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Anemia causada por enfermedades primarias de la médula ósea en animales

PorSteven L. Marks, BVSc, DACVIM-SAIM;Allison Kendall, DVM, MS, DACVIM
Revisado/Modificado sept 2019

La enfermedad primaria o el fallo de la médula ósea por cualquier causa pueden provocar anemia no regenerativa y pancitopenia. Con la afectación difusa de la médula, los granulocitos se ven afectados primero, seguidos por las plaquetas y finalmente los eritrocitos.

Se han descrito casos de anemia aplásica en perros, gatos, rumiantes, caballos y cerdos con pancitopenia e hipoplasia medular, reemplazada por grasa. La mayoría de los casos son idiopáticos, aunque se ha descrito causas como infecciones (virus de la leucemia felina, Ehrlichia, parvovirus), fármacos (metimazol, agentes quimioterapéuticos, antibióticos [trimetoprima-sulfamida, cloranfenicol], fenbendazol), ingestión de tóxicos (estrógenos) e irradiación total del organismo ( ver la Tabla: Causas tóxicas de anemia y Causas infecciosas de anemia). También puede haber un componente inmunomediado en esta enfermedad, más común en perros que en gatos.

El diagnóstico se confirma mediante aspiración de médula ósea y biopsia central. El tratamiento consiste en eliminar la causa subyacente, proporcionar mantenimiento con antibióticos de amplio espectro (amoxicilina/ácido clavulánico, 20 mg/kg, dos veces al día) y transfusiones. Se pueden considerar agentes inmunosupresores como prednisona, ciclosporina, micofenolato o azatioprina. Pueden utilizarse EPO recombinante humana y factor estimulante de colonias de granulocitos (5 mcg/kg/día, SC) hasta la recuperación de la médula ósea. Si la enfermedad es idiopática o si la recuperación de la médula es poco probable (p. ej., intoxicación por fenilbutazona en perros), el trasplante de médula ósea puede ser beneficioso si se dispone de un donante adecuado (en fase de investigación y disponibilidad limitada).

En la aplasia eritroide pura (AEP) solo se afecta la línea eritroide. Se caracteriza por una anemia no regenerativa con depleción grave de precursores eritroides en la médula ósea. Se ha descrito en perros y gatos, pudiendo ser primaria o secundaria. Los casos primarios suelen ser inmunomediados y pueden responder a la terapia inmunosupresora. La terapia de soporte, incluida la transfusión, pueden estar indicadas cuando la anemia es grave. Los gatos positivos a la leucemia felina pueden desarrollar AEP. La EPO recombinante humana pueden causar AEP en perros y caballos. La interrupción de la terapia puede finalmente dar lugar a la recuperación de glóbulos rojos en algunos animales.

Las leucemias primarias son infrecuentes o raras en especies domésticas, aunque se han descrito en perros, gatos, vacas, cabras, ovejas, cerdos y caballos. Los retrovirus son una causa en algunos bovinos, gatos, primates y pollos. Las leucemias pueden desarrollarse en líneas celulares mieloides o linfoides y se clasifican además en agudas o crónicas. La mayoría de los animales afectados tienen anemia no regenerativa, neutropenia y trombocitopenia, y presencia de blastos circulantes.

Las leucemias agudas, caracterizadas por la infiltración de blastos en la médula, suelen responder mal a la quimioterapia. En animales que responden bien a la quimioterapia, los tiempos de remisión suelen ser cortos. En la leucemia linfoblástica aguda en perros, la tasa de respuesta a la quimioterapia es de ~30 %, con una mediana de supervivencia de 4 meses. Las leucemias mieloblásticas agudas son menos frecuentes e incluso responden menos al tratamiento que la leucemia linfoblástica aguda. En las leucemias agudas, el linaje celular es a menudo difícil de identificar morfológicamente, por lo que para llegar al diagnóstico definitivo pueden ser necesarias tinciones citoquímicas o evaluación inmunológica de los marcadores de la superficie celular.

Las leucemias crónicas, caracterizadas por una sobreproducción de una línea celular hematopoyética, tienen menos probabilidades de causar anemia y responden mejor al tratamiento.

La mielodisplasia (síndrome mielodisplásico, SMD) se considera un síndrome preleucémico caracterizado por hematopoyesis ineficaz que resulta en anemia no regenerativa y otras citopenias. El SMD se ha descrito en perros, gatos y humanos. La enfermedad puede ser primaria o secundaria, y se observa frecuentemente en gatos con leucemia felina. Los síndromes primarios probablemente tienen su origen en mutaciones de las células madre. Los síndromes secundarios están causados por otras neoplasias o tratamiento farmacológico. Algunos gatos y perros responden al tratamiento con EPO recombinante humana y prednisona. El tratamiento de soporte con transfusiones puede ser útil. La supervivencia es variable porque los SMD pueden progresar a leucemia; muchos animales son eutanasiados o mueren de sepsis, hemorragia o anemia.

La mielofibrosis causa fallo medular secundario a la sustitución de elementos medulares normales por tejido fibroso. Se ha observado en perros, gatos, cabras y humanos. Puede ser un trastorno primario o secundario a neoplasias malignas, anemia hemolítica inmunomediada, irradiación total del organismo, anemias congénitas (p. ej., deficiencia de piruvato cinasa). El diagnóstico se puede realizar mediante una biopsia de médula ósea. El tratamiento varía según la causa subyacente, aunque normalmente consiste en una terapia inmunosupresora.

Aspiración y biopsia de la médula ósea en animales

La aspiración y biopsia de médula ósea son técnicas que se utilizan para evaluar la médula ósea en especies de animales domésticos. La técnica básica consiste en introducir una aguja hueca en la médula ósea para obtener una muestra para su valoración. La aspiración de la médula ósea proporciona una muestra para evaluación citológica y la biopsia de médula ósea proporciona una muestra para evaluación histopatológica.

Las indicaciones clínicas específicas para evaluar la médula ósea incluyen (aunque no se limitan a):

  • Anemia no regenerativa.

  • Trombocitopenia.

  • Leucopenia.

  • Bicitopenia.

  • Pancitopenia.

  • Células anormales circulantes de cualquier tipo.

  • Gammapatía monoclonal.

  • Sospecha de osteomielitis.

  • Sospecha de neoplasia ósea.

  • Enfermedad infecciosa que afecta al hueso.

  • Estadificación clínica de procesos neoplásicos como linfoma y mastocitoma.

Las ubicaciones anatómicas convencionales utilizadas para la aspiración de médula ósea incluyen la cresta ilíaca, la fosa trocantérica del fémur, la cresta tibial y el tubérculo mayor del húmero. Algunos clínicos también han utilizado las costillas (unión costocondral) o las esternebras. El húmero es el lugar más frecuente para la biopsia de la médula ósea.

Para la aspiración de la médula ósea, se requiere una sedación profunda de los gatos y los perros, aunque algunos gatos pueden necesitar anestesia general. Para la realización de la biopsia de la médula ósea se requiere anestesia general. El animal se coloca en decúbito lateral cuando se utiliza la fosa trocantérica o el tubérculo mayor, y en decúbito esternal cuando se utiliza la cresta ilíaca. La zona de acceso se rasura y se prepara asépticamente. El lugar de incisión incluido el periostio, se infiltran con anestésico local. La incisión a través de la piel se realiza con una hoja de bisturí del n.° 11.

El equipo utilizado para realizar estos procedimientos puede diferir ligeramente. La mayoría de las agujas de aspiración de médula ósea (p. ej., Rosenthal, Illinois) son muy similares y tienen un estilete extraíble. Con el estilete en su lugar, se avanza la aguja con un movimiento similar a un tornillo hacia adelante y hacia atrás hasta que la aguja esté bien asentada en el hueso. Luego se retira el estilete y se conecta una jeringa (6-12 mL) para la aspiración. Si el animal siente alguna molestia, será entonces cuando ocurrirá. Solo se necesita una pequeña cantidad de muestra, es decir, suficiente para llenar el conector de la jeringa, y se colocará en el portaobjetos para la evaluación citológica. Luego se puede retirar la aguja.

La biopsia de médula ósea por lo general requiere una aguja Jamshidi, que es rígida y hueca con un estilete. La aguja Jamshidi tiene un borde cortante en su extremo, diseñado para obtener una muestra de médula ósea (aunque también se puede usar para obtener un aspirado medular). La aguja se introduce en el hueso generando un movimiento de ida y vuelta similar al de un tornillo. Una vez que la aguja está bien asentada, se desenrosca la tapa y se retira el estilete. Se puede obtener un aspirado similar a la técnica descrita anteriormente. Para el estudio histopatológico, la aguja debe penetrar más profundamente (aproximadamente 0,63 cm) en la médula mientras se gira en una dirección. Luego, la aguja se mueve en un movimiento circular amplio para tratar de desalojar una muestra del núcleo. La aguja se retira girando en la dirección opuesta a la de avance. A continuación, se pasa un estilete romo retrógrado para extraer la muestra del núcleo. El núcleo se puede enrollar suavemente sobre un portaobjetos para citología y luego colocarse en formol para histopatología.

Para más información

Consulte también la información para propietarios sobre la anemia causada por enfermedad primaria de la médula ósea en perros, gatos y caballos.