La cistinuria, con la subsiguiente formación de cálculos urinarios de cistina, se produce por un trastorno hereditario ligado a la raza del transporte tubular renal en perros. Los cálculos de cistina se disuelven mediante modificación de la dieta, administración de agentes fijadores de cistina o alcalinización o neutralización de la orina (consúltese Control del pH de la orina).
La tiopronina y la -penicilamina son agentes fijadores de cistina. Como la tiopronina presenta pocos efectos adversos constituye el tratamiento de elección.
Tanto la tiopronina como la d-penicilamina pueden causar anemia positiva a Coombs, trombocitopenia (consúltese Trastornos plaquetarios), un incremento en la actividad de las enzimas hepáticas, glomerulonefritis, linfadenopatía, hipersensibilidad cutánea y retraso en la cicatrización de las heridas. La penicilamina también causa vómitos.
Tras la disolución de los cálculos de cistina, puede iniciarse un protocolo de prevención. La modificación de la dieta, con o sin alcalinización de la orina, puede ser suficiente para evitar la formación de cálculos; sin embargo, también se puede necesitar tiopronina si los urolitos recidivan.
Alopurinol, agente fijador de cistina, para el tratamiento de enfermedades urinarias en animales
El alopurinol es un isómero sintético de la hipoxantina que se une a la xantina oxidasa e inhibe su acción. Disminuye la producción de ácido úrico al inhibir la conversión de hipoxantina en xantina y de xantina en ácido úrico. El resultado es una disminución de las concentraciones de ácido úrico en suero y orina.
En combinación con una dieta baja en purinas, el alopurinol se usa para disolver los urolitos de urato de amonio en los perros Dálmatas afectados. Se debe disminuir la dosis en perros con insuficiencia renal.