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Ronchas (urticaria) en animales

(Habones)

PorNicole A. Heinrich, DVM, DACVD
Revisado/Modificado ene 2020

La urticaria, en su forma más común, es una respuesta inmunitaria aguda que produce edema dérmico multifocal. El diagnóstico por lo general se logra mediante la historia clínica, la exploración física y la respuesta al tratamiento. La urticaria puede resolverse espontáneamente 12-48 horas después de su aparición. Se suele tratar administrando un antihistamínico y un glucocorticoide. En raras ocasiones, la urticaria puede ser crónica o puede ser un precursor de la anafilaxia. Los casos atípicos pueden requerir una biopsia de piel.

Etiología y patogenia de la urticaria en animales

La urticaria es el resultado de la desgranulación de los mastocitos y la subsiguiente liberación de histamina en la dermis. La liberación de histamina causa vasodilatación y edema dérmico. El edema es a menudo multifocal y produce ronchas de 0,5-3,0 cm de diámetro; aunque puede ser difuso y afectar a grandes áreas de la dermis o de la hipodermis. El edema difuso (angioedema) causa una gran tumefacción de regiones del cuerpo como las extremidades, la cara o el vientre.

La urticaria suele ser una respuesta inmunitaria aguda que a menudo se produce a los pocos minutos del estímulo. La urticaria puede resolverse sin tratamiento, por lo general en 12-48 horas. Con frecuencia puede ser recidivante, según la causa subyacente, y puede ser crónica en casos raros.

Existen muchas causas de urticaria. Lo más habitual es que la urticaria se produzca como resultado de un alérgeno inhalado o por contacto, por vacunación o por la picadura de un insecto (como abejas, avispas, avispones, mosquitos, moscas negras, hormigas, arañas y ciertas orugas).

Otras causas son las plantas (como la ortiga), las reacciones a la transfusión, el calor o el frío, el ejercicio, la presión, el dermatografismo, el estrés psicológico, los virus, las bacterias, los hongos y los parásitos. Además, la exposición a medicamentos tópicos o sustancias químicas, como el ácido carbólico, la trementina, el disulfuro de carbono o el petróleo, pueden inducir urticaria. Los alimentos, los aditivos alimentarios, los fármacos administrados sistémicamente (como la penicilina, la ampicilina, la tetraciclina, la vitamina K, el propiltiouracilo, el amitraz, la ivermectina, la moxidectina y la doxorubicina) y el celo también pueden causar urticaria.

Se ha descrito una forma singular de urticaria, principalmente en las razas de ganado vacuno de las islas del Canal (Jersey, Guernsey), que se sensibilizan frente a la caseína de su propia leche; se produce en casos de retención de leche o de congestión inusual de la ubre con leche.

Hallazgos clínicos de la urticaria en animales

La urticaria puede presentarse en cualquier mamífero, pero se identifica con mayor frecuencia en perros y caballos. Las lesiones comunes incluyen ronchas en forma de cúpula, de inicio agudo. A veces, las lesiones de urticaria se vuelven muy grandes o adquieren una forma lineal o incluso serpiginosa. Puede presentarse angioedema en los casos graves.

La urticaria puede afectar a cualquier zona de la piel, pero algunas zonas se ven más afectadas que otras. En los perros, la cabeza, las extremidades, el tronco y el vientre suelen estar afectados. En los caballos, las ronchas se observan principalmente en el lomo, los flancos, el cuello, los párpados y las patas. En las ovejas, las lesiones suelen verse solo en la ubre y en las partes sin pelo del abdomen. En los cerdos, las erupciones se observan alrededor de los ojos, entre las extremidades pélvicas y en el hocico, el abdomen y el lomo. La urticaria puede ser pruriginosa o no. Las lesiones de urticaria grandes y el angioedema se hunden cuando se aplica presión digital.

Diagnóstico de la urticaria en animales

  • Anamnesis.

  • Exploración física.

  • Respuesta al tratamiento.

La anamnesis suele describir un inicio agudo de las lesiones. La exploración física revela ronchas y/o angioedema que pican cuando se aplica presión digital. Los habones son pilosos, multifocales y costrosos; los exudados por lo general no son signos concomitantes. Las lesiones remiten rápidamente cuando se administra un glucocorticoide. Las ronchas crónicas o acompañadas de otros signos clínicos deben biopsiarse.

Tratamiento de la urticaria en animales

  • Por lo general, antihistamínicos y glucocorticoides; a veces se resuelve espontáneamente.

Los casos leves de urticaria pueden responder de forma espontánea en 12-48 horas. El tratamiento normalmente se inicia, sin embargo, porque es difícil predecir si la urticaria no tratada se resolverá o empeorará con el tiempo. Por lo general, la urticaria y el angioedema responden rápidamente al tratamiento con glucocorticoides y antihistamínicos.

Para los perros con urticaria, se puede administrar 1 a 4 mg/kg de difenhidramina, un antihistamínico, IM o PO. El tratamiento adicional con un glucocorticoide dará lugar a una resolución más rápida de la urticaria en comparación con el antihistamínico solo. Las opciones de tratamiento con glucocorticoides son las siguientes: el fosfato sódico de dexametasona se puede administrar a una dosis de 1-4 mg/kg, IV; el succinato sódico de metilprednisolona a una dosis de 30 mg/kg, IV; o el succinato sódico de prednisona a una dosis de 10-25 mg/kg, IV. La administración PO de prednisona (0,5-1,0 mg/kg) suele ser suficiente para los casos más leves. Aunque la urticaria por lo general responde rápidamente al tratamiento, puede recidivar a medida que se metabolizan el antihistamínico y el glucocorticoide. La administración de difenhidramina cada 8 horas durante 3-5 días después del tratamiento inicial ayuda a prevenir la recidiva aguda.

Para los caballos con urticaria, la dexametasona se administra a una dosis de 0,01-0,04 mg/kg, por vía IV, y puede repetirse 2 o 3 veces durante varios días si es necesario.

De manera proco frecuente, la urticaria es un precursor de la anafilaxia. La anafilaxia es una afección potencialmente mortal caracterizada por signos sistémicos y una respuesta inadecuada a los glucocorticoides. Se recomienda la epinefrina a una dosis de 0,01 mg/kg de una solución de 1:1000 (1 mg/mL), por vía IM, (dosis máxima de 0,3 mg en pacientes de <40 kg y 0,5 mg en pacientes de >40 kg) para el tratamiento inicial de la anafilaxia. La fluidoterapia y otros cuidados de apoyo son esenciales para los pacientes que experimentan shock anafiláctico. En general, el pronóstico es favorable.

Es raro que se dé un desenlace mortal, en cuyo caso probablemente se deba a anafilaxia o angioedema asociado que afecte a las vías respiratorias.

Prevención de la urticaria en animales

La prevención depende de evitar o desensibilizar la causa subyacente de la urticaria.

Para la urticaria inducida por picaduras de insectos se pueden tomar varias medidas. Se debe aplicar un repelente de insectos al animal afectado. Los productos de permetrina ofrecen una repelencia razonable a los insectos y están disponibles para perros y caballos. Los productos de permetrina pueden ser mortales para los gatos. La ropa protectora, como las máscaras contra moscas para caballos, puede ser útil. Los caballos y otros animales que pasan tiempo al aire libre deben mantenerse alejados de los ambientes que favorezcan las picaduras de insectos. Los insectos que pican se desarrollan mejor en las zonas bajas con agua estancada y mala circulación de aire. Además, las áreas protegidas al aire libre tienden a favorecer a las arañas.

Los alérgenos ambientales como el polen y el moho pueden detectarse mediante pruebas de alergia. La inmunoterapia con alérgenos específicos puede desensibilizar a los animales a las sustancias a las que son alérgicos.

La administración diaria de un antihistamínico como la difenhidramina (2 mg/kg, PO, dos veces al día) o la cetirizina (0,5 mg/kg, PO, una-dos veces al día) puede ser necesaria para aquellos animales que no puedan evitar los alérgenos o los insectos que inducen la urticaria.

Puntos clave

  • En la urticaria se observa por lo general hipersensibilidad de inicio agudo.

  • Se recomienda el tratamiento inmediato con antihistamínicos y glucocorticoides.

  • La prevención de la urticaria recidivante se basa en la identificación y evitación de la causa subyacente.

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