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Intoxicación por helecho común en animales

PorBryan L. Stegelmeier, DVM, PhD, DACVP
Última revisión/modificación oct 2020

El helecho común (Pteridium aquilinum) se encuentra en todo el mundo y es una de las cinco plantas vasculares más numerosas del mundo. Dado que la especie incluye numerosas subespecies y variedades, el tamaño de la planta varía, con longitudes de las frondas que oscilan entre 0,5 y 4,5 m.

El helecho común es perenne, con frondas erectas de hoja caduca que permanecen verdes hasta que mueren por las heladas o la sequía. Principalmente se propaga a través de densas redes de rizomas y puede dominar las comunidades de plantas, especialmente las quemadas o alteradas. El helecho común se puede encontrar en diversas localizaciones, pero es más común en los bosques abiertos semisombreados y bien drenados.

Síndromes de intoxicación por helecho en animales

Se han asociado varios síndromes con la intoxicación por helecho común. Estos síndromes están determinados en gran medida por la dosis y la duración de la exposición, y la especie del animal intoxicado.

Hematuria enzoótica

La hematuria enzoótica, la forma más frecuente de intoxicación por helecho, afecta principalmente al ganado vacuno y con menor frecuencia a las ovejas. Se caracteriza por hematuria intermitente y anemia. La intoxicación se produce con mayor frecuencia durante el final del verano, cuando el alimento es escaso o cuando a los animales se les alimenta con heno que contiene helecho. La intoxicación requiere exposiciones prolongadas porque el ganado afectado debe ingerir helecho durante varias semanas o años antes de que se desarrolle la enfermedad.

El ganado vacuno afectado está débil, pierde peso rápidamente y desarrolla fiebre (41-43 °C). Los terneros a menudo tienen dificultad para respirar, con membranas mucosas pálidas. Las hemorragias varían desde petequias mucosas menores hasta hemorragias efusivas y, a veces, grandes coágulos sanguíneos que pueden excretarse en las heces. La coagulación es prolongada y la hemorragia puede ser pronunciada y excesiva incluso en heridas pequeñas, como picaduras de insectos o arañazos menores.

Una vez que los animales desarrollan la enfermedad clínica, la intoxicación casi siempre es mortal. Los exámenes post mortem suelen revelar hemorragias múltiples y hematomas en todo el cadáver. También puede haber úlceras necróticas y hemorrágicas en el tracto GI. La mucosa de la vejiga suele contener pequeñas hemorragias, vasos dilatados; o neoplasia vascular, fibrosa o epitelial. También se han descrito otras neoplasias en el tracto GI superior del ganado vacuno y otras especies. En la mayoría de los casos, se encuentran mezclas de lesiones hemorrágicas y neoplásicas.

Aunque no todas las toxinas del helecho han sido completamente caracterizadas, la causa primaria de hematuria enzoótica se ha atribuido al ptaquilósido, un glucósido norsesquiterpénico. Otras toxinas tóxicas y potencialmente cancerígenas incluyen la quercetina, la isoquercetina, la ptesculentosida, el caudatósido, la astragalina y varios taninos.

El ptaquilósido es un potente compuesto radiomimético que inicialmente daña la médula ósea y más tarde es carcinógeno (produciendo principalmente neoplasia del tracto urinario en rumiantes). Tanto el síndrome hemorrágico como las neoplasias uroepiteliales se han reproducido experimentalmente con helecho común y ptaquilósido. Las dosis elevadas de ptaquilósido durante unos pocos meses producen la característica enfermedad hemorrágica. Esto se ha atribuido al daño radiomimético del ptaquilósido a las células madre de la médula ósea en proliferación. Esto se caracteriza por el agotamiento de los megacariocitos de la médula ósea seguido de hipoplasia tanto leucocitaria como eritrocitaria. El leucograma resultante es a menudo una respuesta mixta. En la fase inicial de la intoxicación a menudo hay una monocitosis pronunciada seguida de granulocitopenia y trombocitopenia. Las fases finales incluyen una marcada trombocitopenia con anemia, leucopenia e hipergammaglobulinemia. El análisis de orina suele mostrar hematuria y proteinuria. Los animales afectados tienen tanto un incremento de sensibilidad a la infección como una tendencia a la hemorragia espontánea.

Parece que las dosis más bajas de helecho común son más probablemente cancerígenas durante tiempos prolongados. Los efectos parecen ser acumulativos, ya que los animales están expuestos repetidamente durante años. A menudo, la aparición de la enfermedad clínica se retrasa durante semanas, o incluso meses, tras retirar a los animales de los pastizales o pastos infestados por helechos. Además del ganado, se ha confirmado el potencial carcinogénico del helecho común y el ptaquilósido en ratas, ratones, cobayas, codornices y sapos egipcios.

El ptaquilósido se excreta en la orina y la leche de los animales intoxicados y se ha demostrado que la leche contaminada produce neoplasias GI en ratas. Varios investigadores han sugerido que la infección por papilomavirus bovino puede promover o potenciar la transformación neoplásica del ptaquilósido. Sin embargo, esto puede deberse a un cambio secundario, como consecuencia de la mielodisplasia asociada al helecho común y la subsiguiente inmunosupresión que es probable que promueva la infección por papilomavirus.

Ceguera brillante

Una presentación menos frecuente de la intoxicación por ptaquilósido se llama ceguera brillante. Se observa clínicamente como una hiperreflectividad tapetal que se ha descrito con mayor frecuencia en ovejas en partes de Inglaterra y Gales. Los ovinos afectados están ciegos permanentemente y adoptan una actitud de alerta característica. Las pupilas responden mal a la luz, y la exploración del fondo del ojo en la enfermedad avanzada se caracteriza por un estrechamiento de las arterias y venas y un tapetum nigrum pálido con finas grietas y manchas grises. Histológicamente, la lesión se observa como una atrofia grave de los bastones retinianos, los conos y la capa nuclear externa, que es más pronunciada en la porción tapetal de la retina. Los animales afectados a menudo tienen muchas de las otras lesiones asociadas al helecho común, como supresión de la médula ósea, hemorragia, inmunosupresión y neoplasia del tracto urinario.

Tambaleos

La intoxicación por helecho común en animales monogástricos se reconoció por primera vez como una enfermedad neurológica cuando los caballos consumían heno contaminado. La intoxicación típica requiere dosis relativamente altas de larga duración, como la alimentación con heno con un 20-25 % de contaminación por helecho durante más de 3 meses. El tambaleo por helechos en equinos se caracteriza por anorexia, pérdida de peso, incoordinación y una postura agachada mientras se arquea la espalda y el cuello y se para con las patas bien separadas. Cuando se fuerza a moverse, se observan músculos temblorosos. En los casos graves pueden producirse taquicardia y arritmias; la muerte (por lo general 2-10 días después del inicio) va precedida de convulsiones, espasmos clónicos y opistótonos. La intoxicación se ha atribuido a las tiaminasas del helecho, porque la enfermedad clínica es similar a la deficiencia de vitamina B1. La mayoría de los animales responden al tratamiento con tiamina.

La intoxicación es infrecuente en cerdos y menos característica, ya que los animales afectados se vuelven anoréxicos y pierden peso. A menudo se asemeja a la insuficiencia cardiaca en la fase terminal, la muerte puede producirse de forma súbita después de la postración y la disnea.

La deficiencia de tiamina no suele ser un problema en los rumiantes porque la vitamina se sintetiza en el rumen; sin embargo, la alteración del metabolismo de la tiamina y la polioencefalomalacia en ovejas intoxicadas con helecho y el helecho de rocaCheilanthes sieberi se han descrito en Australia.

Intoxicación por helecho común en personas

Los estudios epidemiológicos iniciales sugieren que el consumo de leche de ganado con acceso al helecho produce un mayor riesgo de cáncer de esófago o de cáncer gástrico. Esta asociación sugiere que habría un riesgo aún mayor con la ingestión directa de helecho. Esto ocurre porque los rizomas de helecho se han utilizado para hacer harina. Los brotes jóvenes o báculos se consideran un manjar en muchas partes del mundo. Aunque la preparación y la cocción reducen la toxicidad, el ptaquilosido se ha identificado en todos estos alimentos. Además, el ptaquilósido se ha encontrado como un contaminante ambiental en el suelo y el agua asociado con la contaminación por helechos. Todas las exposiciones deben considerarse un riesgo potencial para la salud humana.

Prevención de la intoxicación por helecho en animales

Dado que la intoxicación por helecho, aparte de la deficiencia de tiamina, es esencialmente intratable, se controla más fácilmente evitando la exposición. La mayoría de las intoxicaciones se producen cuando los animales se ven obligados a comer helecho cuando otros forrajes están agotados a finales del verano. Sin embargo, algunos animales pueden desarrollar un gusto por los brotes tiernos y las hojas tiernas. Ciertamente, la intoxicación puede evitarse retirando a los animales de la exposición al helecho y mejorando el manejo de los pastos para aumentar la producción de forraje alternativo. Se ha sugerido que la alternancia de pastos contaminados con helechos y no contaminados a intervalos de 3 semanas puede minimizar la intoxicación.

El crecimiento del helecho común se puede retrasar mediante pasturas agresivas o pisoteo en sistemas de pastoreo alternado. Se puede reducir la densidad del helecho común, cortando regularmente la planta madura o bien, si el campo es adecuado, arando profundamente. El tratamiento con herbicidas usando asulam o glifosato puede ser un método de control eficaz, especialmente si se combina con el corte antes del tratamiento. Un trabajo reciente ha encontrado que algunas poblaciones de helechos contienen muy poco o ningún ptaquilosido. Se necesita más trabajo para identificar estas poblaciones, determinar por qué no son tóxicas y usar esta información para predecir o reducir la toxicidad.

Tratamiento de la intoxicación por helecho en animales

El tratamiento inicial de la intoxicación por helecho en todas las especies debe ser interrumpir la exposición al helecho, recordando que la enfermedad puede aparecer semanas después de que el ganado sea retirado del área infestada. La mortalidad del ganado vacuno afectado de forma aguda suele ser >90 %. Se recomienda la medición del recuento de plaquetas, ya que es el mejor indicador pronóstico para los animales intoxicados.

El tratamiento de la deficiencia de tiamina inducida por helechos en caballos es muy eficaz si el diagnóstico se establece rápidamente. Se sugiere inyectar una solución de tiamina a razón de 5 mg/kg, inicialmente cada 3 h por vía IV y luego IM durante varios días. Puede ser necesario el suplemento oral durante 1-2 semanas adicionales, aunque la inyección SC de 100-200 mg/día durante 6 días ha tenido éxito en algunos casos. El tratamiento con tiamina también debe incluir a los animales expuestos pero que todavía no han desarrollado signos clínicos, ya que los signos pueden aparecer días o semanas después de la exposición. Los antibióticos pueden ser útiles para evitar las infecciones secundarias. Las transfusiones de sangre o incluso de plaquetas pueden ser apropiadas, pero requieren grandes volúmenes para tratar eficazmente al ganado vacuno (2-4 L de sangre). Aunque no se ha probado, también se puede considerar el tratamiento con el factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos (utilizado para tratar la anemia aplásica en personas).