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Artritis inmunomediada en perros y gatos

PorJoseph Harari, MS, DVM, DACVS
Revisado/Modificado nov 2020

La poliartritis inflamatoria, secundaria a la deposición de inmunocomplejos, puede producir enfermedad articular erosiva (destrucción del cartílago articular y hueso subcondral) o no erosiva (inflamación periarticular). La artritis reumatoide, la poliartritis del Galgo y la poliartritis felina progresiva son ejemplos de la artritis erosiva. El lupus eritematoso sistémico es la causa más frecuente de artritis no erosiva.

Los signos clínicos son cojera, dolor articular múltiple, inflamación articular, fiebre, malestar y anorexia. Es habitual que los signos clínicos aumenten y disminuyan.

Las ayudas diagnósticas son la radiología, biopsia, artrocentesis y las pruebas serológicas. La radiología revela hinchazón periarticular, efusión y colapso articular junto con la destrucción de hueso subcondral en la enfermedad erosiva. El análisis del líquido articular revelará recuentos celulares elevados superiores a 3000/mcL, compuestos principalmente de células polimorfonucleares normales. La biopsia del tejido sinovial revela inflamación e infiltrados celulares de leves a graves. Se realizan pruebas serológicas para el factor reumatoide y los anticuerpos antinucleares.

El tratamiento consiste en fármacos antiinflamatorios (p. ej., corticoesteroides) y agentes quimioterapéuticos (p. ej., ciclofosfamida, azatioprina o metotrexato). El pronóstico es reservado debido a las recidivas y a la incapacidad para determinar la causa incitante de las reacciones autoinmunes.

Para más información

  • Consulte también la información para propietarios sobre la artritis inmunomediada en perros y gatos.