Sistema vascular sanguíneo
El sistema vascular sanguíneo se divide conceptualmente en dos compartimentos: el pool circulante y el pool marginal. El pool marginal consiste en la microcirculación en la interfase capilar-tejido. El pool circulante consta de vasos más grandes. Las muestras de sangre tomadas por venopunción son representativas del pool circulante.
La velocidad de flujo, el movimiento de líquido al espacio extravascular y la adhesión selectiva de leucocitos al endotelio son factores que pueden contribuir a las diferencias en la concentración de células en ambos grupos. Estos pool están en equilibrio hemodinámico entre sí y con el espacio extravascular. Por tanto, la concentración de leucocitos puede cambiar apreciablemente debido al movimiento de células y/o líquido de un grupo a otro como resultado de un cambio en el equilibrio. En la mayoría de las especies, los leucocitos se distribuyen más o menos por igual entre los dos pool. Los gatos tienen una mayor distribución de leucocitos dentro del pool marginal.
Los leucocitos en la reserva circulante pueden incrementarse mediante ciertos mecanismos: la epinefrina puede redistribuir los leucocitos de la reserva marginal a la circulante, y los corticoesteroides pueden inhibir la adherencia endotelial y la migración de los neutrófilos a los tejidos, que se suma a la reserva circulante.
Granulocitos
Los granulocitos incluyen neutrófilos, eosinófilos y basófilos, y todos se producen en la médula ósea a partir de una célula madre común. La granulopoyesis es el término utilizado para describir la producción de estas células. Las etapas proliferativas (o mitóticas) del desarrollo consisten en mieloblastos, promielocitos y mielocitos. Los promielocitos contienen gránulos primarios azurófilos (lisosomas) que se vuelven inaparentes en etapas posteriores. El pool de almacenamiento (o maduración) consta de metamielocitos, neutrófilos en banda y neutrófilos segmentados, que son funcionalmente maduros. Los gránulos específicos que definen los tipos celulares finales se producen en la fase de mielocitos. Los tipos celulares se reconocen por la afinidad de los gránulos por las tinciones (p. ej., los basófilos contienen gránulos basofílicos; los eosinófilos, gránulos eosinofílicos; y los neutrófilos, gránulos neutros o no teñidos). La población de neutrófilos segmentados y en banda en la médula ósea puede ser considerable en algunas especies (especialmente perros) y se define como reserva medular de granulocitos.
Neutrófilos en animales
En la sangre, los neutrófilos suelen ser maduros (segmentados), con formas en banda ocasionales más inmaduras. Los neutrófilos procedentes de la médula ósea ingresan a la sangre, donde permanecen durante un promedio de 8 h. Tienden a adherirse al endotelio vascular, e ingresan unidireccionalmente en los tejidos, en los que participan en la defensa del hospedador. Dada la corta vida media en sangre, el mantenimiento del número de neutrófilos depende del suministro relativamente elevado y constante de la médula ósea. Este equilibrio puede cambiar drásticamente cuando existe una mayor demanda tisular asociada con el desarrollo de un proceso inflamatorio o una lesión de las células madre que reduce el grado de producción medular. Al inicio de una lesión inflamatoria, la liberación de factores estimulantes específicos por parte de las células mononucleares locales estimula rápidamente la médula ósea para liberar la reserva de neutrófilos y acelerar la granulopoyesis. Cuando la demanda tisular es intensa, la producción y liberación neutrófilos por parte de la médula ósea puede acelerarse drásticamente, resultando en una desviación a la izquierda y cambios tóxicos ( ver Anomalías numéricas).
Eosinófilos en animales
Los eosinófilos actúan en la eliminación de parásitos y también contienen enzimas que modulan los productos liberados en respuesta a la desgranulación de mastocitos del receptor de antígeno-IgE en las enfermedades alérgicas. Por ejemplo, la histamina liberada por los mastocitos es modulada por la histaminasa en los eosinófilos. La eosinofilia se induce principalmente por respuestas inflamatorias alérgicas e infestaciones parasitarias que invaden los tejidos. Con menor frecuencia, la neoplasia puede asociarse con la inducción paraneoplásica de eosinofilia. Las lesiones eosinofílicas tisulares localizadas no necesariamente producen eosinofilia periférica (p. ej., la dermopatía del granuloma eosinófilo y las lesiones orales de los gatos). La eosinopenia es un componente de los leucogramas inducidos por corticoesteroides (estrés).
Basófilos en animales
Los basófilos son minoritarios en todos los animales domésticos. Los gránulos de los basófilos contienen histamina, heparina y mucopolisacáridos sulfatados; la comprensión de su función es limitada. Como resultado, no existe una interpretación clara para la basofilia. La basofilia es poco común pero puede acompañar a la eosinofilia, y es esta última la que se interpreta. Aunque los basófilos sanguíneos y los mastocitos tisulares tienen contenidos enzimáticos similares, los basófilos no se convierten en mastocitos. Parece que surgen de células madre de la médula ósea separadas.
Monocitos:
Los monocitos se forman en la médula ósea a partir de monoblastos, luego se convierten en promonocitos y finalmente, en monocitos maduros. Los monocitos entran y permanecen en sangre periférica durante ~24-36 h, y posteriormente salen a los tejidos para madurar y convertirse en macrófagos. Los monocitos y macrófagos se encargan de fagocitar organismos y restos celulares en los lugares de inflamación o lesión tisular. Pueden formar células gigantes multinucleadas, particularmente en respuesta a cuerpos extraños u organismos complejos que provocan la formación de granulomas, como Mycobacterium spp. Los monocitos y macrófagos son una fuente importante de factores estimulantes de colonias y citocinas que regulan las respuestas inflamatorias, y funcionan como células presentadoras de antígenos.
Linfocitos:
Los linfocitos se originan a partir de una célula madre de la médula ósea y maduran en los nódulos linfáticos, el bazo y otros tejidos linfoides subepiteliales. Los linfocitos maduros comprenden dos subpoblaciones principales, linfocitos B y linfocitos T. Los linfocitos B (para el equivalente de la médula ósea o la bursa) son precursores potenciales de las células plasmáticas que producen anticuerpos para la inmunidad humoral. Los linfocitos T (maduran en el timo) participan en la inmunidad celular (p. ej., histocompatibilidad e hipersensibilidad de tipo retardado). Los linfocitos en el tejido pueden regresar al sistema vascular y recircular. Algunos linfocitos tienen una vida muy larga en comparación con otros tipos de leucocitos.
Para más información
Consulte también la información para propietarios sobre trastornos de los leucocitos en perros, trastornos de los leucocitos de los gatos y trastornos de los leucocitos de los caballos.