logoVERSIÓN PARA PROFESIONALES

Medicina preventiva para animales de zoológico

PorMeredith Martin Clancy, DVM, MPH, DACZM
Última revisión/modificación oct 2021

La base de un programa sanitario para animales de zoológico es la medicina preventiva. Los programas médicos preventivos deben ser dinámicos y considerar al animal individual y a su población. Los componentes del programa incluyen la cuarentena basada en el riesgo, el diagnóstico rutinario y la terapéutica (incluidas las vacunas, la nutrición adecuada, el control completo de los parásitos), y el control de la enfermedad mediante exámenes post mortem. Se debe revisar a los animales para garantizar su salud y cumplir las exigencias sanitarias locales, estatales e internacionales antes de su traslado entre instituciones o de liberarlos en programas de reintroducción controlados. Las evaluaciones antes del transporte pueden también utilizarse como una oportunidad de valorar el estado sanitario de todo el grupo en el cual el animal estuvo viviendo. Un excelente documento fundacional para estos conceptos son las Guidelines for Zoo and Aquarium Veterinary Medical Programs and Veterinary Hospitals desarrollada por la American Association of Zoo Veterinarians, que también proporciona información sobre el diseño del hospital y la dotación de personal para satisfacer mejor las necesidades de los animales de zoológico bajo cuidado humano.

Cuarentena de animales de zoológico

La cuarentena de los nuevos animales que entran en una colección es una práctica rutinaria en los zoológicos para reducir el riesgo de introducir parásitos o enfermedades. Históricamente, ha sido un periodo establecido (por lo general 30 días) en una instalación o área separada de la colección del zoológico y acompañado de un examen completo para permitir diagnósticos y tratamientos de referencia, incluidas las vacunas. Los principios de cuarentena hacen hincapié en la bioseguridad con instalaciones que permitan el manejo de los animales y una adecuada limpieza y desinfección de los recintos. Las instalaciones deben proporcionar barreras adecuadas contra los vectores y las alimañas. Las jaulas de transporte se deben limpiar y desinfectar antes de que abandonen la zona de cuarentena, y los contenidos de la jaula se deben eliminar de forma apropiada.

La cuarentena de entrada debe controlarse estrictamente. Las personas que salgan de las instalaciones de cuarentena no deben regresar a otras áreas de animales sin ducharse y cambiarse de ropa. Los cuidadores separados deben cuidar de los animales en cuarentena para controlar los signos de estrés, enfermedad o mala adaptación.

Más recientemente, la evaluación basada en el riesgo de los animales que entran en una colección ha permitido procesos de cuarentena individualizados. El riesgo se basa en el origen del animal y en el historial médico y de cría de la institución remitente. Después de una revisión exhaustiva del registro del animal, se pueden planificar diagnósticos e intervenciones apropiados y específicos durante el periodo de cuarentena designado. Todos los procedimientos y resultados se deben registrar en la historia clínica de cada individuo, que es un componente esencial del programa sanitario. Cada animal debe identificarse también mediante algún método permanente (p. ej., tatuaje, colgante distintivo, banda, marca auricular o transpondedor) para asegurar la futura identificación.

Cuando se introducen nuevos animales en los recintos, es necesario tener precaución para evitar un traumatismo autoinducido. Las barreras visuales, como las lonas suspendidas de cercas o de las paredes del alojamiento o cristales oscurecidos con jabón para proporcionar una visión restringida, son acciones comunes de gestión, para proteger de accidentes a especímenes recientemente introducidos, durante el proceso de aclimatación a una nueva instalación.

Control parasitario de animales de zoológico

El control completo de los parásitos es una parte integral de cualquier programa de medicina preventiva en un zoológico. Los animales de zoológico son vulnerables a endoparásitos y ectoparásitos, y el tratamiento de los parásitos incluye intervenciones veterinarias y de cría. La intervención veterinaria se ha basado clásicamente en fármacos antiparasitarios usados en especies domésticas, con fármacos seleccionados cuidadosamente debido a las sensibilidades específicas de la especie a ciertos fármacos (p. ej., intoxicación por fenbendazol en pelícanos, puercoespines, palomas y otros). La morbilidad y la mortalidad por parásitos pueden aumentar durante periodos de estrés, como el transporte o cuando existen comorbilidades, o en animales jóvenes. En esos momentos, los parásitos comensales (especialmente los protozoos) pueden causar enfermedad. La diarrea aguda puede ser el resultado de infestaciones masivas por coccidios, Trichomonas, Giardia o Balantidium spp o amebiasis, y puede ser mortal en un animal comprometido.

El tratamientoo de los parásitos en los recintos incluye la comprensión del ciclo biológico del parásito y la interrupción de este ciclo, más comúnmente mediante la eliminación de las heces del campo o de los hospedadores intermediarios. Los tratamientos adyuvantes, que incluyen la incorporación de tratamientos no farmacéuticos como los taninos, los hongos nematófagos o el hilo de óxido de cobre en los alimentos, y las estrategias de manejo como la rotación de campo, pueden ayudar en el control de los parásitos.

Vacunación de animales de zoológico

La vacunación para prevenir enfermedades infecciosas es un pilar importante en el programa de medicina preventiva de todos los animales de zoológico. Los protocolos para mamíferos de zoológico son variados, pero la mayoría están guiados por instituciones y grupos asesores de taxones. Casi todo el uso de vacunas en especies de zoológico es fuera de registro. Las vacunas principales en los mamíferos de zoológico incluyen con más frecuencia la rabia, el tétanos o la vacunación clostridial y patógenos víricos específicos de taxones, como los patógenos respiratorios víricos en los felinos y las encefalitis en los équidos. La vacunación más frecuente en las aves de zoológico es frente al virus del Nilo Occidental en especies sensibles en áreas endémicas.

Anteriormente solo se recomendaban las vacunas de virus inactivados debido a la enfermedad inducida por la vacuna (especialmente el virus del moquillo canino) en ciertas especies; sin embargo, los estudios recientes han demostrado que algunas vacunas vivas modificadas son seguras para su uso en especies seleccionadas. Una vacuna recombinante de moquillo canino vectorizada en virus de viruela del canario ha demostrado ser segura para usarse en especies propensas a desarrollar enfermedades inducidas por vacunas de virus vivo atenuado. La decisión de vacunar a los animales de zoológico frente a enfermedades menos frecuentes para las que se dispone de una vacuna debe tomarse de forma individual teniendo en cuenta el área geográfica y el riesgo de enfermedad.

Examen post mortem de animales de zoológico

El examen post mortem es una parte esencial del control de la salud de los animales de zoológico y de sus colecciones. El examen completo de todos los animales muertos dentro de una colección es una parte importante de la vigilancia. El examen de los animales silvestres hallados muertos en los terrenos del zoológico también sirve para vigilar la presencia de enfermedades infecciosas y otras tendencias. Los exámenes post mortem completos incluyen la evaluación macroscópica de la canal con evaluación histopatológica del tejido; los tejidos deben guardarse para posibles exploraciones futuras. Las pruebas adicionales pueden incluir cultivos bacterianos o fúngicos con pruebas virales o tinciones especiales. El examen post mortem como parte de un examen patológico completo, que incluye la historia clínica, de cría y nutricional del animal, es valioso para identificar problemas que exigen una acción inmediata para salvaguardar la salud de la colección y las tendencias a lo largo del tiempo. Dado el limitado conocimiento existente sobre algunas especies en las colecciones de los zoológicos, los exámenes post mortem completos también pueden contribuir al canon de la literatura sobre lo que es normal y cómo varían las especies.

Control de plagas de animales de zoológico

Los zoológicos deben practicar el manejo integrado de plagas y tener un programa establecido. Se necesitan múltiples métodos para proporcionar el control de plagas más eficaz; por ejemplo, elevar los platos de comida para mantener las plagas fuera de la comida, colocar trampas en la periferia de las instalaciones y proporcionar cebos en áreas protegidas puede ayudar a reducir las plagas de roedores. Los veterinarios deben aconsejar y, si es necesario, administrar cualquier agente químico, con conocimiento de la mejor manera de proteger a los animales de la colección frente a posibles tóxicos o exposiciones accidentales.

Las plagas comunes en los zoológicos pueden servir como importantes vectores de enfermedades. Por ejemplo, las cucarachas son hospedadores intermediarios para los parásitos de los primates y las aves; los roedores pueden ser hospedadores y diseminar Listeria, Salmonella, Leptospira spp y Francisella tularensis. Los carnívoros silvestres y asilvestrados como zorros, mapaches, perros domésticos y gatos pueden destruir colecciones animales por medio de ataques depredatorios, y pueden ser importantes transmisores de enfermedades víricas como la rabia, el parvovirus y el moquillo canino. Los mapaches también transmiten parásitos Baylisascaris, que pueden causar una migración larvaria que produce una neuropatía mortal en algunas especies. Las aves que no pertenecen a la colección pueden ser portadoras de enfermedades aviares, y los estanques al aire libre atraen a los llamados animales oportunistas, que consumen alimentos para animales y contaminan los recintos con excrementos. Los vectores artrópodos pueden transmitir numerosos patógenos a los vertebrados.

Consideraciones nutricionales de los animales de zoológico

En ausencia de un veterinario o consultor nutricionista especialista (diplomado), los veterinarios del zoológico deben supervisar las dietas y los cambios en la dieta. Se deben desarrollar protocolos para la formulación de la dieta, los cambios en la dieta y la adición de material vegetal a la dieta. Se debe consultar a los veterinarios cuando se vayan a introducir nuevos productos alimenticios u otros productos dietéticos, para evitar la introducción inadvertida de tóxicos. Como parte de un abordaje más holístico de la nutrición, se debe evaluar de forma rutinaria la condición corporal del animal, el consumo de la dieta y cualquier enfermedad o afección nutricional. Los animales bajo cuidado humano deben recibir una dieta lo más parecida posible a su alimentación natural y a su estrategia de alimentación para maximizar su elección, control y capacidad de crecimiento.