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Trastornos en los que intervienen inmunocomplejos (reacciones de tipo III) en los gatos

PorIan Rodney Tizard, BVMS, BSc, PhD, DSc (Hons), DACVM
Revisado/Modificado ago 2018

Cuando los anticuerpos se unen a los antígenos persistentes, pueden crear inmunocomplejos. Estos complejos antígeno-anticuerpo pueden alojarse en pequeños vasos sanguíneos y estimular una inflamación inapropiada del tejido circundante. Los trastornos por inmunocomplejos se encuentran entre las enfermedades inmunomediadas más comunes. El lugar del cuerpo donde se depositan los inmunocomplejos determina los signos y el curso de la enfermedad.

Glomerulonefritis

La glomerulonefritis es la inflamación de los glomérulos (las unidades de filtrado microscópicas) en los riñones. La inflamación se desarrolla cuando los inmunocomplejos quedan atrapados en los glomérulos. Esto da lugar a la activación del sistema de defensa inflamatorio del organismo, que, a su vez, daña los glomérulos. Los inmunocomplejos a menudo se forman como consecuencia de alguna otra enfermedad, especialmente las infecciones por el virus de la leucemia felina (FeLV), el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) o el virus de la peritonitis infecciosa felina (PIF). Las enfermedades inflamatorias o el cáncer también pueden ser la causa. Sin embargo, en muchos gatos con glomerulonefritis no se puede determinar la causa desencadenante. La glomerulonefritis produce una pérdida excesiva de proteínas en la orina (proteinuria). El hallazgo de proteínas en la orina durante una prueba de orina (análisis de orina) puede ser la primera indicación de que su gato tiene glomerulonefritis. Otros signos incluyen dificultad para respirar o acumulación anormal de líquido en el abdomen o debajo de la piel. El tratamiento incluye el control de cualquier enfermedad subyacente, la reducción de la cantidad de proteína perdida en la orina, el control de cualquier enfermedad renal existente y, posiblemente, la administración de fármacos inmunosupresores para reducir la formación de inmunocomplejos. Si no se trata, la enfermedad puede producir insuficiencia renal crónica.

Lupus eritematoso sistémico (lupus)

El lupus eritematoso sistémico (a menudo llamado simplemente lupus) es una enfermedad autoinmunitaria que es rara en los gatos. Las mascotas con lupus forman inmunocomplejos y tienen anticuerpos en su sangre que están dirigidos contra sus propios tejidos corporales. El lupus causa anomalías generalizadas de la piel, la boca, los músculos, el sistema nervioso, los vasos sanguíneos, los pulmones, los riñones, las articulaciones, el sistema nervioso y la sangre (anemia y/o disminución del número de plaquetas). Los gatos con lupus pueden desarrollar una glomerulonefritis potencialmente mortal (véase anteriormente). Suelen verse afectados múltiples órganos. Para diagnosticar el lupus se utilizan la anamnesis, los signos de enfermedad, la exploración física y un análisis de sangre. Para tratar el trastorno se prescribe un tratamiento a largo plazo con corticoesteroides y otros fármacos que inhiben el sistema inmunitario. Su veterinario determinará el tratamiento más adecuado para su mascota.

Uveítis anterior

La uveítis anterior es una inflamación de la parte frontal del ojo. Una causa de uveítis anterior es la acción de los complejos anticuerpo-antígeno en el iris, que causa inflamación. Este tipo de uveítis suele estar causada por parásitos Toxoplasma o por el virus de la peritonitis infecciosa felina en los gatos. El tratamiento de la uveítis anterior inmunomediada puede incluir medicamentos para favorecer la cicatrización del ojo y fármacos orales que inhiben el sistema inmunitario.

Para más información

Véase también el contenido para veterinarios sobre las reacciones de tipo III.