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Descripción general de la faringitis en animales

Hiperplasia linfoide faríngea

PorJan F. Hawkins, DVM, DACVS
Revisado/Modificado sept 2021

La faringitis es una afección inflamatoria de la orofaringe o la nasofaringe. Se desarrolla secundariamente a infecciones virales o bacterianas de las vías respiratorias superiores. Los signos clínicos de la faringitis incluyen sonido de las vías respiratorias superiores, secreción nasal, tos y, a veces, disfagia. El diagnóstico de faringitis se confirma con una endoscopia de las vías aéreas superiores. El tratamiento de la faringitis incluye la administración de antimicrobianos y antiinflamatorios y la restricción del ejercicio.

La faringitis es una inflamación de las paredes de la oro- o nasofaringe. La faringitis puede desarrollarse como consecuencia de infecciones virales o bacterianas secundarias del tracto respiratorio superior, como estrangulamientos en caballos y moquillo en perros.

En la mayoría de las especies, hay una faringe común que está presente en momentos ajenos a la deglución. La especial anatomía faringolaríngea caudal de los caballos muestra una separación completa de la faringe en dos componentes, la nasofaringe y la orofaringe. (También ver Hiperplasia linfoide faríngea en caballos.)

Hallazgos clínicos de faringitis en animales

Los animales con faringitis tienen un deseo normal de comer y beber; sin embrago, pueden tener dificultades para tragar y pueden parecer disfágicos. Los animales con celulitis perifaríngea secundaria y abscesos pueden presentar desde disnea aguda secundaria a obstrucción faríngea. Por ejemplo, los potros afectados con faringitis supurativa secundaria a abscesos de los nódulos linfáticos retrofaríngeos pueden presentar disnea aguda y requerir una traqueotomía de urgencia.

Diagnóstico de la faringitis en animales

  • Exploración física.

  • Endoscopia

  • Diagnóstico por imagen

El diagnóstico de faringitis se puede hacer con un examen físico completo, radiografía del cráneo, evaluación endoscópica de la faringe y cultivos microbianos de abscesos drenantes o hisopos nasofaríngeos para el aislamiento viral. En los pequeños animales, el dolor oral y la resistencia a que se les abra la boca pueden ser indicativos de un absceso retrofaríngeo, de la presencia de un cuerpo extraño penetrante o de una neoplasia de la boca o las amígdalas. Se debe realizar una biopsia del tejido faríngeo anómalo y someterlo a examen histopatológico para descartar una neoplasia faríngea. En pequeños animales, la exploración oral y/o endoscópica es la mejor herramienta diagnóstica para la faringitis. En grandes animales, el diagnóstico de faringitis se establece fácilmente mediante la exploración endoscópica de las vías respiratorias superiores.

Tratamiento de la faringitis en animales

  • Antimicrobianos y antiinflamatorios sistémicos.

  • Aplicación tópica de antiinflamatorios

La faringitis bacteriana debe tratarse con antimicrobianos sistémicos en función de los resultados del cultivo microbiano y las pruebas de sensibilidad. Los abscesos deben drenarse y lavarse cuando sea apropiado. La faringitis inducida por virus ha de tratarse con antimicrobianos para prevenir infecciones bacterianas secundarias. Los animales afectados con faringitis bacteriana o viral deben tratarse con AINE. La faringitis secundaria a cuerpos extraños ha de resolverse con la extracción del objeto ofensivo y un drenaje quirúrgico eficaz acompañado de la escisión del tejido necrótico.

Los caballos de carreras afectados por la hiperplasia linfoide faríngea pueden tratarse con agentes antiinflamatorios tópicos y sistémicos como el flunixino meglumina, la fenilbutazona o la dexametasona. Un tratamiento antiinflamatorio tópico de uso frecuente incluye prednisolona, dimetilsulfóxido, glicerina y nitrofurazona. Las masas faríngeas grandes también pueden tratarse con fotoablación con láser de diodo por contacto. Algunos veterinarios también han sugerido anecdóticamente que la hiperinmunización es útil en el tratamiento de la hiperplasia linfoide faríngea.

Las infecciones por calicivirus en gatos pueden causar una ulceración leve, moderada o grave de la mucosa orofaríngea. Aunque no se dispone de terapias antivirales específicas, a los gatos afectados se les debe tratar con antimicrobianos sistémicos para prevenir una infección bacteriana secundaria. Los animales que no pueden mantener su propia hidratación debido a una grave ulceración de la mucosa pueden necesitar suplementos nutricionales y electrolíticos, ya sea por vía IV o por sonda extraoral.

Puntos clave

  • La faringitis suele ser una afección inflamatoria.

  • Se trata principalmente con la administración de antimicrobianos y antiinflamatorios sistémicos y tópicos.

Para más información

  • Véase también el contenido sobre la salud de las mascotas sobre la faringitis en gatos, perros y caballos.