Cortesía del Dr. Ronald Green.
Cortesía del Dr. Ronald Green.
El deterioro progresivo del cartílago articular en las articulaciones diartrodiales se caracteriza por un adelgazamiento del cartílago hialino, derrame articular y formación osteofítica periarticular. La degeneración articular puede estar causada por traumatismos, infecciones, enfermedades inmunomediadas o malformaciones del desarrollo. La causa incitante da lugar a una necrosis condrocítica, liberación de enzimas de degradación, sinovitis y una continua destrucción e inflamación cartilaginosa. La congruencia del cartílago anómalo y la anatomía de la cápsula articular pueden, además, dar lugar a una alteración de la función biomecánica en la articulación normal. El dolor y la cojera se desarrollan secundariamente a la disfunción articular, o a la atrofia muscular y a la inactividad de la extremidad. Se puede observar la degeneración articular tanto en perros como en gatos.
Los signos clínicos de la enfermedad articular degenerativa consisten en cojera, inflamación articular, atrofia muscular, fibrosis pericapsular y crepitación. Los cambios radiológicos en la articulación comprenden derrame articular, inflamación del tejido blando periarticular, osteofitosis, esclerosis ósea subcondral y posiblemente un estrechamiento del espacio articular. La artrocentesis puede ser poco notoria o poner de manifiesto cambios mínimos en el color, turbidez o recuento celular del líquido sinovial.
El tratamiento puede ser tanto médico como quirúrgico. Las terapias no quirúrgicas consisten en reducción de peso, ejercicio controlado en superficies blandas y aplicación terapéutica de compresas tibias sobre las articulaciones afectadas. Los AINE (p. ej., aspirina, etodolaco, carprofeno, deracoxib, meloxicam, firocoxib, tepoxalina) reducen el dolor y la inflamación. Se recomienda precaución en el uso prolongado de los AINE en perros. Los efectos adversos citados más a menudo son problemas gastrointestinales, como inapetencia, vómitos y gastroenteritis hemorrágica. También se ha descrito una hepatopatía relacionada con el carprofeno en el Labrador Retriever. Los corticoesteroides también suprimen la síntesis de prostaglandina y la posterior inflamación, pero se recomienda su utilización a corto plazo para prevenir el síndrome de hiperadrenocorticismo iatrogénico, la degeneración del cartílago y la perforación intestinal. Los modificadores del líquido articular, como los glucosaminoglucanos o el hialuronato de sodio, pueden evitar la degeneración del cartílago.
Las alternativas quirúrgicas incluyen la fusión articular (artrodesis), principalmente practicada sobre el carpo y el tarso, el reemplazo articular, como la prótesis total de cadera, la excisión articular, como la osteotomía de cabeza y cuello femoral, y la amputación. El pronóstico es variable y depende de la localización y gravedad de la artropatía.