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Trastornos del páncreas en los gatos

PorStanley I. Rubin, DVM, MS, DACVIM
Última revisión/modificación ago 2018

El páncreas es un órgano que tiene dos funciones principales: endocrina y exocrina. El páncreas endocrino produce las hormonas insulina y glucagón, que regulan los niveles de azúcar en sangre. El páncreas exocrino produce enzimas que son esenciales para la digestión de componentes dietéticos complejos como las proteínas, los triglicéridos y los hidratos de carbono complejos. El páncreas exocrino también secreta grandes cantidades de bicarbonato, que actúa tamponando el ácido gástrico.

Los trastornos del páncreas exocrino se tratan aquí, porque están relacionados con la digestión. Las funciones endocrinas del páncreas se tratan en Trastornos hormonales de los gatos.

Inflamación del páncreas (pancreatitis)

La pancreatitis, o inflamación del páncreas, es la enfermedad pancreática exocrina más común en los gatos. Puede ser a corto plazo (aguda) o a largo plazo (crónica), dependiendo de si la enfermedad ha provocado o no un daño permanente en las células pancreáticas. Ambas formas de pancreatitis pueden variar de leve a grave. En la mayoría de los casos de pancreatitis, no se puede determinar la causa, pero los factores de riesgo incluyen traumatismo grave en el abdomen, cirugía, ciertos fármacos y algunos tipos de infecciones (como toxoplasmosis, trematodos hepáticos y peritonitis infecciosa felina).

Los signos de pancreatitis grave son los mismos que en muchos otros trastornos digestivos. Pueden incluir letargo, pérdida de apetito, deshidratación, pérdida de peso, baja temperatura corporal, vómitos, ictericia, fiebre y dolor abdominal. Algunos gatos no muestran ningún signo. Su veterinario puede utilizar análisis de sangre para confirmar el diagnóstico, junto con radiografías, ecografía o una biopsia tomada con una aguja o durante la cirugía, si es necesario.

El tratamiento de la pancreatitis incluye una monitorización cuidadosa y cuidados veterinarios de apoyo. Puede ser necesaria la hospitalización. La intervención temprana ayudará a evitar complicaciones. Si se conoce la causa, se puede iniciar un tratamiento específico. Su veterinario puede recomendarle medicamentos que ayuden a prevenir los vómitos y las náuseas. Se recomienda dejar descansar al páncreas sin dar al gato nada por la boca durante 3-4 días solo cuando el gato vomita a pesar de tomar estos medicamentos. Puede ser necesario el tratamiento con fluidos intravenosos. En la mayoría de los casos se administra medicación para el dolor porque se supone que el gato tiene dolor abdominal.

En los casos leves de pancreatitis se puede cambiar a los gatos a una dieta baja en grasas y a golosinas bajas en grasas. Los gatos con pancreatitis leve a largo plazo se deben controlar para detectar otras enfermedades subyacentes (como enfermedad hepática o enfermedad inflamatoria intestinal) y complicaciones potenciales, como insuficiencia pancreática exocrina (véase más adelante).

El pronóstico en los casos leves es bueno, pero el pronóstico en los casos graves de pancreatitis es incierto. Aproximadamente la mitad de los gatos con pancreatitis grave puede morir.

Insuficiencia pancreática exocrina

La insuficiencia pancreática exocrina es un síndrome causado por una producción y secreción insuficientes de enzimas digestivas por parte del páncreas. Estas enzimas son fundamentales para una adecuada digestión y absorción de los nutrientes en los alimentos. La inflamación a largo plazo del páncreas (pancreatitis) es la causa más común en los gatos; con menor frecuencia, los tumores que producen obstrucción del conducto pancreático causan este trastorno.

Los gatos con insuficiencia pancreática exocrina suelen ser de mediana a avanzada edad y pueden ser de cualquier raza. Los signos más frecuentes son la ingesta excesiva de alimentos, la pérdida de peso y las heces blandas o la diarrea. Los vómitos y la pérdida de apetito se observan en algunos gatos y pueden ser un signo de otros trastornos. La diabetes mellitus se observa a menudo con la insuficiencia pancreática exocrina, debida a la destrucción de las células productoras de hormonas pancreáticas. Las heces suelen ser pálidas, sueltas y voluminosas y pueden ser fétidas. En raras ocasiones se puede ver diarrea acuosa. El alto contenido en grasa de las heces puede dar lugar a un aspecto grasiento del pelo, especialmente en la región que rodea el ano y la cola. El diagnóstico puede realizarse mediante un análisis de sangre que indica la disminución de la función del páncreas exocrino.

La mayoría de los gatos con insuficiencia pancreática exocrina se pueden tratar con éxito mediante la suplementación dietética con enzimas pancreáticas (en polvo o a partir de tejido fresco). Siga cuidadosamente las instrucciones de su veterinario para este suplemento dietético, y asegúrese de informar sobre cualquier sangrado por la boca, que a menudo puede eliminarse con una dosis menor de la enzima. Cuando los signos han mejorado puede ser posible disminuir gradualmente la dosis. Su veterinario también le recomendará un alimento apropiado, por lo general uno que sea bajo en fibra.

Si la suplementación enzimática por sí sola no resuelve la afección, la deficiencia de vitamina B12 (cobalamina) puede ser una causa posible. Casi todos los gatos con insuficiencia pancreática exocrina tienen deficiencia de vitamina B12. Esto puede tratarse mediante la inyección de esta vitamina. También se han descrito otras deficiencias vitamínicas que pueden necesitar tratamiento. Los animales que no responden a los tratamientos con enzimas y vitaminas también pueden tener una enfermedad intestinal (como enfermedad inflamatoria intestinal) y necesitan pruebas y tratamientos adicionales.

En la mayoría de los casos, la insuficiencia pancreática exocrina es el resultado de una pérdida irreversible de tejido pancreático y la curación es rara. No obstante, con un suplemento dietético y la monitorización adecuados, los gatos con insuficiencia pancreática exocrina suelen ganar peso rápidamente, tienen heces normales y pueden llevar una vida normal.

Cánceres pancreáticos

Los cánceres de páncreas pueden ser benignos o malignos (invasivos y propensos a diseminarse). La mayoría de los tumores que se encuentran en el páncreas son el resultado de la diseminación de un tumor desde otra localización del cuerpo (llamado tumor metastásico o secundario). Los adenomas pancreáticos son tumores benignos. Los adenocarcinomas pancreáticos son malignos; sin embargo, son poco frecuentes en los gatos. Los signos en los gatos con tumores de páncreas son muy generales, y muchos animales no muestran signos hasta una fase avanzada de la enfermedad. Si hay signos presentes, a menudo incluyen no comer, vómitos, dolor abdominal, ictericia o pérdida de pelo. Si el tumor se ha diseminado a otros órganos, pueden aparecer signos como cojera, dolor de huesos y dificultad para respirar.

El cáncer de páncreas es difícil de diagnosticar. Las anomalías pueden ser evidentes en los análisis de sangre, radiografías y ecografías, pero estos resultados pueden ser similares en otras enfermedades. A menudo el diagnóstico se realiza durante la cirugía o después de la muerte.

Los adenomas pancreáticos no suelen necesitar ningún tratamiento a menos que causen signos. Sin embargo, debido a su aspecto similar al adenocarcinoma pancreático, el tejido pancreático afectado se suele extirpar. El pronóstico en estos casos es excelente.

Los adenocarcinomas pancreáticos no se suelen detectar hasta que la enfermedad está avanzada y el cáncer ya se ha diseminado. En los pocos casos en que parece que el cáncer aún no se ha extendido, el veterinario puede extirpar el tumor mediante cirugía. Sin embargo, es difícil extirpar completamente estos tumores, y la cirugía y otros tratamientos del cáncer a menudo no tienen éxito. El pronóstico de los gatos con adenocarcinoma de páncreas es grave.

Abscesos pancreáticos

Un absceso pancreático es una acumulación de pus, por lo general cerca del páncreas. Los abscesos pancreáticos son una complicación de una pancreatitis. Los signos incluyen vómitos, depresión, dolor abdominal, pérdida de apetito, fiebre, diarrea y deshidratación. En algunos animales se puede palpar un bulto en el abdomen. Los gatos pueden responder favorablemente al drenaje quirúrgico del absceso. Sin embargo, los riesgos y el coste de la cirugía pueden ser mayores que los beneficios para el gato, a menos que exista una clara evidencia de una masa en crecimiento o una infección bacteriana. Su veterinario hará una recomendación de tratamiento basada en el estado específico de su gato, su salud general y consideraciones relacionadas.

Pseudoquiste pancreático

Un pseudoquiste pancreático es una acumulación de líquido pancreático estéril rodeada por una pared de tejido. Es una complicación de la inflamación del páncreas (pancreatitis). Los signos son similares a los de la pancreatitis e incluyen falta de apetito, letargo, vómitos o dolor abdominal. Los pseudoquistes pancreáticos pueden tratarse con o sin cirugía. El pseudoquiste a veces puede drenarse con una aguja guiada por ecografía. La cirugía puede ser necesaria si el gato tiene signos persistentes o si el pseudoquiste no disminuye de tamaño.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre trastornos pancreáticos.