Cortesía del Dr. John W. Harvey.
Cortesía del Dr. John W. Harvey.
La pérdida aguda de sangre puede provocar un shock e incluso la muerte si se pierde >30-40 % de la sangre y la hipovolemia que se desarrolla no se trata de manera agresiva con fluidos intravenosos o sangre compatible, o ambos. Las causas de la pérdida aguda pueden ser conocidas (p. ej., traumatismo, cirugía) u ocultas (p. ej., pérdida GI). Las coagulopatías, los tumores hemorrágicos, la ulceración gástrica y los parásitos externos o internos deben excluirse como causas. Los parásitos gastrointestinales como Haemonchus spp en los rumiantes y los anquilostomas en perros pueden dar lugar a una pérdida de sangre grave, especialmente, en animales jóvenes. La pérdida crónica de sangre de bajo grado a la larga da como resultado anemia por deficiencia de hierro, aunque puede persistir cierto grado de reticulocitosis incluso después de que se agoten las reservas de hierro. El sello distintivo de una anemia por deficiencia de hierro es la anemia microcítica hipocrómica. Esta pérdida crónica de sangre puede deberse a algún tipo de parasitosis en animales jóvenes (p. ej., pulgas, piojos, parasitosis intestinal), pero en animales más mayores, el sangrado de úlceras gastrointestinales o tumores es más frecuente.
Para más información
Consulte también la información para propietarios sobre anemia por pérdida de sangre en perros, anemia por pérdida de sangre en gatos y anemia por pérdida de sangre en caballos.