La mosca del búfalo (Haematobia irritans exigua) es similar a la mosca de los cuernos, tanto en tamaño como en aspecto, así como en sus hábitos de alimentación y reproducción. La mosca del búfalo es una plaga importante del ganado vacuno y de los búfalos de agua o carabaos, pero ocasionalmente se alimenta de la sangre de caballos, ovejas o animales silvestres. Se distribuye por todo el norte de Australia y Nueva Guinea y se encuentra en partes del sur, sudeste y este de Asia, así como en Oceanía; no se encuentra en Nueva Zelanda. Su ciclo biológico es similar al de la mosca de los cuernos; el insecto adulto deja al hospedador el tiempo suficiente para depositar los huevos en estiércol fresco, donde se produce el desarrollo. El ciclo biológico puede durar solo 7-10 días, según las condiciones climáticas.
Patología de las moscas del búfalo del ganado vacuno
Las moscas del búfalo irritan y molestan a los animales, a quienes por lo general pican alrededor de los hombros y la cruz. Ambos sexos se alimentan de sangre 10-40 veces/día. Las heridas de las picaduras pueden proporcionar un lugar para la infestación por gusanos barrenadores (Chrysomyia bezziana). Durante el tiempo cálido, las moscas se desplazan a las partes sombreadas del cuerpo del animal. Los animales afectados sufren pérdida de sangre y son irritados por las moscas; la eficiencia alimentaria y la producción pueden verse notablemente afectadas incluso con 100 moscas por animal. Algunos bovinos son alérgicos a la saliva de la mosca. El ganado vacuno de color oscuro y el que está en malas condiciones atraen más moscas.
Diagnóstico de las moscas del búfalo del ganado vacuno
Cortesía de Nichola Calvani, Laboratory of Veterinary Parasitology, Sydney School of Veterinary Science, The University of Sydney.
Cortesía de Nichola Calvani, Laboratory of Veterinary Parasitology, Sydney School of Veterinary Science, The University of Sydney.
La mosca del búfalo puede identificarse por su color oscuro, su tamaño (alrededor de la mitad que el de la mosca de los establos) y su probóscide en forma de bayoneta que protruye hacia delante desde la cabeza. Las moscas del búfalo permanecen permanentemente en el ganado vacuno y solo se van si se perturban o para reproducirse y depositar sus huevos en el estiércol.
Tratamiento y control de las moscas del búfalo del ganado vacuno
El control de la mosca del búfalo se basa en el conocimiento de la biología y el comportamiento de la mosca.
Los crotales insecticidas son una parte eficaz de la estrategia de control.
Los insecticidas son solo una parte de los programas integrados de manejo de plagas para las poblaciones de moscas del búfalo que explotan la biología y el comportamiento de las moscas. Los crotales insecticidas se recomiendan para la temporada alta de moscas desde finales del verano hasta principios del otoño. Los productores de ganado vacuno deben conocer los periodos de retirada y los intervalos de sacrificio para la exportación. Muchas de las sustancias químicas usadas para eliminar estas moscas dan lugar a residuos en la carne. Las moscas del búfalo han desarrollado resistencia a los piretroides sintéticos y a algunos organofosforados.
En Australia se han desarrollado trampas para la mosca del búfalo. La trampa consiste en una tienda de plástico transparente y redondeada a través de la cual camina el ganado. Las moscas se barren o cepillan del ganado en el interior de la tienda, donde quedan atrapadas y mueren por desecación. Estas trampas eliminan ~80 % de las moscas del búfalo cada vez que el ganado pasa a través de ellas. Si el ganado atraviesa la trampa cada día o cada 2 días, suele ser suficiente para lograr el control de la mosca. Otros controles no químicos incluyen las trampas para moscas, el uso de escarabajos peloteros que interrumpen el desarrollo larvario al romper las boñigas de estiércol y el sacrificio del ganado muy sensible.
