliamente de acuerdo con la causa y extensión de la inflamación. Puede observarse pérdida de apetito. El mal aliento y el babeo son comunes con la inflamación de la boca o la lengua, y la saliva puede estar teñida de sangre. El dolor puede hacer que el gato se golpee la boca con la pata y se resista a cualquier intento de examinar la zona afectada. Los nódulos linfáticos de la región pueden estar agrandados.

Estomatitis felina

La estomatitis es una inflamación de las membranas mucosas de la boca que se extiende profundamente en los tejidos afectados. Los gatos con estomatitis felina tienen un empeoramiento progresivo de la inflamación de la boca, encías y parte superior de la garganta. Los tejidos de la parte posterior de la garganta pueden estar elevados, con llagas extensas. La causa no está probada, pero puede estar relacionada con una respuesta inflamatoria inapropiada a una sustancia en la superficie del diente. Muchos gatos afectados también albergan calicivirus a largo plazo. El signo más inmediato es un intenso dolor al abrir la boca. El gato pueden vocalizar y saltar cuando bosteza o abre su boca para coger alimento. Un gato afectado puede tener mal aliento, babeo excesivo y dificultad para tragar. Los gatos a menudo muestran una reacción de "acercamiento-evitación" cuando se acercan hambrientos a su comida, y luego bufan y escapan corriendo por anticipación de la molestia. Si la afección es grave y de larga duración, el animal puede estar notablemente más delgado. Si se alimentan con alimentos blandos y palatables, la afección puede ser bastante grave antes de que se reconozcan los signos.

Con frecuencia, debido al dolor del gato, un veterinario necesitará sedarlo para realizar un examen de la boca. En el examen se incluirá una anamnesis completa, la valoración de la boca y la evaluación de enfermedades generalizadas (como la insuficiencia renal) y de infecciones bacterianas y víricas. Se puede tomar una muestra de tejido (biopsia) para ayudar a excluir cánceres orales u otros trastornos de la boca específicos.

La extirpación quirúrgica de todos los premolares y molares y la eliminación del tejido conectivo que une los dientes al hueso de la mandíbula es el único tratamiento que ha proporcionado cierta mejoría y ha ayudado al control general a largo plazo. Puede que se necesiten extraer todos los dientes (extracciones de toda la boca) en algunos animales. Si los dientes se extraen temprano en el proceso de la enfermedad, el procedimiento suele producir una mejoría significativa o una resolución completa de la inflamación en el 60 % al 80 % de los gatos. Cuando las extracciones se retrasan, la respuesta a la cirugía no es buena. Extraer todos o la mayoría de los dientes no es tan malo como parece. Los gatos comen bien sin dientes. Se deben administrar antibióticos si existen infecciones bacterianas. Los cambios en la dieta, los analgésicos y los enjuagues bucales antisépticos pueden ayudar a disminuir los signos. Los animales que no pueden o no quieren comer y beber pueden necesitar fluidos intravenosos o una sonda de alimentación para evitar la deshidratación. Las tomas frecuentes de líquidos sabrosos y, más tarde, de alimentos semisólidos, animan a comer.

Estomatitis fúngica

La estomatitis fúngica está causada por el crecimiento excesivo del hongo Candida albicans. Es una causa poco frecuente de inflamación bucal en gatos. Los signos de la enfermedad incluyen enrojecimiento, úlceras, sangrado y áreas planas de color blanco cremoso (placas) en la lengua o las membranas mucosas, mal aliento, babeo excesivo y pérdida de apetito. Se suele creer que está asociada a otras enfermedades orales, a los antibióticos de larga duración o a un sistema inmunitario deprimido. Cuando sea posible, se tratarán tanto la enfermedad subyacente como la propia infección fúngica. Se debe mantener una dieta equilibrada. El pronóstico es reservado si las enfermedades subyacentes no pueden tratarse o controlarse de modo adecuado.

Inflamación de la lengua

La inflamación de la lengua se llama glositis. Puede deberse a infección, irritación, heridas, sustancias químicas, enfermedades (p. ej., enfermedad renal o diabetes), quemaduras eléctricas o picaduras de insectos. Un hilo, cuerda u otro cuerpo extraño puede haber quedado atrapado bajo la lengua. El babeo y la reticencia a comer son signos comunes, pero la causa puede pasar desapercibida a menos que se examine cuidadosamente la boca.

El veterinario trata la glositis retirando cualquier cuerpo extraño y cualquier diente roto o enfermo. La infección se puede tratar con un antibiótico adecuado. La limpieza de las heridas y el uso de colutorios antisépticos son beneficiosos en algunos casos. Pueden ser necesarios una dieta blanda y fluidos intravenosos. Si el animal es incapaz de comer bien durante un periodo prolongado, también puede ser necesaria la alimentación por sonda. La glositis aguda, causada por aguijones de insectos, puede necesitar tratamiento de urgencia. Si la glositis está causada por otra afección, se debe tratar también la enfermedad primaria. Los tejidos de la lengua cicatrizan rápidamente después de eliminar la irritación y la infección.

Traumatismos de los tejidos blandos

Las lesiones en la boca pueden causar una inflamación significativa en los gatos, pero suelen responder bien al tratamiento.

Mordeduras de la mejilla

Una herida a lo largo del lado de la mejilla puede estar causada por un autotraumatismo cuando el tejido queda atrapado entre los dientes durante la masticación. La extirpación quirúrgica del tejido en exceso evita que se produzcan más lesiones.

Quemaduras de la boca

Pueden producirse quemaduras térmicas (por calor), químicas o eléctricas en la boca. Por ejemplo, un gatito que muerde un cable eléctrico puede desarrollar lesiones en los dientes y heridas en la lengua y en las comisuras de la boca. Cualquier gato con una quemadura en la boca se debe evaluar y tratar para detectar lesiones en otros sistemas orgánicos, que pueden ser mortales en algunos casos. Un gato con una quemadura en la boca duda a la hora de comer o beber, babea y se resiente de que le toquen la boca o la cara. Pueden desarrollarse úlceras graves e inflamación de la boca. Estas heridas pueden infectarse fácilmente. Si usted mismo observó la quemadura, proporcione los detalles a su veterinario. Si la quemadura es leve, puede no necesitar más tratamiento que una dieta blanda o líquida hasta que el dolor haya desaparecido. Si el daño tisular es extenso, su veterinario puede lavar los tejidos con un antiséptico y eliminar cualquier tejido muerto y restos. Se pueden recetar antibióticos para reducir la posibilidad de infección.

Tumores orales

Los tumores orales benignos de la boca y la garganta son menos frecuentes en los gatos que en los perros. En cambio, es probable que los tumores que surjan sean malignos.

Tumores benignos

Un fibroma (anteriormente llamado épulis) es un crecimiento benigno (no diseminado) en las encías que se suele originar cerca de la línea de las encías. El crecimiento es relativamente insensible y duro y tiene el color de la encía normal o más pálido. El crecimiento puede llegar a ser lo suficientemente grande como para cubrir completamente la superficie de varios dientes. Su veterinario puede analizar una muestra de tejido (biopsia) para determinar el diagnóstico y el tratamiento adecuados. La extirpación quirúrgica es el tratamiento más satisfactorio. Después de la cirugía, a su gato se le puede recetar un enjuague oral diario que deberá utilizar hasta que la zona esté curada.

Tumores malignos

Los carcinomas de células escamosas son, con mucho, los tumores orales malignos más frecuentes en los gatos. Suelen afectar a las encías y la lengua y se extienden rápidamente por toda la boca. Los fibrosarcomas son los siguientes tumores más comunes en gatos. Invaden agresivamente los tejidos circundantes.

Los signos varían según la localización y extensión del tumor. Es frecuente el mal aliento, la reticencia a comer y el babeo excesivo. Si la parte posterior de la boca y la garganta están afectadas puede resultar difícil tragar. Los tumores se ulceran y sangran con frecuencia. La cara del animal puede hincharse a medida que el tumor crece e invade el tejido circundante. Los nódulos linfáticos cercanos al tumor a menudo se inflaman antes de que se pueda ver el tumor. Se suele necesitar una biopsia de tejido para el diagnóstico.

El tratamiento y el pronóstico dependen del tipo específico de tumor y de si se ha diseminado. Los melanomas malignos son muy invasivos y se diseminan fácilmente; por consiguiente, el pronóstico es de reservado a malo. La extirpación quirúrgica del tumor puede prolongar la supervivencia y puede curar la enfermedad, pero la recidiva es frecuente. En los gatos, el carcinoma de células escamosas tiene un mal pronóstico, y la supervivencia a largo plazo solo se ve si se diagnostica y se trata a tiempo.

Trastornos salivales

La saliva humedece la boca y ayuda a iniciar la digestión de los alimentos. Como ocurre con cualquier otra parte del organismo, puede haber problemas médicos que afecten a las glándulas que producen la saliva. Los trastornos salivales en los gatos incluyen babeo excesivo, mucocele salival, tumores y sequedad de boca.

Salivación excesiva (ptialismo)

La salivación excesiva (denominada ptialismo) tiene dos causas principales: o el gato está produciendo demasiada saliva o no puede tragar eficazmente la saliva que se produce. En cualquier situación, el animal babea. La causa más grave de babeo excesivo es la rabia, por lo que su veterinario querrá excluir esa posibilidad primero. Se debe determinar y tratar la causa subyacente. Puede producirse una irritación a corto plazo de los labios y la cara si no se mantiene la piel lo más seca posible. Puede recomendarse la limpieza con una solución antiséptica apropiada.

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Mucocele salival

En un mucocele salival, la saliva se acumula bajo la piel tras un daño en el conducto o la glándula salival. Aunque cualquiera de las glándulas salivales puede verse afectada, las que se encuentran debajo de la lengua y en la mandíbula son las afectadas con más frecuencia. La causa no suele estar determinada. Los signos dependen del lugar de acumulación de la saliva.

El primer signo puede ser una masa no dolorosa que crece lentamente, con frecuencia en el cuello. Un mucocele bajo la lengua puede no verse hasta que se traumatiza y sangra. Un mucocele faríngeo (de la garganta) puede obstruir las vías respiratorias y provocar dificultad para respirar. Si el mucocele se infecta puede haber dolor o fiebre. Un veterinario puede distinguir un mucocele de abscesos, tumores y otros tipos de quistes usando una aguja para extraer una muestra de líquido del interior del mucocele.

Se suele recomendar la cirugía para extirpar la glándula y el conducto salival dañados. Los mucoceles en el cuello o debajo de la lengua pueden tratarse con drenaje periódico si la cirugía no es una opción; sin embargo, esta es solo una solución temporal y el mucocele puede infectarse. La extirpación completa de las glándulas y los conductos es especialmente importante en el caso de los mucoceles de la garganta para evitar la posibilidad de una futura obstrucción de las vías respiratorias que ponga en peligro la vida.

Tumores de las glándulas salivales

Los tumores de las glándulas salivales son raros en gatos, aunque los gatos se ven afectados con el doble de frecuencia que los perros. Suelen aparecer en gatos de más de 10 años. La mayoría de los tumores de las glándulas salivales son malignos; los carcinomas y adenocarcinomas son los tipos más frecuentes. La diseminación a los nódulos linfáticos cercanos y a los pulmones es frecuente. Los tumores extirpados mediante cirugía sola tienden a recidivar, por lo que el tratamiento con radiación, con o sin cirugía, ofrece el mejor pronóstico en la mayoría de los casos.

Boca seca (xerostomía)

Esta afección se produce cuando disminuye la producción de saliva. Puede causar una molestia significativa y dificultad para comer. Los signos incluyen interés en comer, pero apartarse como si la comida no supiera bien. El chasquido de labios y el empuje excesivo de la lengua al intentar comer es otro signo. Las encías y las membranas mucosas de la boca están secas y los dientes suelen tener una película densa de placa. Los gatos mayores con insuficiencia renal tienen mayor riesgo de padecer esta enfermedad. Otras causas incluyen radioterapia (para el tratamiento de algunos tipos de cáncer), ciertos fármacos, deshidratación extrema, fiebre y anestesia. Es importante identificar y tratar la causa subyacente. El tratamiento consiste en cuidados de apoyo: sustitutos artificiales de la saliva, humedecer la comida y la administración de líquidos.

Para más información

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